El testamento político de Chávez es muy claro, preciso: el Comandante lo resume en el discurso de presentación del Plan de la Patria ante el CNE y en el discurso de despedida en diciembre: "Socialismo, contra la Lógica del Capital, cuidado con el Reformismo".
El madurismo cada día se aleja más de este mandato, si le hacemos la pregunta con la que Chávez calibraba a su gabinete: ¿En todo esto dónde está el Socialismo? La respuesta sería una mentira, una mera declaración, sólo retórica. En estos años de gobierno de sus falsos hijos el capitalismo se ha fortalecido material y espiritualmente, el Socialismo fue tirado al basurero de miraflores, y la imagen de Chávez se ha desdibujado. La conclusión es que el madurismo no es chavismo, que estos falsos hijos políticos son unos vulgares traidores a la memoria de Chávez.
De todo esto surge una pregunta ¿Dónde están los verdaderos hijos de Chávez? Los que defiendan su testamento, los que vayan más allá de su imagen y de hacer juramentos en vano; como reconocerlos. La dictadura del absurdo madurista se ha dedicado a desprestigiar a los chavistas chavistas, los acusan con saña mientras tienden la mano a trump.
¿Cómo identificar a los chavistas chavistas? Más allá de las buenas intenciones, debemos guiarnos por la enseñanza cristiana: "Por sus frutos los conoceréis". Unos se han enfrentado al madurismo, denunciando su deriva al capitalismo y su traición a Chávez, otros se apartaron de cualquier lucha política, otros son críticos tolerados por el gobierno; todos son víctimas de ataques con más o menos saña de acuerdo al peligro que representan para la incapacidad gobernante. Ese es el cuadro político, hoy no hay chavistas auténticos en las altas esferas del madurismo. No obstante es en el futuro cuando se conocerá la verdadera pasta de los hijos de Chávez. Veamos.
El madurismo está de salida, toda su actividad hoy es tratar de disimular sus estertores finales, ya no tiene nada que decir, y poco de provecho que hacer, desesperado trata de convencer a gringos y capitalistas de sus bondades, promete "ganancias compartidas", un nuevo proyecto distinto al Socialismo, tiende la mano, se arrodilla… pero todo en vano. Del norte profetizan: los días del madurismo están contados, en miraflores se apresuran a arreglar las maletas. Sólo puede mover a la escuálida masa clientelar, los embarga el temor a la Fuerza Armada, la sustituyen con unos raros colectivos que, la historia lo dice, funcionaran como un cuerpo vigilante de los militares, una SS tropical, que desaparecerá cuando la cosa se ponga color de hormiga.
Entonces, la definición de los chavistas chavistas no se hace por estar en contra del madurismo, en esa posición está todo el país, lo que va a definir, identificar a los chavistas chavistas es su posición después de la salida inminente de maduro, su preparación para ese desenlace, sus propuestas. Hoy la derecha se apresura a garantizar que la salida de maduro conduzca a consolidar el capitalismo en su forma más eficaz, la democracia burguesa, repetir el 23 de Enero, unas elecciones burguesas para "cambiar de musiu y la misma cachimba". Los Chavistas chavistas deben plantear, agruparse alrededor del testamento del Comandante, retomar el camino al Socialismo, derrotar a maduro para seguir al Socialismo, no para volver a la cuarta república, no para consolidar al capitalismo.
