El pasado 6 de enero se instaló la nueva Asamblea Nacional bajo absoluto control, como ya era previsible, del madurismo.
Hizo el gobierno todo lo que estuvo a su alcance para tomar el control de la Asamblea, lo que finalmente logró abusando de su poder, violando leyes y utilizando a su antojo al poder judicial. La composición actual de la nueva Asamblea Nacional no refleja en nada la realidad política del país. No se atreve el madurismo a medirse en unas elecciones como las de Chávez, aquellas donde el pueblo ejercía plenamente su su soberanía y sus derechos Constitucionales.
Pero ¿quiénes se quedaron en el camino en este nuevo capítulo de las “hazañas” políticas del madurismo? ¿quienes estorban para el nuevo pacto? y ¿qué se puede esperar de esta Asamblea Nacional, a la que se aferran los señores diputados, incluidos cómicos y renegados, como última tabla de salvación?
Guaidó
Con la nueva Asamblea, los sectores de la oposición agrupados tras la figura de Guaidó perdieron el “fundamento” de su actuación absolutamente inconstitucional, con la creación de un gobierno paralelo y su autoproclamación como “presidente encargado”.
Estas pretensiones, que siempre estuvieron en el marco de una operación intervencionista, aunque fallida desde su concepción, sin embargo le ha permitido a esos sectores políticos usufructuar importantes recursos económicos, convirtiendo el ejercicio conspirativo en una nueva manera de cohabitar con el gobierno de maduro.
Esta oposición, ahora fuera de la Asamblea, ha sido fácil contendora para el madurismo, me atrevería a decir que ha sido uno de sus principales aliados. Sus acciones aventureras, sus intentos golpistas y sus llamados a invasiones extranjeras, todos ellos repudiables, se han convertido en la excusa perfecta del madurismo para distraer la atención de los problemas centrales del país, de su rotundo fracaso.
El madurismo no necesitó de la Asamblea Nacional para hacer lo que quería en el país. El gobierno actuó a sus anchas utilizando al Poder Judicial para anular a la anterior Asamblea, mientras que la Asamblea Nacional Constituyente actuó de manera inconstitucional como Poder Legislativo, para promulgar sus leyes entreguistas.
La estrategia fallida de la oposición y su carácter antinacional, le dieron al madurismo los argumentos perfectos para ocultar su estruendoso fracaso, colocando al país en un permanente estado de tensión y amenaza externa, mientras avanzaba en el desmontaje de la obra de la Revolución Bolivariana.
Ahora, con Guaidó y los suyos derrotados, y una vez hecho el trabajo sucio de acabar con el Chavismo, el madurismo buscará un pacto con los mismos factores políticos que lo apoyaban.
Diosdado
En la búsqueda de este nuevo pacto, el madurismo hará de todo. Nada debe sorprender, ni siquiera el hecho de que el madurismo haya sacado a Diosdado de la Directiva de la Asamblea, relegando al otrora teniente rebelde del 4 de febrero a la posición de “jefe de fracción” de unos diputados que harán lo que diga maduro.
Era Diosdado a quien le correspondía ser presidente de la Asamblea Nacional, era lo que él y los suyos esperaban, sin embargo, tal como se lo dije en nuestra última reunión, el madurismo lo usaría a él, como ha venido haciendo con lo poco que queda de Chávez en el gobierno, para luego hacerlo a un lado.
Así sucedió, sin que el ahora Capitán se diera cuenta. Bastó que se enfermara para que pasaran a retiro a toda la promoción militar afecta a él y desplazaran en el PSUV a los factores políticos que lo sostenían.
Todo esto a pesar de que Diosdado hizo que la Asamblea Nacional Constituyente aprobara todas las leyes entreguistas que maduro necesitaba. Sin embargo, la confesión que hizo en su entrega de la ANC de que “él no estuvo dispuesto a cambiar la Constitución de Chávez”, le dejó claro a maduro que el Capitán ya no le serviría más, mucho menos para pactar.
Uno tras otro han seguido quedando en el camino los que guardaron silencio o, peor aún, los que han operado a favor del madurismo pensando que se trataba sólo de “asuntos tácticos” o tenían acuerdos de conveniencia. Uno a uno, civiles y militares, han ido siendo desechados por un fenómeno que Britto García describió muy bien en su artículo “El Impostor”.
Si alguien se toma la molestia de ver en retrospectiva qué es lo que ha hecho el madurismo, nos encontraremos que del chavismo NO QUEDA NADA en el gobierno, ni como legado ni como obra, solo la imagen del Comandante que sigue siendo utilizada burdamente, una y mil veces hasta que la destruyan y tampoco les sirva.
Lo que se ha venido gestando en Venezuela es un gobierno impostor, traidor a los intereses del pueblo venezolano y que nos ha conducido a un estado intolerable e insostenible de violación de la Constitución y de las leyes, de los derechos fundamentales de los ciudadanos; un gobierno que acabó con las garantías y conquistas políticas, económicas y sociales alcanzadas en revolución, durante el gobierno del Presidente Chávez.
