“Cobardía: madre de la crueldad”.
Michel de Montaigne
Un buen amigo: Juan León Bazán, hombre que se mantuvo firme en las filas del PCV hasta la muerte. Por demás sincero, y además muy dado a las ocurrencias; cuando se encontraba alguna persona, de esas que mienten descaradamente, lo único que le respondía con una sonrisa picarona para no encender la discusión ¡Te voy a creer para que no te pongas bravo! Esta burla disimulada de un hombre del pueblo, me permite tratar de indagar sobre el comportamiento de los diputados: Mariela Magallanes y Américo De Grazia, quienes se marcharon muertos de risa a saborear las pizzas a Italia; uno de los emblemas de la ciudad de Nápoles.
La información del viaje aparece de manera muy escueta en la página de APORREA. ORG *. Esta fuga disfrazada de manera diplomática no produce ninguna GRACIA, y lejos de convertirlos en unos héroes, simplemente pasan a engrosar la larga lista de conspiradores y traidores a la patria, que de manera cobarde se largan, y después utilizan los distintos medios para esconder sus fechorías, como los gatos, que no quieren dejar rastros después de expulsar sus fétidos excrementos. Estoy seguro que al pedirle la opinión a un amigo, tan picarón a Juan León Bazán; me responde, como siempre lo hace en estos casos ¡Diles pendejos por eso!
¡Claro que, de pendejos no tienen absolutamente nada! Pero de valientes, lo único que poseen es el pasaporte, la visa, y la cuenta bancaria en dólares. Parece que, los verdaderos pendejos son otros; porque la mayoría de los que han atentado contra el estado venezolano, desde el inicio del proceso bolivariano,–empezando por el autoproclamado–se encuentran tranquilos y sin nervios tramando cualquiera tramoya en las calles del país, para ver si la pegan; los demás en el exterior, y apenas son enfocados por las cámaras de los medios al servicio del imperialismo, parecen unas fieras salvajes enjauladas, faltándoles poco para presentarse con el uniforme de la armada estadounidense, anunciando el “regreso” al país, para liberarlo del reeeegimen.
Todos, pero absolutamente todos los que se han marchado, no pueden justificar sus gastos en la comodidad que viven; por momentos parecen un grupo de adolescentes haciendo la primera comunión; pero, ninguno pasa una prueba en el detector de mentiras, y reunidos pueden hacer fácilmente el coro de protesta ¡la dictadura nos está persiguiendo! Desde Antonio Ledezma, hasta la magallanes, y el Américo, quien se despidió dando las gracias, pueden montar un circo, sabiendo que los payasos les van a sobrar.
Algunos de estos “perseguidos” estuvieron presentes en febrero de 1992, en el extinto congreso nacional, cuando el Comandante Chávez, intento arrebatarle el poder a las cupulas de AD y COPEI. Ese día, el engreído senador de Acción Democrática, David Morales Bello, después de pasar el susto, pronunció una frase para nunca olvidar ¡MUERTE A LOS GOLPISTAS! Esta, es, una de las tantas razones para repetir en cualquier esquina ¡NO VOLVERAN! ¿Por qué? La pusieron en práctica el 11,12,13, hasta la madrugada del 14 de abril del 2002, cuando el pueblo salió a la calle, para reponer en la presidencia al Comandante Chávez, al ser desterrado por horas: y este lejos de pagarles con la misma moneda, regreso con un Cristo en la mano sabiendo de donde salían los traidores.
Esta es la gran diferencia, entre los que arriesgan el pellejo para intentar cambiar la vida de los más pobre, respetando la vida de lo opositores, y los que aman los dólares. Chávez, reconoció el fracaso en el instante de intentar extirpar el cáncer en la sociedad venezolana, y fue derechito a parar a la cárcel de Yare, después de una entrevista exhibida por los dueños y amos del poder por los distintos medios con las esperanzas del que lanza un anzuelo: engañar al pueblo; ¡La sorpresa! ¡Los atrapados fueron otros! El pueblo despertó, y cada día con más conciencia, enfrentando a los traidores, y vende patria, quienes se quieren presentar, como perseguidos, y en el primer intento emprenden vuelo para montar su trinchera en otros nidos, con todas las comodidades, creyendo que todo el mundo se sienta a verlos para escuchar las mentiras. que aquí pasan, como un simple estornudo en una madrugada decembrina.
¡LEALES SIEMPRE, TRAIDORES NUNCA!