¿Puede haber en el mundo algo
más espantoso que la elocuencia
de un hombre que no habla la verdad"
Carlyle
El título de este artículo lo saco de la combinación de uno y otro escritos publicados recientemente por dos profesionales en un diario digital de Acarigua –Última hora– el economista Jorge Cárdenas (Llegó el comunismo) y la profesora Carmen Montero (La peste china) quienes siguen viendo el comunismo hasta en el espejo, cuando se acercan a peinarse, por no decir la sopa, porque los ingredientes están muy caros para preparar un suculento cocido, como los hacen en el llano; parecen dos discípulos de Donald Trump.
Con razón, muchas veces escuchamos un refrán o dicho: ¡Dios los cría y el diablo los junta! Estos dos enfermizos opositores siguen monolíticamente unidos–políticamente– como matrimonio de almas, cuando se conocen en un ancianato. Cárdenas, es muy "sincero", aunque un amigo dice, que se pasa de inocente, porque precisamente la columna que escribe la identifica, como para no seguirla leyendo, con el puro nombre basta (TIP ANTICOMUNISTA). Por su parte, la profesora Montero, parece que acudió a una de esas clases "magistrales" que dicta Donald Trump, y de ahí salió convencida, que el virus de la pandemia, fue creada en un laboratorio chino; faltándole copiar la receta presentada hace poco por el mandatario, y de esa manera se "inmortaliza" ayudando a erradicar el coronavirus.
En estos momentos de pandemia estamos viendo los sobresaltos del capitalismo, cuando empiezan a quedar millones de personas desempleadas, y por lógica el centro mundial del capital y los grandes monopolios va a necesitar toda la experiencia y sabiduría de los economistas para devolver la tranquilidad a los desesperados inversionistas, y nadie más que Cárdenas, para acercarse a New York, y empezar exprimirse el pensamiento para ver, como tapa las troneras que van a quedar abiertas, como verdaderos cráteres, tan igual a los dejados por los bombarderos gringos al invadir países en busca de petróleo. ¡Nada que ver con el comunismo! Ni allá, ni aquí.
Por su parte la profesora Carmen Montero, tan dada a contar episodios fúnebres del pasado, se le presenta una brillante oportunidad por partida doble, algo nunca visto; puede llegar a integrar el equipo del FBI, la CIA, nombrados por Donald Trump, para saber la fecha, y hora, cuando los chinos –según– ella, dejaron en algún sitio de manera malintencionada el virus, que tiene en jaque a la humanidad, hasta convertirse en una peste, como señala alegremente la docente. Para completar su brillante idea, algo que debe cargar en su cabecita, pero no está demás reforzarle la iniciativa, le recuerdo montar rápido una botica con sus respectivas receticas a base de los desinfectantes a lo Trump.
Por mi parte les deseo buena suerte, y espero el resultado de sus aventuras por el norte, a estos sobresalientes opositores para hacer mi reporte de manera sincera y dar a conocer la buena noticia, que, en la oposición, no todo es bla bla bla, sino que hay personas brillantes esperando solamente el llamado de Donald Trump, por recomendación de Guaidó, para detener la debacle del capitalismo y las muertas a cada instante por la pandemia del coronavirus.