La Directiva y su propósito: el nuevo pacto.
La nueva Directiva de la Asamblea refleja las fuerzas hegemónicas en el madurismo, y el propósito que la misma tendrá.
De un lado, colocan a Jorge Rodríguez en la Presidencia para fraguar el pacto tan buscado por el madurismo con las clases dominantes nuevas y tradicionales, un pacto que el gobierno necesita para sobrevivir. Por su parte, la primera Vicepresidenta está lista para impulsar cualquier barbaridad contra las leyes y la Constitución, para satisfacer las necesidades de alimentar el odio y el fascismo que moviliza a la parte dura de ese grupo. Mientras que, el segundo Vicepresidente es un señor de la IV República, puesto allí como decoración.
Increíblemente, maduro, que lleva 7 años viendo enemigos en el chavismo y que ha demostrado una peligrosa inseguridad en su liderazgo y autoridad, coloca el gobierno en manos de los hermanos Rodríguez, en caso de que alguna situación sobrevenida lo aleje del poder.
La Asamblea Nacional, con una génesis de dudosa legitimidad luego de que el CNE violara las leyes como le dio la gana y el Tribunal Supremo de Justicia inhabilitara e interviniera cualquier partido que se opusiera a los planes del gobierno, electa con un escaso 20 % de la población, será usada por el madurismo para convalidar las leyes, actos y decisiones tomadas de manera ilegal por la extinta Asamblea Nacional Constituyente, en particular la nefasta Ley Antibloqueo, que es la entrega del país.
El gobierno invita a las élites económicas y a la oposición, sea esta la tradicional o la extremista, a un nuevo pacto, un pacto de derecha, antinacional, que pasa por derogar, ahora con la Asamblea Nacional en sus manos, el marco jurídico de las leyes fundamentales del período de la Revolución Bolivariana, en particular lo relativo al petróleo. El gobierno cree que podrá lograr este acuerdo y que con él podrán congraciarse con la nueva administración de Joe Biden.
En su discurso de toma de posesión, Jorge Rodríguez no le habla al pueblo y mucho menos al chavismo. El madurismo, a través de su operador de confianza, se dirige a las élites político-económicas con las que necesita entenderse. En su discurso, el gobierno tiende una mano a la oposición, incluso a la que ha clamado por una invasión extranjera; mientras con la otra, sigue apretando el cuello del pueblo pobre, de los trabajadores y de todos aquellos ciudadanos que viven una situación desesperada todos los días. Por supuesto, en la oferta de “paz y diálogo” del emisario del madurismo no tienen cabida, no aparecen, los CIENTOS DE TRABAJADORES, NI DIRIGENTES SOCIALES, NI MILITARES PRESOS. Ellos parecieran no existir para el madurismo.
La nueva Asamblea, una vez aplastado el Chavismo como opción política, será el espacio donde el madurismo busque un nuevo pacto de dominación, para medrar sobre las ruinas de un proyecto, de un sueño ¡Vana ilusión del gobierno!
Este nuevo pacto, sin embargo, está condenado al fracaso por dos razones:
Primero, porque las clases dominantes tradicionales, sus agentes y gobiernos extranjeros, conocen con certeza la extrema debilidad de este gobierno y las condiciones de absoluta ILEGITIMIDAD y disfuncionalidad de las instituciones del Estado. Ellos saben que este gobierno está “de a toque” y que hace tiempo pasó su tiempo, nadie hace pactos con muertos.
Segundo, porque este gobierno condujo a nuestro país a la peor crisis de su historia, justamente por abandonar y traicionar el legado de Chávez, su obra, por haber despojado al pueblo de sus riquezas, del petróleo, base material para el desarrollo económico y social, del vivir bien de nuestro pueblo. El bandazo de maduro a la derecha, su paquetazo y su vuelta al capitalismo depredador minero extractivo y dependiente como nunca, es la causa fundamental de la crisis del país. Todo pacto que confisque los derechos y las riquezas del pueblo está condenado al fracaso.
Sin embargo, el gobierno, tratando de oxigenarse con su nuevo juguete aunque con los mismos actores, comienza a tomar decisiones en la Asamblea. Y en cada una de ellas “se le ve la costura” o, como diría Chávez, “por más que te tongonees, siempre se te ve el bojote”.
Vuelven los mismos “próceres” y “doctores” del madurismo a inundar el hemiciclo con su show, en su fingido “debate” con los diputados de oposición, vuelven los discursos engominados y los relatos de ficción.
Mientras la nueva Directiva mueve sus piezas de confianza, paga favores, se reparten las Comisiones, colocan como jefe de la Comisión que “investigará” a los Diputados a uno de los especímenes más corruptos del madurismo, uno de los diputados a sueldo de Alex Saab, por el otro, el gobierno pide a la Asamblea que proclame que ahora sí defenderá El Esequibo.
El Esequibo
Si nicolás maduro o su canciller Arreaza hubiesen hecho por El Esequibo, lo que han hecho a favor de la defensa de su “agente” Álex Saab en Cabo Verde, la situación sería distinta.
