Mientras coordinaba los trabajos de preparación de la tierra para la siembra de Ají en asociación con Juancho Marcano, no dejaba de repetir muy seguidamente aquella vieja consigna de la Liga Socialista, que los camaradas ya olvidaron. Mientras Chilo movía la maquina para acomodar la tierra, yo casi en silencio decía: "El socialismo, se conquista peleando, peleando, peleando"
Sinceramente no veía razón por la cual, esta consigna apareció así de repente y la repetía. Ya fuera del conuco del periodista Juancho y planificando los trabajos que comenzaríamos este lunes para seguir echando adelante el proyecto, volví involuntariamente a repetir la consigna. Juancho me oyó y preguntó: ¿Fuiste ligosa?. No, no fui ligosa, pero oí esa consigna en mi tiempo de estudiante en la UCV. Hoy, simplemente se me atravesó y no sé la razón
Ya en la casa de mis viejos en Los Hatos, viendo Tele Sur, me percato que la oposición en Bolivia está rabiosa y tomó algunas estaciones de medios públicos. Me dije para mis adentros, si en Tele Sur están ahora con la "política" del diálogo en Bolivia, cuáles razones privan para que allá lo acertado sea el diálogo y en Chile, lo correcto es movilizar al pueblo con protestas y marchas.
Entiendo que una lucha es una lucha. Entiendo que las luchas sociales se tornan a veces calientes porque las contradicciones son agudas y una clase intenta desafiar a la otra. Desearía de corazón, que los opositores al proyecto de Evo en Bolivia fueran chivos mansos. Eso es lo que deseo, pero bueno también sería (digo yo), que el pueblo entienda las razones por las cuales luchan los opositores. Entender sus razones y tener consciencia sobre la razón de su lucha, refuerza las razones de la lucha del pueblo.
Cuando estaba en ese debate interno sin respuestas, se me ocurre llamar a tres amigos que están con el proceso bolivariano y que ayer fueron importantes fichas de la Liga Socialista. La finalidad era saber, cómo veían la movilización del pueblo de Chile y la movilización de la oposición de Bolivia. A medida que iba hablando con ellos, mis paticas se iban para arriba. O sea, caía patas arriba.
Los camaradas todos creían que habían que calentar más las calles de Chile y enfriar con el diálogo las calles de Bolivia. ¡Ver.....! ¿Cómo es esto Dios? Cuando me hice la pregunta, apareció de nuevo: "El socialismo, se conquista pelando, pelando, pelando".
Aún no podía explicarme mis dudas y la seguridad con las cuales me hablaron los camaradas, que ayer gritaban la consigna de LS por los pasillos de la Escuela de Sociología de la UCV, complicaron más mis dudas. Me pregunté y no tuve respuesta: ¿La vaina es conciliar en algunos sitios y en otros pelear? ¿Será que la lucha de clases también es relativa?
Insistía interiormente en darme una respuesta, pero ella no llegaba. Deseo, que los fanáticos pro-imperialista sean chivos manso porque así podemos arrearlos. ¿Deseos empreñan? Pensaba y hablaba sola: si los partidos que le hacen el trabajo a los intereses de la oligarquía sueltan sus perros rabiosos, por qué recular con el diálogo. ¿Por qué el diálogo y no la lucha? ¿Para el progresismo, el diálogo es el motor de la historia?
Se me ocurrió llamar a Pablo, que fue un estudiante que en su paso por la UDO, estuvo en Bandera Rojas y le pregunté: Pablo que me dice de Chile y Bolivia? No había terminado de preguntarle, cuando Pablo salió: "la pelea se resuelve en la calle y luego en la mesa, cuando el adversario esté boqueando"
Pensé en Chico y marqué su celular, pero desistí porque intuía su respuesta y lo que buscaba era resolver mi confusión sobre si el socialismo se conquista peleando o conciliando. Decidí luego marcarle y cuando Chico me atendió, fui al grano: Chico seguimos en la calle en Chile y qué hacemos en Bolivia, sacamos al pueblo a la calle o vamos al diálogo.
Chico se pronuncio primero, por saber, cómo estaba en Bolivia esa vaina que llamamos correlación de fuerza y argumentó: si en Bolivia tenemos fuerza vamos a matar esa culebra de una vez y cuando la culebra tenga la cabeza desguañangá y pidan cacao, lo llevamos a una mesa para colocarles los puntos sobre las íes. Pregunté: ¿Cómo crees tú que esta esa correlación? Bueno -me dijo Chico- si Evo ganó con una abultada mayoría, la correlación está bien. Hubo un ligero silencio y luego oí: No te olvides Mamanta, que el socialismo se conquista peleando, peleando, peleando.
Aún no sé y no voy a preguntarme, si Chico me tiene adoctrinada o soy yo, quien le metió en la cabeza esta vaina de la lucha de clases. La burguesía no cree en la lucha de clases, pero la ha practicado en toda su existencia.
Ahora veo, que para el progresismo de América latina, el diálogo es el motor de la historia. ¿Sera un avance? ¿Será que la lucha de clases es relativa? Sigo cargando ahora con mis dudas.