El guacharaco carro amaneció hoy gritando. Me detengo a oírlo con calma por un rato. Hoy el carrao no canta, más bien chilla. Mientras limpio unas matas de ají, que parecen tomar el perfil de cualquier ministerio con la cantidad de plagas que tiene, dejo que el carrao drene toda esta aparente felicidad que lleva por dentro.
Está un largo rato chillando: así, así, así, así es como se gobierna. Así, así, así, así es como se gobierna. Así, así, así, así es como se gobierna. Abandona por un rato esta consigna y toma la otra: No volverán. No volverán. No volverán. No volverán. No volverán. No volverán.
Me olvido de los gritos del carrao y evoco los momentos, en los cuales los ministros andaban con sus grafiquitos elaborados en Excel, mostrando que la pobreza estaba extinguiéndose. La línea ya comenzaba a taladrar al eje abscisas en el gráfico y se veía como muy esmachetada dispuesta a gritar: ¡0! No fue así. Ya no muestran estos grafiquitos, porque la pobreza volvió y florecida. Ahora tenemos dos tipos de pobreza. La material y la otra, que es peor que la material. No hemos vuelto fanáticos.
Me distraigo contemplando lo hermoso de toda esta serranía y veo, que el fiel amigo del conuquero y periodista jubilado Juancho Marcano, está muy cómodo observando al carrao con sus ruidos, que no son lo que él nos ofrece en las mañanas.
Mientras disfruto del receso, viendo las bellezas que hay del portachuelo pa´ bajo, veo venir a Pipo. No hago caso a su presencia de y muy rápidamente, él entiende que me estoy haciendo la loca. Ladra y me lo quedo viendo y me pregunta: ¿Estás oyendo?
No hago ningún gesto y él se me queda mirando. Al rato, el fiel amigo de Juancho, dice muy bajito; Mamanta, yo creo que volvieron disfrazado y volvieron de dos. Todo volvió de a dos. Pelé los ojos y Pipo se animó porque notó que dejé de ver la serranía.
Por qué Chávez irrumpió en la política venezolana, se preguntó y respondió Pipo. No fue por esa frase del "por ahora". Irrumpió porque vieron en Chávez una manera de sanear la política. Su discurso fue muy de frente contra la corrupción y contra un tipo de democracia que para entonces, era representativa. ¿Tenemos hoy algo distinto? ¿No es más representativa la democracia de hoy? Tenemos hoy dos presidente. Uno que lo elegimos a través del CNE que supuestamente está usurpando el poder y otro, que lo eligieron 4 gatos en una calle y ya se cogió Citgo y otros activos del Estado ¿Hay menos corrupción hoy?
Pipo estuvo un rato en silencio y luego dijo: los que no volverían, volvieron y de a dos. Antes la oposición hacia política denunciado la corrupción del gobierno de turno. Ahora, uno y otro se tapan y cogen de aquí y de allá. Dos corrupción, dos pobreza, dos menos democracia y dos autoritarismo. Los adecos y copeyanos se multiplicaron y están en todas partes. Tienen el don de la ubicuidad. Están el gobierno y en la oposición al mismo tiempo y con las mismas mañas.