Solamente un poco de sentido común desbarata las últimas acusaciones del gobierno de Trump referente al “narco-terrorismo” de Maduro, involucrándolo en el tráfico de droga a una gran escala. Según Washington el llamado “Cártel de los Soles” dirigido por Maduro y Diosdado Cabello ha inundado el mercado norteamericano de la cocaína. Esto es literalmente imposible. El tráfico de droga es por naturaleza una operación clandestina. ¿Hay en Colombia o México un jefe de un cártel de drogas que sea una figura pública? Además, la historia de ese negocio demuestra que conduce a guerras sangrientas constantes entre “las “familias” mafiosas o los cárteles de droga que llegan a ser de conocimiento público.
Solamente hay que ver la película el “Padrino” o leer en Wikipedia acerca de los cárteles mexicanos y colombianos. Wikipedia provee un gran número de hechos específicos acerca de los líderes de los cárteles referente a sus operaciones, por ejemplo, las rutas, etc. Luego trata de buscar información equivalente acerca de Venezuela. No aparece. ¿Por qué? Porque no existe. Y los medios de comunicación corporativistas norteamericanos, que hacen tanto chequeo de hechos sobre las aseveraciones de fake news de Trump contra los políticos del partido Demócrata, se mantienen silenciosos sobre los cargos obviamente falsos en contra del gobierno de Maduro.
Además, al ofrecer 15 millones de dólares por información que conduce a la captura de Maduro por ser un narco-terrorista, el gobierno de Trump está explícitamente mezclando la guerra contra las drogas y el terrorismo con los objetivos políticos. Esto es insólito y peligroso porque resta de la seriedad de los esfuerzos de combatir tanto el tráfico de drogas como el terrorismo, un esfuerzo que tiene que ser necesariamente apolítico. En caso contrario pierde credibilidad. Obviamente Trump y sus aliados están despreocupados acerca de esas consecuencias no deseables.
