Cuando desaparecieron a Jorge Rodríguez, aquella izquierda muy chiquita, junto a la Liga Socialista, que fue más pequeñita todavía, se engrinchó toda. Rápidamente como Goliat, esa izquierda chiquita, salió a reclamar por la vida de Jorge. Octavio Lepage, que en ese entonces era ministro del interior, ofreció unas declaraciones muy escuetas y huidizas, pero dijo algo.
Chela, hoy gobierna una izquierda muy grande y salvo, una raquítica declaración de Tarek Williams Saab, este gobierno con esta izquierda muy grande, guarda como un silencio con un ruido muy contradictorio y curioso, en el caso de Carlos Lanz.
¿Carrao, hacia qué puntos vas con esto?
A decir verdad Chela, no voy intencionalmente a ningún lugar. Desearía ir al lugar donde cada hombre y mujer de izquierda vaya con esta historia de vida de aquella izquierda chiquita y la vida de esta otra izquierda grande. Cada vez Chela, siento más orgullo por aquella izquierda chiquita, loca y desatinada. Cada vez y como dice esa canción, son mas las cosas o situaciones que me separan de esta izquierda grande, poderosa y con mucha gente.
Ayer esta izquierda chiquita sin el 1% electoral formaba tal escándalo cuando AD y Copei desaparecían a un militante de izquierda. Esa izquierda chiquita se volvía un huracán reclamándole al gobierno, cuando sucedía una desaparición de un dirigente de izquierda. El país se pintaba reclamando por la vida de estos dirigentes y las universidades públicas se agitaban. Hoy tenemos una izquierda muy grande y muchas más universidades públicas, pero mucho silencio en esta izquierda tan grande.
Algunos aparecían destrozados y otros, no se vieron más, pero la lucha por la vida de un cuadro era intensa.
Oí con mucha atención Chela, las historias que nos contó Mamanta sobre estas desapariciones. Recuerdo, las anécdotas en el caso de la desaparición de Noel Rodríguez. En ese momento, nos contó, que aquella izquierda chiquita tomó la sede del colegio de médicos que estaba en la Tres Gracias, muy cerca de la UCV y ahí se tendió en una huelga de hambre por la vida de Noel Rodríguez.
Quiero y mucho esa izquierda chiquita, equivocada, absurda que en alguna parte peleaba por un contratico colectivo de algunos trabajadores y no esta izquierda tan grande y poderosa, que acabó con esta conquista de la contratación colectiva. Una izquierda tan grande, que no parece preocuparse por la situación o condición de desaparecido de Carlos Lanz, no me suena bien.
Extraño a esa izquierda muy chiquita y no a esta muy grande, que gana muchas elecciones y para qué Chela. Para qué.