Heráclito de Éfeso, el oscuro, oriundo de Éfesos, ahora parte de Turquía. En su original dialéctica consideraba el movimiento contradictorio, como lo esencial de las transformaciones.
Heráclito, el de unidad de los opuestos como el manantial del movimiento: "Todo se engendra por la discordia" En los mismos ríos ingresamos y no ingresamos estamos y no estamos".
La idea que no se puede bañar dos veces en el mismo río con la misma agua; pues todo fluye. Decía: "Este cosmos, uno mismo para todos no lo hizo ningún dios, ni ningún hombre, sino que ha sido, es y será fuego eternamente viviente que se apaga según medidas y se enciende según medidas".
Ahora, la cuestión de la reflexión nos lleva a comparar el caso de Heráclito con Chávez, así: Pretender darle un frozen (un congelado) a Heráclito, cuando toda su filosofía arde en movimiento contradictorio, bajo un fuego eternamente viviente, que se apaga y se enciende según medidas; es como intentar sofocar al ardoroso de Chávez con discursos tan helados, como las nalgas de las ranas, que sacan los del gobierno y los de la declaración final del Encuentro mundial antiimperialista.
Para salvarnos de esas musas, Heráclito, dice: "El hombre imbécil suele dejarse sorprender por cualquier discurso". Y nosotros revisamos otras opiniones, como las de Víctor Álvarez, en una entrevista radial publicada por aporrea: "El gobierno ha abdicado de la orientación socialista para abrirle espacio a este desorden con el que se está aplicando el recetario neoliberal tan cuestionado en América Latina y el mundo", ratificó.
Opina que este viraje dado por el ejecutivo de Nicolás Maduro se debe a las abruptas caídas de la producción petrolera y de las reservas internacionales. "Ni Pdvsa, ni el gobierno cuentan con fondos suficientes para recuperar la extracción de crudo y esta dura realidad ha emplazado al gobierno a cambiar su visión estatista". Así mismo agregó que, para sobrevivir a las sanciones, el gobierno proyecta abrirle paso a las inversiones extranjeras y flexibilizar su impacto en la economía. "El incentivo que puede ofrecer el gobierno a estos socios privados es ofrecerles un mayor margen en estas empresas, lo que requeriría una reforma de la Ley de Hidrocarburos y eso está planteado y por eso el enorme interés del gobierno de retomar el control de la AN".
Los pasos en esa dirección están en marcha: por una parte, maduro está gastando 12 millones de dólares pagándole a unos gringos pícaros, para hacer lobby a su favor en la casa blanca. Diosdado anunció que no le harán nada a guaidó cuando vuelva al país.
Por otra parte, el gas lo están colocando en porcentajes altos bajo el control de empresas, españolas, italianas, norteamericanas y rusas. El Estado ha reducido su participación a niveles irrisorios.
Todo lo contrario, a las medidas impulsadas por Chávez.
Sin embargo, cómo entienden ustedes que no hay dinero en Venezuela y, si es tan difícil la obtención de los recursos, como dicen los de Cagigal 762, por qué no se financian fuertemente la industria petro-química (fortalecer y diversificar Cojedes) que inició Chávez: los aditivos, las grasas para rodamiento, los cauchos, son un buen inicio.
Y si los productos de los CLAP no se importarán de Estados Unidos, Ucrania, México, y otros países [con costes multimillonarios, más la corrupción en la compra y la distribución] y se fortaleciera la agro-industria nacional (mixta estado-empresa privada); como ejemplo, se fortalecería INALSA con su producción de pastas y galletas. En esa misma dirección, fortalecer la empresa de alimentos "La Lucha", que actualmente está despidiendo a muchos trabajadores. Y la industria nacional de enlatados (del mar y del agro).
Y el dinero procedente de los impuestos (IVA y otros) se administrará desde otra perspectiva, ¡Hombre! Si se volviera a activar y mejorar el aparato industrial, tecnológico y laboral con que cuenta Venezuela, y la distribución fuera equitativa, una salida económica socialista es posible.
Sin embargo, como dijo Heráclito: "Es preciso saber que la guerra es común [a todos los seres], y la justicia es discordia, y todas las cosas se engendran por discordia y necesidad".
No hay conciliación, volver al socialismo es luchar y no podemos dedicarnos a hacer más difícil o enfriar estas salidas. No hay frozen para Heráclito ni para Chávez, sino fuego eternamente viviente que se enciende y se apaga según medidas.