Cuando veo cosas como las que le pasan al querido luchador revolucionario Juan Veroes, entiendo cuán poco seguimos los mandamientos de Chávez. El Comandante santo, sublime y conmovedoramente grandioso que decía que si uno veía a un perro lisiado en la calle debía detenerse y ayudarle. Hace unas dos semanas (16 de octubre), pedimos una ayuda para tratar de ayudar en lo posible y en lo imposible a Juancito, pues padece un cáncer en las cuerdas vocales (que le ha impedido ya el habla). Entonces, ante llamados y ciertos clamores, le sobrevino a Juancito, una lluvia de promesas desde distintos honorables y bondadosas instituciones. Muchas gentes se movilizaron, le llamaron con distintas maneras para procurar ayudarle y le expresaron toda clase de solidaridad.

Al día siguiente de otro implorante artículo aparecido tanto en Aporrea como en ENSARTAOS, Veroes me envió un mensaje en el que me decía: "Hermano, las cosas van bien encaminadas. Tu artículo ha sido todo un éxito. Se me está presentando un problema ético. Tú sabes que yo no soy partidario de la medicina privada. Debe crearse un mecanismo para que ese dinero que le da el gobierno a las clínicas privadas se les pueda dar a los hospitales públicos si realizan el mismo trabajo…".

Pues bien, los amigos de Juancito se alegraron. Él no ha dejado de leer y de escribir, de hecho hoy está uno de sus artículos en Aporrea.

Ayer, martes, él que ya no puede hablar, me envía este mensaje: "Hermano, ¿cómo estás? Yo por aquí, estancado…".

Al preguntarle qué cómo puede ser que siga ESTANCADO, me responde: "Estancado, sin avanzar. Esperando una confirmación de la Cancillería que le dé el BCV. Y por aquí, esperando que el Seguro Social me llame para ver si le llegan los insumos para la operación. Se han conseguido 12 insumos y faltan 25…".

Debemos hacer la observación de que la PRIMERA AUTORIDAD EN SALUD de Mérida, el doctor Ramón Nieves, es uno de los médicos más activos, más comprometidos con la revolución que quepa imaginar, que se pueda conocer en medio de estas inmensas dificultades del maldito bloqueo gringo. Ramón Nieves no descansa, y asume los casos más complejos, in extremis, porque yo siempre le envío pacientes con casos muy graves que él con sus pocos recursos y en medio de su ingente labor ha logrado salvar.

Los doctores Ramón Nieves y Denis Gómez son dos portentos en Mérida que en medio del acoso de la derecha, de sus sabotajes, ante las criminales agallas de los mercantilistas de la medicina, con muy poco han podido salvar miles de vidas. Verdaderamente que en ocasiones sus logros son obras milagrosas, al nivel de los que bien suele hacer con casos hasta desahuciados, el santo de los pobres, el doctor José Gregorio Hernández.

Así vamos en esta lucha, de milagros en milagros, pero es el único camino para ser verdaderamente libres y soberanos. ¡NO HAY OTRA! Y los más me indigna es escuchar gente pobre que en medio de estas cruentas dificultades, creadas adrede por los gringos, vengan y para completar, le echen la culpa al gobierno. Este es el gobierno que más milagros ha hecho sobre la tierra, ¡CARAJO! Todos aquí somos UN MILAGRO DE SOBREVIVENCIA a los sabotajes, a las guarimbas, a los bloqueos, a la guerra económica, ¡a la estupidez redundante de primer orden de los abominables jeques de la derecha!

Yo, en pocos días me ausentaré y estaré por varias semanas en unas montañas de Los Pueblos del Sur, a cinco horas de Mérida, sin conexión posible con nadie (sin conexión telefónica, eléctrica, etc.) más que con la tierra, culebras, perros, el sol, las estrellas, las nubes y mi sombra. Me obliga el servicio a la patria: tengo una siembra y unos animales que atender. Cuiden a Juan Veroes, camaradas.

Luchar es vencer. RESISTIR ES VENCER.