¿Quo vadis Diosdado?

Iba camino de Miraflores cuando una voz que parecía salir del Cuartel de la Montaña, lo increpó: ¿Quo vadis Diosdado, por qué dejas que falsifiquen mi legado?

Es inocultable la honda crisis de fractura que el madurismo padece. Los que ayer eran maduristas acérrimos, con programas de televisión y membrecía en la constituyente, hoy saltan por la popa; por la proa brincan los acomodados más avisados que sienten que este cuento se acabó; por estribor y por babor, lo hacen los que descubrieron la estafa. Los agónicos llamados a la unidad no son dique que contenga el derrumbe, sólo anuncian el deterioro. En este paisaje regresa diosdado de su enfermedad, viene menguado físicamente, es comprensible, y regresa políticamente debilitado en una encrucijada que le exige definición y decisión. Veamos.

Sus compañeros de promoción fueron pasados a retiro, indudablemente perdió fuerza militar. Asimismo, la constituyente, "poder por sobre todos los poderes", en los últimos días ha sufrido duros golpes que le hicieron perder majestad y vigor. Se han fugado constituyentistas que eran emblemáticos, y esto causó un descubrimiento de que la Constituyente estaba desnuda, sólo había servido de sicario del madurismo, no había cumplido ni un milímetro de su deber y de las promesas, y además pasará a la historia por unas leyes de dudosa reputación. Para colmo, el copresidente decreta su disolución, y diosdado el presidente del cuerpo recibe órdenes en público dejando ver la dependencia de Miraflores y lo precario de su mandato. Así viene diosdado, disminuido en lo militar y en lo civil.

La inocultable pelea en el bergantín (barco pirata) del madurismo limita con el motín, los luceros tratan desesperados de tapar las grietas del casco sin mucho éxito. La situación de diosdado en esa escaramuza es incierta. Se puede barruntar que cuenta con el apoyo, por ahora, del copresidente; se puede aventurar que tiene aún fuerza militar, hasta se puede pensar que conserva influencia en el maltrecho partido, pero no sabemos cuál será su próximo movimiento, sólo caben conjeturas.

Puede diosdado pasar sin pena ni gloria, pasivo esperar que otros decidan su futuro, quizá cansado termine en una embajada en Centroamérica; o puede ser activo, reaccionar para cumplir su destino. ¿Cuál destino? El que espera de él el Comandante Chávez: "que sea leal de verdad verdad a su pensamiento", que bastante lo conoce, que suficiente sabe cuándo y quiénes lo falsifican, que no permita que este desastre en que convirtieron su obra sea recordado como Chavismo por las generaciones futuras, que se sepa que hubo quien, como el 4 de febrero, levantó una bandera de dignidad.

Diosdado tuvo varias oportunidades históricas de ser verdadero chavista, está es la última, nadie puede actuar por él, sólo él puede decidir con su conducta cómo pasará su nombre a la historia: como un centauro digno de 4 de febrero, del juramento del Samán de Güere, o permitirá que el Comandante Chávez sea crucificado de nuevo.

Ojalá, por el bien de todos y por el bien de su alma, en esta oportunidad diosdado se yerga sobre su propia historia y se transforme, ahora sí, en leyenda revolucionaria. En ese empeño, estamos seguros, contará con los modestos esfuerzos de lo mejor de este pueblo.

¡Salve Chávez, los que van a defenderte te saludan!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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