"La gente no busca razones
para hacer lo que quiere hacer,
busca excusas"
William Somerset Maugham
No es fácil saber, quién utilizó por primera vez la palabra MADURISMO, vocablo por demás repetido para tratar de crear una barrera entre el mandato del ex Presidente Chávez, y el Presidente Nicolás Maduro, y de esta manera achacarle todos los males al valiente Maduro. La razón no es otra, así, traten de buscar los miles de excusas para seguirlo atacando; nada raro en este momento, porque el mismo ex alcalde de New York, Rudy Giuliani, se le salió una para arremeter contra el gobierno venezolano, tratando de justificar la evidente derrota de Trump. No conforme con bloquearnos, nos culpan de cualquier fracaso en su propia tierra sin tocar el capitalismo, como para reír en tiempos de pandemia.
La palabra madurismo, la cargan en la boca, como una chupeta: Marcos Luna, Javier Antonio Vivas Santana, y Rafael Ramírez Carreño entre los más desbocados a la hora de atacar al mandatario con el apellido de manera despectivo, pero tan maduro que ha sabido sortear cuanto ataque le han lanzado. Estos tres articulistas, han planificado a partir de esa expresión, su punto de partida para descargar todo el veneno posible, mientras ocultan todo el daño hecho por la administración de Trump, y lo hacen con cara de santitos, como si estuvieran en una iglesia escuchando la homilía de uno de los tantos representantes de la CEV, con la hipocresía solapada de un Baltazar Porras.
Nadie puede negar la manera tan sabía y dinámica de actuar el aparato mediático del imperialismo; son incontables los casos donde queda demostrado, que los millones de dólares invertidos en crear la anarquía, la desidia, hasta convertir personajes del mismo proceso bolivariano en feroces enemigos con una sola consigna ¡El madurismo acabó con todo! ha funcionado, como si estos hubiesen estado en esa corriente haciendo el papel de maniquíes, y al salirse adquirieron el movimiento y el pensamiento para terminar dándose cuenta de todos los errores cometidos en este gobierno del cual formaron parte, y no precisamente de vigilante de cafetín. Porque así, todo parece muy fácil, en medio de la confusión.
Lo que no entienden estos "nuevos" observadores del pasado y presente del acontecer nacional, es que nadie se chupa ese caramelo, como lo están haciendo ellos con la palabra madurismo. El enemigo está presente en todos los rincones del país, de distintas maneras en una sola dirección, con un objetivo muy bien trazado y con el arma por demás poderosa, el cual repotencian todos los días: el dólar, y mientras sigan con el mismo discurso; las palabras lejos de propagarse, como malintencionadamente lo desean, las van a seguir viendo caer a sus pies, hasta encender la hoguera para finalmente convertir en cenizas el odio, que no los deja razonar. Recuerden que el imperialismo tiene una tarea muy diabólica, pero muy sutil: mimar, como niños a los que, le sirven para someter a los pueblos.