"No hay nada más fácil que el autoengaño.
Ya que lo que desea cada hombre
es lo primero que cree"
Demóstenes
El hijo de una destacada revolucionaria ya fallecida, preparó en días pasado una pequeña reunión para celebrar el cumpleaños de uno de sus hijos, y en medio de la agradable tertulia, se consiguió con una sorpresa: el suegro de un hermano, quien forma parte del valioso batallón en defensa del proceso bolivariano, salió con una inocentada, que solamente existe en la mente de las personas atrapadas por la poderosa maquinaria mediática del imperialismo. El señor, tiene en mente la presencia en el país, de dos presidentes, poniendo como argumento para reconocer al monigote de Guaidó. el recibimiento del gobierno del Canadá
El trabajo en las redes sociales, produce estos resultados tan sencillos y preocupantes, que sobran los ejemplos para demostrar, como atrapan a las personas, y en un santiamén ponen a grupos de personas en estado de shock, y por eso, es, tan importante, leer el cuento del premio nobel de literatura Gabriel García Márquez (AQUÍ VA A PASAR ALGO) porque nos permitir entender, como crean una maraña para utilizarla, como si estuvieran cazando mariposas. Todos los comentarios, especulaciones y cuanta información es lanzada a la calle, va contaminada con el veneno más sutil, inventado para tal fin, buscando desconcertar a un sector de la población, hasta llevarlo a un estado dubitativo, y muchos de ellos llegan a creer en falsedades imaginables, que ni remotamente tienen alguna chispa de veracidad; dando origen a los llamados autoengañados compulsivos, como si hubiesen recibido un golpe de nocaut.
Está por demás repetir, que el autoproclamado no lo eligió absolutamente nadie, pero eso, queda en segundo plano, porque todo estaba totalmente planificado por el aparato mediático del imperialismo. Por eso, dicen, que ningún crimen es perfecto, o para hablar en términos más criollos, al mejor cazador se le escapa la libre. El gobierno estadounidense al colocar un monigote, o como dice un amigo: ¡Guaidó, es un verdadero mamarracho! Nunca pensó el gobierno estadounidense que el payaso les iba a desbaratar parte de las inventivas recientes para engañar a los venezolanos; por algo el pistolero Donald Trump, desempolva la opción militar antes los fracasos del títere, quien no consigue argumentos para crear nuevamente las guarimbas.
El tal autoproclamado, perdió casi todo lo que había ganado; parece que nada lo detiene en la caída, y ahora no sabemos para donde le van a preparar la gira, y ni siquiera sé puede devolver en sus macabras intenciones; ahora sé le escuchan los alaridos propios de un lobo en la media noche. Puede seguir pidiendo medidas coercitivas contra el país, pero la patraña ha quedado totalmente al descubierto. El imperialismo en su renovación constante prepara mentalmente a los habitantes donde va intervenir. En Irak inventaron lo de las armas químicas, y después por ninguna parte aparecieron, pero el daño estaba hecho. En Venezuela se lanzaron con un parapeto, y les ha significado un peso muy grande, al tener que seguirlo amamantando, porque de lo contrario es reconocer su propio error, y fracaso dando al traste con todo el andamiaje.
A través de la historia, se conoce que el imperialismo ha apoyado cuanta dictadura aparece, y ahora se encuentra en contra del "dictador" Nicolás Maduro. Esto no lo entienden los opositores, y menos el grupo de autoengañados, porque sencillamente han sido atrapados mentalmente, y en estos casos, es, muy difícil echar atrás la manera de pensar de una persona con tanta debilidad. Los métodos van cambiando en busca del mismo objetivo: la dominación. Esperemos la próxima actuación del presidente rebuscado; apareció para cumplir con una tarea, dejando autoengañados, como barcos a la deriva, pero muy peligrosos, porque están totalmente convencidos, que la solución a todos los males depende de una invasión gringa, y están dispuestos apoyarla, como muchos religiosos ciegamente frente a un altar. Creer en lo que otro sabe, que no es verdad, pero lo utiliza para manejarte, es dar muestras de extrema debilidad, como persona.