Los gobiernos que han producido leyes contra los sentimientos han sido intoxicados por el fanatismo y la arrogancia, y siempre propensos a la crueldad. Ya lo sabemos, la historia lo demuestra, esas leyes serán siempre señal de rumbo a la barbarie.
Aquí en Venezuela un insólito organismo del Estado, la constituyente del madurismo, parió una ley contra el odio. El hecho anunció la profundización de la represión selectiva en el país, y el terrible presagio se está cumpliendo. Aunque es complejo hablar a profundidad sobre los sentimientos (ese tema es tarea de filósofos y poetas) es necesario considerar los sentimientos desde la política para intentar comprender la esencia del madurismo.
En la política venezolana hablar de odio es hablar de amor, y a su vez hablar de amor es hacerlo del odio. Por ejemplo, unos aman a trump, a los gringos, al comando sur, y odian a Chávez, al Socialismo. Otros, los maduristas, más claros en sus objetivos, odian a Chávez (aunque encubiertos), odian a guaidó, a mariacorina, y aman al poder por sobre todas las cosas. Entonces, una ley contra el odio es también una ley contra el amor, todo depende del punto de vista. Veamos.
Por un twitter se lleva a los tribunales a alguien, allá juzgarán cuál es su odio y cuál es su amor, y con esta consideración lo condenarán. Él puede odiar a lo permitido, a lo que "maduro diga": a los colombianos, a trump (a veces sí, a veces no), a los trocheros (a veces sí, a veces no), a Rafael Ramírez (siempre)… y debe amar a lo que "maduro diga" que hay que amar: a Saab el agente especial, a las faes que mata más que el virus, a las mentiras que diariamente llueven desde miraflores, al gabinete de sombra. Pero si odia al gobierno de maduro que acabó con el salario, con las medicinas comprables, con la alimentación segura, con el empleo, al gobierno que tiene preso a cientos políticos militares y civiles, en ese caso será condenado. Si ama al gobierno de Chávez traicionado mil veces por esta cúpula, si lo añora, entonces será condenado.
Los jueces no pueden buscar el material para la sentencia en la jurisprudencia, en los textos jurídicos, sino en los discursos de maduro y el programa de diosdado, allí está la clave del odio y del amor, sólo después se puede aplicar la rara ley del odio, que ya vamos entendiendo es la ley que justifica la represión selectiva del madurismo, que la otra la represión masiva, la burda, la realizan sin ley, el que dude que le pregunte a las víctimas del faes, o la matraca en las alcabalas.
Las tiranías siempre se sostienen sobre crueldades, la historia está llena de ejemplos. En su delirio represivo, elevan lo que al principio parecía un despropósito al nivel de ley natural, así arrastran a segmentos de las masas al fanatismo, a la persecución étnica, a la cacería de brujas, al linchamiento de los "traidores a la Patria", a justificar los campos de concentración.
Esa ley contra el odio es una ley torpe, fascista, debe ser derogada junto al mal gobierno que la parió y debe hacerse ya antes de que el daño sea mayor.
¡Patria Socialista o Muerte… Venceremos!
¡SIN SOCIALISMO NO HAY PATRIA!