En Colombia asistimos a una política de terror, pánico, atrocidad, que se ha mantenido en el tiempo y la razón fundamental es que la burguesía colombiana siempre ha percibido que puede en algún momento perder la supremacía que ha ostentado todo el tiempo: el poder político. Esta es la razón por la cual la clase política no desmontará el paramilitarismo, como política de Estado. Esta estrategia del miedo, es la que utiliza el fascismo, para intimidar a una sociedad, es una advertencia permanente, es un guiño que lleva el sello de la muerte.
Escoger el mes de diciembre, para desatar la furia del martirio, es una crueldad inusual y un comportamiento demencial, por las connotaciones que este mes tiene para la sociedad en cualquier lugar del mundo. Por ejemplo, en la República Bolivariana de Venezuela, la noticia que conmueve es la entrega de la vivienda #3 millones, el sueño de Hugo Chávez hecho realidad!, entre tanto Colombia, tenemos que registrar la muerte de más de 84 líderes sociales, según el Consejero presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales de Colombia, esa es la noticia que enluta al pueblo colombiano. Mientras que la "dictadura" bolivariana, orienta a las autoridades a expandir los ideales bolivarianos en liceos y escuelas, en Colombia para evitar el enojo de su clase dominante, hay que ocultar a los estudiantes la verdad de los hechos, en caso contrario se cae en el adoctrinamiento ideológico en los colegios públicos del país, así lo hizo saber el expresidente y hoy senador Álvaro Uribe Vélez en el mes de Marzo. Mientras que el "dictador" Maduro recordaba la grandeza del pensamiento de Bolívar a 189 años de su partida física, la ONU le recordaba al Gobierno Duque que desde la firma del acuerdo de paz, la misión Internacional de esta entidad verificaba 147 homicidios, 12 desapariciones y 21 intentos de homicidios.
El Senador indígena Feliciano Valencia, manifestaba que "nos están matando por (…) no permitir la minería, no permitir el narcotráfico, no permitir la presencia de grupos armados criminales, no permitir el atropello del gobierno propio" sin lugar a dudas una semblanza sobrecogedora. El presidente Maduro, el 16 de Diciembre, destacaba que "Se ha dado el premio Libertador al Pensamiento Crítico a un gran intelectual de América Latina, al economista argentino Claudio Katz, por su obra Teoría de la Dependencia 50 años después". ¡Qué gran diferencia!
El periódico El Tiempo, hacía referencia hace unos días, a la navidad imposible en la Venezuela de Maduro, en Colombia fue la muerte la que nos impidió una navidad feliz, asesinaron a: Lucy Villareal, Reinaldo Carrillo, Jairo Ortiz, Arley Mejía S., Cristian Vitonas Yatacue, Manuel A. González, Ender Ravelo Jaimes, Richard Caicedo, Gustavo Sánchez, todos luchadores genuinos. Esto tiene un nombre: GENOCIDIO, ropaje siniestro del Fascismo. Además, desde 1998 hasta julio de 2018 fueron asesinados 1200 maestros, denunciaba Carlos Rivas, expresidente de Fecode.
Los pueblos indígenas viven un suplicio, han sido víctimas de grandes masacres como la de Caloto (diciembre 16 de 1999), la de San Pedro (diciembre 20 de 2000) la masacre de el Naya (abril 10-12 de 2001) la masacre de Gualanday (noviembre 18 de 2001), en el resguardo indígena Gran Rosario en Nariño fueron asesinados 12 indígenas Awá (agosto 26 de 2009) y en Bahía Portete-Alta Guajira, fueron asesinadas cerca de 30 personas pertenecientes al pueblo Wayuu (18 de abril de 2004), Colombia país de grandes masacres, en el quinquenio 1997-2001 se cometieron por parte de grupos paramilitares más de 74 masacres que ocasionaron la muerte de más de 1.194 personas (Verdad Abierta) y entre el 2002 y el 2010 se realizaron más de 15 masacres que dejaron 199 personas asesinadas ¿estamos los colombianos viviendo en democracia? Entonces, esta democracia tiene alma de papel. El descontento con el "paraíso prometido" -modelo neoliberal- cada vez genera más crisis y la falacia de la democracia burguesa que daría bienestar a todos, mantiene al pueblo colombiano en la calle.