"Aquel que conoce el poder de la palabra
presta mucha atención a su conversación.
Vigila las reacciones causadas por sus palabras,
pues sabe que ellas
"no retornarán al mismo punto
sin haber causado su efecto"".
Florence Scovel.
La gran verdad de nuestro tiempo, es que todo ha cambiado, y en esta dinámica constante, la televisión venezolana no se ha quedado atrás. Nadie se imaginaba un espacio de opinión e información, que llame tanto la atención, como está pasando con el "MAZO DANDO". A tal punto, que un miércoles pasado hablaba con un amigo, ya entrada la noche, y al notarle la desesperación le pregunté: ¿Por qué andas tan apurado? La respuesta me la dio sin despedirse: ¡Me voy para la casa a ver el programa de Diosdado!
Apenas comienza la emisión televisiva se convierte en un fenómeno, con una audiencia para ser estudiada, del cual no hablan los opositores, pero están pendiente para después exprimirse las neuronas, con las más variadas interpretaciones. Lo cierto del caso: el espacio es una catedra de una persona–con todos sus errores y desaciertos– metido de lleno en defensa de la patria, el cual se encuentra amenazada por el gobierno de los Estados Unidos por todos los flancos posibles. No es cualquier cosa, el ataque despiadado por parte de Donald Trump, y su pandilla; y como si esto fuera poco, la oposición venezolana, al encontrarse nuevamente en su estado escuálido, trata de meterse por cualquier rendija, buscando salir a flote; además tenemos que sumarle los gobiernos de países arrastrados al imperialismo, llevados de la mano, como niño, cuando va a la escuela.
Las 4 horas y media de promedio del programa con el (Mazo dando) todos los miércoles–sin odio, pero con la verdad al aire– acapara la atención de propios, y extraños, estableciendo la mayor sintonía en los televidentes venezolanos, y con mucha receptividad más allá de nuestra frontera–vía internet– para frustración y amargura de los halcones de la Casa Blanca en Washington. Todo el que escucha a Diosdado Cabello, el mismo que habla sin pelos en la lengua, reconoce su valentía, y su gran capacidad para comunicarse; tan es así, que sabe disculparse y reconocer cualquier error en el mismo programa, sin mucho rodeo, algo sumamente importante, aprendido del Comandante Chávez.
La misión de Trump, y sus asesores; más algunos columnistas venezolanos, es ir directamente al cerebro del proceso bolivariano; tratan de aplicar un refrán muy utilizado: ¡La culebra se mata por la cabeza! No es simple casualidad, que la mayoría de los ataques tienen como blanco, el tal MADURISMO, expresión muy utilizada por los más afanosos opositores al gobierno de Nicolás Maduro–Rafael Ramírez, Oscar Heck, Jesús Vivas Santana, y pare de nombrar– para de esa manera compararlo con el periodo del Comandante Chávez; una táctica muy bien concebida: elevan uno por conveniencia –la hipocresía a su máxima expresión– para luego tratar de tirar al otro por un abismo. De esa manera van bajando de acuerdo a la clasificación jerárquica, y por lógica tienen en la mira a Diosdado Cabello, más, cuando en estos momentos aglutina un alto grado de audiencia; fenómeno nunca visto en la televisión venezolana; me atrevo asegurar por encima del (Aló presidente) del Comandante Chávez; las circunstancias son otras, y la comunicación vuela como el pensamiento de un enamorado.
Todas las interpretaciones realizadas en los últimos días, de lo que dijo, o no dijo Diosdado, por supuesto llaman poderosamente, pero a la vez se van quedando para desaparecer en el camino, como las bocanadas de humo lanzadas por los empedernidos fumadores. Todos los comentarios se prestan para hacer la cadena a través de los distintos medios (redes sociales, programas televisivos, o trabajos escritos) la razón muy sencilla: la parte subjetiva del ser humano–el pensamiento– funciona de acuerdo al objetivo trazado, y en este caso, es acabar con el gobierno. Todavía no he leído nada, absolutamente nada en contra de los ataques verbales de los funcionarios estadounidenses contra nuestro país, de todos aquellos que se exprimen el cerebro, buscando la razón de ser, cuando el enemigo se encuentra golpeándolos a ellos mismos, pero lo único que ven a la vera del camino es a Nicolás; tratan de presentarlo envuelto en un invento gramatical MADURISMO. En estos momentos el objetivo es Diosdado, pero no logro saber, cual es el termino que van a utilizar como envoltorio, porque (cabellismo) no cuadra, y para reír tenemos el programa con (EL MAZO DANDO) con toda la naturalidad de su conductor.
Narciso Torrealba narciso_t_29@hotmail.com