"Como es más lo que ignoras

que lo que sabes,

no hables mucho"

Raimundo Lulio

Atacar el proceso venezolano, ya parece una competencia entre opositores, resentidos, renegados y los descarados mercenarios pagos por el imperialismo, más uno que otro con sentido de la crítica sana en busca de solución a los problemas venezolanos. Es tal el grado de acoso y persecución contra el gobierno del legitimo Presidente Nicolás Maduro, que ahora se empiezan apoyar en Cuba para enfilar sus baterías cargadas de odio, contra un proceso relativamente joven, en comparación con el cubano, el cual pasa los 60 años brindando solidaridad y humanidad a los pueblos del mundo.

Cuba socialista, acaba de presentar la vacuna contra el Covid–19, bautizándola orgullosamente (LA SOBERANA 01). Ese hecho tan importante y trascendental en la farmacología latinoamericana, lo están tratando de convertir en un punto de comparación para seguir denigrando del atacado proceso venezolano, el cual comenzó por la vía de los votos, mientras que en el caribe cubano triunfaron con las armas en las manos, y como dice la canción del fallecido cantautor Carlos Puebla (Y EN ESO LLEGÓ FIDEL) y con la primera parte del mensaje aclaró bastante de lo que pasaba en ese país: "Aquí pensaban seguir /Ganando el ciento por ciento /Con casas de apartamentos /Y echar al pueblo a sufrir /Y seguir de modo cruel /Contra el pueblo conspirando /Para seguirlo explotando /Y en eso llegó Fidel".

En nuestro país para seguir con su desenfrenado ataque, buscan agarrarse, hasta del mismo bigote del Presidente, como lo hizo un acérrimo opositor, en un justificado momento de dolor por la muerte de un sobrino, por la acción vil y criminal de unos funcionarios del FAES. Se presentan casos, que nos dejan –como dice –un amigo ¡sorprendido! para ponerle una sobredosis a sus especulaciones. Exponen argumentos, que no sabemos, si, callar, reír o simplemente entender, que las estupideces muchas veces forman parte de los equivocados; acostumbrados hablar, como los tornados, cuando pasan, sino destrozan dejan sus huellas marcadas.

La realidad política de Cuba, es única en América Latina, porque a pesar de encontrarse apenas a 90 millas marítimas del coloso imperial; un gigantesco monstruo lleno de odio y maldad, es atacado por el coronavirus, como las fieras salvajes, cuando se encuentran a los más débiles de su fauna indefensos, porque, a pesar de los inmensos recursos robados a naciones más débiles, todavía no han podido presentar la vacuna para aplicársela a su mismo pueblo, y de hacerlo, ya sabemos el grado de comercialización y especulación propia del capitalismo salvaje, y por supuesto no está al alcance de los pobres, que ya pasan de 40 millones.

¿Por qué no hacen esa comparación, cuando todos sabemos, como se engendraron esos procesos? Entre intervenciones, invasiones y golpes de estados, los gobiernos de Estados Unidos han manchado de sangre, una buena parte del mapamundi, y en todos se han llevado una gran botija, dejando de paso en la mayoría de esos países, sus bases militares para seguir usurpando el poder y exprimiendo las riquezas, pero a pesar de ello, están presentando cifras aterradoras marcadas por la pandemia, y la gran desigualdad social; mientras Cuba socialista, bloqueada y todo, desde el mismo momento del triunfo de la revolución, presenta orgullosamente avances en la medicina; sin olvidar que en las primeras de cambio tuvo el apoyo de la Unión Soviética de manera incondicional, hasta que llegó la desunión; no podemos olvidar, lo que se conoce como la crisis de los misiles, o los trece días de octubre de 1962, que casi desencadenó la tercera guerra mundial.

Venezuela, es un capítulo muy reciente, atacada por una verdadera Jauría, comandada por los últimos presidentes que se han turnado en la Casa Blanca; diferenciándose del gobierno cubano, en un punto esencial y vital: llegó por la vía de los votos, respetando todas las reglas burguesas, el cual les han servido a los opositores para atacar sin pausa, y sin piedad con una estrategia definida: jugar al desgate con el bloqueo, y cuanta acción criminal ponen en práctica, aunado a una corrupción heredada de los gobiernos de AD y COPEY con la complicidad de muchos que se involucraron en el proceso para vivir como parásitos, mas no para servir a sus semejantes.

Lo triste y lamentable de la mayoría de los opositores, es que se alegran con las calamidades de los venezolanos, al lado del gobierno de Trump, y sus secuaces, cuando vociferan a mandíbula abierta de seguir arreciando las medidas coercitivas, y en medio de ese ataque virulento, se necesita un alto grado de conciencia para apartar el excremento, que entorpece cualquier acción para avanzar. La gran verdad, que tratan de esconder los ponzoñosos, es que apenas triunfo la revolución cubana cortó de raíz la voracidad del capitalismo, poniéndole las manos a la producción de medicinas; mientras en Venezuela, se ha respetado a los que no respetan, ni al gobierno, ni al pueblo con unos precios criminales, y cuando los apuran aparecen con los chantajes de abandonar e irse con el negocio de los medicamentos a otra parte. Bienvenida LA SOBERANA 01 cubana, porque estoy seguro va a beneficiar al pueblo venezolano en un momento de acoso por parte del imperialismo sus títeres, y la pandemia.