Carrao, si uno hace un registro para saber, cuál palabrita, es más usada por un opositor radical, cuando por alguna razón ha tenido que referirse a un chavista de cualquier tipo, la que aparece más regularmente, es la palabrita ignorante y con ella; el opositor se llena de gloria y se reconforta.
Después de esa palabrita Carrao, brotan otras, casi idénticas que expresan un racismo medio rancio y muestran cómo el odio mezclado con la rabia los consume. Es una rabia constante y así, el opositor radical, es objeto fácil de los líderes de la oposición y aunque parezca mentira Carrao, Maduro también sabe sacarle provecho político a esta rabia. Son militantes (al mismo tiempo) de Guaidó y de Maduro. Pujan sin querer queriendo para que esta cosa absurda se mantenga como un hecho, que puede ser útil para narrarse, como un caso de nuestro insólito universo.
Carrao, ambos sabemos cómo el guayamate o la pespe llegan a sufrir de rabia y cómo esa rabia los consume. ¿Conoce Carrao, el caso del guayamate y la pespe?
Si Chucha, conozco esa cosa desenfrenada y loca que le da al guayamate o la pespe cuando se sienten atrapados. Se le pega una especie de rabia y esa rabia le da por picar todo lo que se le coloca y luego se quedan pegado y se van consumiendo.
Hay muchos opositores sabios y no sabios, que saben que Maduro no es un buen presidente pero esos mismos opositores sabios y no sabios, están total y absolutamente convencidos por la rabia, que Juan Guaidó es un tremendo líder. Leí Chucha, muchas cuartillas en las que sabios y no muy sabios califican a Juan Guaidó de un joven y emergente líder democrático venezolano. Muchos de estos sabios y no sabios, se la jugaron con Guaidó y miren la maravilla que ha intentado Guaidó, mientras que los seguidores de la oposición radical tienen el pico pegado a algo por rabia y ahí están como el guayamate consumiéndose. Los sabios y no tan sabios de la oposición radical intoxicados con rabia y Juan Guaidó viviendo de lo lindo y con su vida totalmente resuelta.
Ahí tienes Carrao, las nuevas investigaciones que suelta el Washington Post, está revelando que este emergente, democrático, destacado y honesto líder venezolano, según estas investigaciones, estuvo interesado en ponerle la mano a importantes activos de Venezuela para quedarse con la pequeña suma de 269 millones de dólares.
Un nuevo y "sacrificado" esfuerzo, que este "democrático" líder opositor realiza para continuar en su empeño de arruinarnos. Para esto, no tuvo que verse en un CNE, que según los sabios y no tan sabios de la oposición, es un fraude, pero un callejón de Caracas no lo es. Esta es una vaina genial. https://www.aporrea.org/contraloria/n361716.html
Guaidó en un callejón de Caracas se auto proclamó y así tuvo la posibilidad de vacilarse a los radicales opositores y de paso, ha estado en su sacrificado empeño de sacarnos de la pobreza arruinando más. Después de lograr la presidencia en un callejón de Caracas, donde casualmente no hay monte ni culebra, el tipo con mucha efectividad se montó en la aplicación de una matraca internacional y con esa matraca, ha estado organizando e intentado sus estafas o extorsiones.
Uno calcula por esta sinvergüenzura de Guaidó, que ese 68% de los votos de ahora ni los porcentajes de otras elecciones, no sirven para casi nada, porque este señor anduvo (¿y todavía anda?) como perro en su casa.
Los opositores radicales tienen el síndrome del guayamate. Si colocan el pico en un palo o en un dedo de una persona por ejemplo, se pegan y la rabia los consume. El dedo solo aguanta un ratico y se vuelve un dedito feliz y muy rico porque el guayamate cuando tiene rabia, la única cosa que lo motiva es quedarse pegado y la rabia resuelve.
NOTA: En Margarita, llamamos Guayamate al Cardenal y la pespe, es un pajarito con cierto parecido al turpial.
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