Este gobierno, como lo he denunciado en escritos y entrevistas, ha actuado NEGLIGENTEMENTE en la defensa del Territorio Esequibo. Permitió que las transnacionales Exxon Mobil y Amerada Hess, de Estados Unidos, y la CNOOC de China, entre otras operadoras petroleras internacionales, exploraran e INICIARAN ACTIVIDADES DE EXPLORACIÓN, PERFORACIÓN Y PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO en aguas de la zona en reclamación. Lo permitieron –era entonces canciller Delcy Rodríguez–, buscando un acuerdo con la Exxon Mobil, que les permitiera congraciarse con la administración Trump.
maduro siempre ha negociado con la soberanía nacional para alcanzar sus propios objetivos políticos. Por ello envió a su ministra a buscar una conversación SECRETA con la indicada transnacional para negociar la explotación conjunta del petróleo del Esequibo, y así favorecer un “acercamiento” con la administración norteamericana.
Intentaba el gobierno de maduro negociar con la misma empresa que el 27 de febrero de 2007, en el marco de nuestra Constitución y leyes, fue nacionalizada por el gobierno del presidente Hugo Chávez, para devolverle al pueblo venezolano los inmensos recursos de la Faja Petrolífera del Orinoco, que fueron entregados de manera fraudulenta a las transnacionales durante la “apertura petrolera”. La misma que tuvimos que enfrentar en juicios de arbitraje internacional y todo tipo de acciones e intentos judiciales en defensa de nuestra soberanía, tuvimos que enfrentar por parte de esta transnacional, los cuales ganamos.
Fue a esta empresa, la más emblemática de las 7 hermanas del negocio petrolero, a la que maduro envió en 2017, a sus ministros a pedir un acuerdo y negociar nuestra soberanía en El Esequibo o, como dicen en perfecto criollo, “a pedir cacao”. La transnacional NI LOS RECIBIÓ, por el contrario, incrementaron su actividad en el área del Esequibo.
Hoy en día, en las estadísticas mundiales del sector petrolero, entre ellas, la OPEP –tal como lo reflejamos en nuestros Boletines Petroleros, cuya lectura siempre les recomiendo–, Guyana, es decir, las transnacionales que operan en El Esequibo, reportan una producción de 105 mil barriles día de petróleo. Solo 302 MBD menos que la última producción reportada por Venezuela en diciembre pasado a dicha organización. Un desastre.
Tan grave como lo anterior, es que la presencia de las transnacionales que operan en El Esequibo gracias a permisos que ha dado Guyana sobre nuestro territorio en disputa, bloquean nuestra salida al Atlántico confirmando así las pretensiones guyanesas, por lo que a pesar de que maduro “decrete una fachada atlántica”, su incapacidad para defender nuestra soberanía ha puesto en peligro nuestro acceso a la misma, tal como lo denuncie en este VIDEO de octubre del año 2018
Estoy lejos de instigar o promover chauvinismos, mucho menos cuando no se trata del pueblo de Guyana, sino del hecho de que las transnacionales, sean quienes sean, se apoderan de nuestros recursos por la incapacidad del gobierno de maduro para defender nuestra soberanía.
Lo curioso, o lo trágico, de esta situación es que el gobierno no hizo nada, ni la oposición dijo algo, pero más increíble aún, es que nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana se ha mantenido en silencio frente a la consumación de esta violación a nuestra soberanía.
Ojalá la Asamblea Nacional actuara en defensa de la soberanía y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el restablecimiento de los derechos político-económicos y las garantías sociales arrebatados al pueblo venezolano por este gobierno. Pero sabemos que eso no va a suceder. El gobierno y sus operadores políticos no lo van a permitir, están dispuestos a volver a solicitar al Tribunal Supremo que la declare en desacato si esta se coloca al lado del pueblo.
“Desechar las ilusiones y prepararse para la lucha”
Es por ello que el movimiento popular y las fuerzas patriotas del país deben dejar atrás chantajes y manipulaciones del madurismo, como escribió alguna vez Argelia Melet, hay que “desechar las ilusiones y prepararse para la lucha”. El Chavismo y el movimiento popular no pueden seguir paralizados y en silencio ante lo que sucede, no pueden seguir posponiendo su acción, ni aguardando a que el “presidente obrero” se entere de lo que sucede. Luego de 7 años en el poder para nadie es un secreto que Él es el responsable de lo que ha pasado y lo ha hecho a conciencia.
Si el campo bolivariano y las fuerzas patriotas se movilizan en defensa del Esequibo y de la soberanía nacional, entonces esa misma línea de actuación nos conduciría felizmente a luchar por la reconquista de la Plena Soberanía Petrolera y de las conquistas económico-sociales del pueblo que le han sido arrebatadas al pueblo, lo que nos haría volver la mirada estratégica a la conquista de los objetivos históricos del Plan de la Patria. Nos devolvería al camino de Chávez, la única manera de recuperar nuestra Patria.
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