Mamanta, el jueves en la noche tuve un sueño. En el sueño Mamanta, vi a Carola, bajando de cerro Pelón de Tacarigua con un bojote de leña de guatacare y palo blanco. Fue un sueño simpático aunque un poco largo, pero un bonito sueño. Mamanta, todo lo que uno ve con Carola se ve bonito. Imaginate Mamanta, que Corola ve hoy los patios productivos en Margarita, como una cosa extraordinaria y revolucionaria, cuando en la Margarita de ayer, porque la situación era muy jodida, todas familias en los pueblos tenían chivas, gallinas, patos, patas, puercos, pavos y matas de todo tipo en los corales. No falta Mamanta, ni una mata de Ziziphus mauritiana y ni de tamarindo. Carola con su bello humor hace milagros y hasta cosas que nos aprecian desagradables, hoy son palabras sublimes.
Pero volviendo al sueño Mamanta, Carola andaba como Chila. ¿Te acuerdas Mamanta Chila?
No Chela, no me acuerdo de Chila. Yo soy gracitana.
Mamanta, Chila era la mujer de Changuito, que vivía de buscar leña y frutas en los cerros para venderlas. Carola en el sueño Mamanta, venía bajando cerro Pelón con su tabaco en la boca y el único detalle que le faltaba a Carola para verse como un auténtico retrato de Chila la de Changuito, era la burra, que siempre la traía ful de mango y mamey.
Mamanta ese sueño así, fue una fina estampa de la Margarita de ayer. El sueño fue largo, pero "guenisímo" Mamanta. Fíjate que no se cómo, pero luego en el sueño, la vi pilando maíz. No lo hacía en un aparato eléctrico de esos que muelen todo. Mamanta, la vi en un pilón y agarraba esa mano e pilón y dale carajo. Ver a Carola cantando en mi sueño, era un espectáculo. Cantaba, casi como Morela Muñoz: Io, io ...Dale duro a ese pilón/Io, io, io ...Que se acabe de romper/Io, io en el monte hay mucho palo /mi papá lo sabe hacer/Io, io"
Detrás del fogón, Carola tenía su troja también. Igualita a las trojas de antes donde la gente de Margarita, guardaba el maíz producto de la cosecha y de la agüita que por temporada caía.
¿Te imaginas a Carola con el tabaco en la boca, una cayena en la pata de la oreja y entonando este canto de pilón, Mamanta ¿Te imaginas Mamanta, cómo será el fogón de Carola? ¿Sera grande? ¿Chiquito? Las abuelas de antes tenían un fogón grande y un fogón chiquito en la cocina. El grande era para cocinar en una paila, el maíz que se guardaba en la troja y el chiquito para poner la panita y hacer el café y los pingos.
Tremenda plancha eléctrica que se gastaba la Carola Mamanta y si te contara de la tremenda cocina eléctrica que le vi en el sueño a Carola, igualita a una que Güicho vio en una tienda en El Sambil de Pampatar. En el sueño Mamanta, muy cerca del fogón de Carola y en una repisa, vi (en el sueño) muchas bolsitas de cachapa. No cachapa de la tacariguera metida en pote como decía la canción. No Mamanta, cachapa y harina pelucona y por eso, después de despertar del sueño, sufrí mucho, porque sé que Carola es una de esa madres que hay en Venezuela que pasan hambre que jode.
Afortunadamente Mamanta, Carola recibe puntualmente su caja CLAP toda la semana con leche, pollos, carne rojas, pescado, harina y muchos granos. Toda la semana Mamanta, cómo la reciben todos los hogares margariteños y no como dicen "argunos" mal intencionados, que las cajas CLAP llegan cada dos o tres meses. Gracias a Dante, recibimos semanalmente esas cajas Clap.
Esto de la bolsita de cachapa fue una traición de mi subconsciente en el sueño Mamanta. Sabemos, que si Carola llega a comer cachapa, es de su siembra porque el agua en Margarita, que hace 15 años llegaba cada 15 días, ahora llega cada 35 días por la guerra económica y las sanciones. Las crónicas que siempre nos relata el periodista tacariguero Juancho Marcano deben ser mentiras. Juancho nos habla siempre como el sol y la falta de agua son puñales que se clavan en el corazón de las maticas, Carola siembra de todo porque tiene como un sistema de riego pegado a la tubería que siempre tiene agua y no arruga Mamanta.
Fijate Mamanta, que Irán que nos vendió gasolina tiene sanciones y guerra económica y vende gasolina. Irán que un país acosado por los gringos hasta exporta supermercados. Ya nos montó uno.
¿Mamanta, sabes qué pasó con la siembra petrolera de Chávez? ¿Sabes qué pasó con su proyecto de Gas? No me digas que no sabes. Qué me dice Mamanta. Estas muy silenciosa, como caimán en boca de caño. Cómo es que allá sí y aquí no. Ese asunto no cabe en el "inventamos o inventamos" de Carola. http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/chavistamente-arrugar-es-perderse/#.Xy24jH7B-1s
Ahora ni gas ni gasolina y para la amiga Carola, es un salto cualitativo en la "revolución" volver al fogón, que de paso, no es ni novedad porque aquí, las familias siempre tienen su fogón y su parrillera encaletada en el fondo para los sancochos y los palitos, que ya también pasan como un gran lujo. Las piñatas que veíamos en Margarita con las múcuras de El Cercado, se acabaron.
Mamanta, se me olvidaba decirte, la pinga de parrilla eléctrica que en el sueño le vi a la camarada Carola, no en el fogón. En el sueño metí el ojo y vi una parrillera eléctrica de esa que son capaces de servirte el plato de una vez.
Mamanta, no me has dicho nadita. ¿Qué tienes?
No sé Chela. En verdad tengo la impresión que Carola es como tu dice, una Chila que la "revolución" nos las regresó. Volver al fogón y buscar leña para tener el fogón ardiendo, es hoy revolucionario. Me parece muy revolucionario Chela, que la Margarita de ayer, que a mi me encanta recordar y vivirla en el recuerdo con sus patios productivos y sus conucos en los cerros, sea hoy la imagen perfecta de la revolución. O sea Chela, Margarita hasta los sesenta del siglo XX, fue una isla revolucionaria. Teníamos fogón y teníamos patios productivos.
Puede ser bueno Chela, volver al fogón, pero no fue esa la revolución que pensó Chávez con la siembra petrolera, su proyecto de Gas, su faja del Orinoco, sus puentes sobre el Orinoco para integrar al país productivamente. Todo eso, que la corrupción se tragó con el concurso militante de la oposición y de los gringos, no fue posible sólo por las sanciones y la guerra. El fogón de ayer que volvió, no es realidad hoy, sólo por las sanciones, la guerra económica y porque Dante le quitó el negocio a los bachaqueros del gas.
Ya me imagino Chela, la casa de Diosdado, la de Jesús Farías, la de Aristóbulo, Lacava y de otros líderes de la revolución con su fogón prendido. Me imagino Chela, Diosdado viniendo al Furrial a buscar leña para cocinar. Me lo imagino Chela, llevándole su bojotico de leña a otros camaradas de Caracas. O sea Chela, es la igualdad perfecta.
Mamanta, ¿Carola es Margariteña?
No sé Chela, si lo es, debe ser del Sambil para acá. No supo que Margarita en eso de patios productivos fue de avanzada en el siglo XX.