"Ser feliz es una decisión."
Es común escuchar a terapeutas, consejeros y amigos afirmar que la mala suerte no existe, por tanto la buena tampoco. La dificultad de aceptar esta afirmación está en las estructuras mentales con las que cada quien filtra los eventos cotidianos. Si una persona solo percibe que le suceden eventos catastróficos o simplemente negativos y poco reconoce o valora las maravillosas oportunidades que le ofrece la vida, definitivamente el resultado de su vida será considerado de "mala suerte". Y por más que se empeñen en demostrarle lo contrario, sus esquemas mentales de representación de la realidad seguirán interpretando sus eventos como negativos "atrayendo mala suerte".
No se trata de que la persona se empeñe conscientemente en que todo le salga mal, incluso puede aceptar que su problema es de cómo percibe las cosas y querer cambiar. El asunto es que de manera Inconciente sus "memorias del pasado" o creencias filtran sus percepciones para prestar más atención a los eventos negativos que a los positivos e incluso reinterpretarlos hasta que parezcan negativos. Igual sucede con la buena suerte y el pensamiento positivo.
El pensamiento positivo atrae la "buena suerte" bajo tres mecanismos que involucran Alma, Cuerpo y Mente, que son los mismos que podrías interpretar como que atraen la "mala suerte".
Fisiológicamente (cuerpo) los pensamientos positivos, la aceptación de tu "buena suerte" y el control de las emociones negativas estimulan la glándula pituitaria para que segreguen oxitosina, vasopresina, dopamina, serotonina, endorfina y la hormona del crecimiento. Estas estimulan el desarrollo saludable de nuestras células, la potenciación del sistema inmunológico y generan una sensación de bienestar que te permite asumir con más vigor y mente abierta lo acontecido. Así que con seguridad una persona con aptitud mental positiva estará físicamente mejor preparado para asumir los retos y oportunidades de la vida.
Al contrario las personas negativas o autodenominadas "realistas" (para justificar su negativismo) estimulan su glándula pituitaria para que segreguen hormonas que empobrecen el ambiente celular provocando su mal funcionamiento reflejándose en: enfermedades físicas y psíquicas, mal estado de ánimo, desgano y perdida de oportunidades.
Por otro lado, el predominio de la aptitud mental positiva, el ver el vaso medio lleno, desarrolla en ti estructuras mentales que te permiten: captar oportunidades donde otros ven dificultades; interpretar los eventos de manera creativa con más opciones de solución; manejar las crisis emocionales con más fortaleza y mejores perspectivas, percibir más eventos positivos en tu vida y disfrutarlos como sucesos transcendentales (en lugar de verlos como el deber ser). Esto crea un ciclo virtuoso que mejora tu disposición para la vida. Al tener una visión con mayores oportunidades, eres más capaz de aprovecharlas y convertirlas en eventos felices que enriquecen tus esquemas mentales y te abren el camino a la "buena suerte". Al mismo tiempo el brillo de un cuerpo saludable y una aptitud mental positiva expresan en lenguaje no verbal tu disposición para lo bueno o como dicen atraen la buena vibra.
Por último, la física cuántica y el nuevo paradigma cuántico han encontrado afinidad científica con muchos mitos religiosos (sabidurías ancestrales) sobre el poder del alma y las bendiciones de "dios", "el universo" o como lo llamen según sus costumbres. El hecho demostrado de que a nivel cuántico (sub atómico) el mundo material no existe, solo hay energía que se manifiesta en el mundo material cuando es observado. Es decir, bajo un mecanismo complejo, nuestras conciencias generan nuestra realidad o más específicamente nuestra conciencia participa en la creación de lo que conocemos como la realidad objetiva. Por lo tanto nuestra intención tiene el poder de crear la realidad, dándole factibilidad científica a la ocurrencia de milagros, al poder de la oración, la telepatía, la visión remota, el alto mentalismo, la sanación energética, entre muchas otras. Para referencia leer "El campo" de Lynne Mctagard.
De esta manera si lo que más percibes en tu vida es lo negativo y lo consideras tu realidad, todo en el universo conspira para que seas coherente con tu visión de la realidad. Según este paradigma todo lo que percibes es creado por tu mente, así que lo que te sucede es solo un reflejo de tus miedos, falencias o excesos (como es afuera es adentro). Todos los "otros" que intervienen vienen a mostrarte un espejo de tus pensamientos.
Como ejemplo: después de 32 años de peleas con mi esposa, me dispuse a tratar de entender como era que yo era el responsable de la ira diaria de mi esposa. Encontré que no me amaba lo suficiente pues no era capaz de decir que no aun cuando no quisiera, si se trataba de servir a los demás. Esto me hacía sentir que no tenía el control de mi vida por lo que odiaba que mi esposa actuara como una madre severa. Cuando entendí esto, decidí asumir el control de mi vida y desde allí mi esposa mágicamente dejó de gritarme y si lo hace, simplemente, asumo el control y hago lo que determine mi conciencia, sin ignorarla dejo que ella encuentre su magia y decida ser feliz.
Ahora si podrás entender que "ser feliz es una decisión", es una manera de ver las cosas. Que la buena suerte es un reflejo de un cuerpo, mente y alma sanos. Desde el instituto de Psicobioemoción Aplicada te invitamos a fortalecer tu aptitud mental positiva siendo agradecido por todas las bendiciones, sin juicios ni culpas y amando al prójimo como a ti mismo, viviendo cada instante como si fuera el único pues el momento presente es lo único que tienes para vivir. El pasado vive en tus creencias y el futuro es solo una promesa.