El periodista Juancho Marcano se encontraba sentado en una silla del garaje de su residencia y observando la preciosura que mostraba una planta de cala a través de una flor color púrpura. Muy cerca un par de guacharacas vinieron como de visita y para hacerse notar, comenzaron su concierto desafinado de sus cantos que, a pesar de eso, alegraban los aledaños de la casa.
El reportero una vez que dejó y oír lo que estaba a su alrededor, se ocupó de leer mensajes y noticias a través de su celular, lo cual le angustiaba, pues dentro de todo la crisis que ha agravado la pandemia, no encontraba una luz que le señalara el final del túnel, y más aún cuando pudo observar un video donde dirigentes políticos discutían, a través de dimes y diretes; cuando el momento histórico lo menos que necesita es eso, sino que la idea es trabajar mancomunadamente, ante los azotes que nos da el látigo de un enemigo que es muy pequeño, pero que nadie ve, que es sumamente peligroso y muy mortal.
El perro Pipo que se encontraba en el conuco, hizo su entrada y se dirigió al sitio donde se encontraba Juancho leyendo y como lo notó como preocupado, le comentó e interrogó:
- Juancho te cuento que el conuco está más triste que novia que dejan plantada en la iglesia, si las caricias de la lluvia no llegan pronto, habrá mucho que lamentar ahí. Por otra parte, te pregunto: ¿Por qué estás preocupado?
- El periodista observó a su perro, y también a sus gatos (Rockyto y Rockyta) que dormían plácidamente, y luego contestó:
- Sucede Pipo, que los hombres no queremos aprender de estos trágicos momentos, que nos indican que lo primordial ahorita es la vida de los habitantes, que toda esa insulsa y estéril diatriba política, hay que dejarla a un lado y demostrarle a la patria que tanto unos como otros, están dispuestos a luchar unidos por el bien de todos los venezolanos. Así de simple.
- Qué triste, si no se ponen de acuerdo para defenderse ustedes mismos, mucho menos van a defender y a proteger a los animales y las plantas, dijo Pipo.
- Es verdad, dijo Juancho, y siguió leyendo las noticias en el celular.