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¡Corrupción! Menú del día



“En la política existen partidos de derecha e izquierda,
lo única que sigue siendo ambidiestra es la corrupción”
Anónimo

En el estacionamiento de un centro comercial, me encontré a un conocido de muchos años; siempre ha sido muy locuaz, y a pesar de andar en unas condiciones de salud muy desmejorada, mantiene el estado de ánimo para rechazar y criticar lo que no le parece bien. Apenas me vio, me lanzó su opinión del tema del momento: la corrupción ¡Parece, que en revolución superamos a la cuarta República, con la maldita corrupción! Me la tomé con calma, para responderle, sabiendo que no es fácil hacerle entender a estas personas, como los medios y las redes sociales han venido manejando este cáncer de cualquiera sociedad, utilizando sonidos de alarma, por la sencilla razón, que gobierna un partido comprometido con el pueblo, pero el imperialismo, la oposición, y todo el que se arrima, necesita hacer, lo que no hicieron en los gobiernos de AD y COPEY: denunciar y castigar, cuando la podredumbre era la verdadera motivación de la mayoría de sus dirigentes.

Al llegar el Comandante Chávez, empezó aplicar lo que traía en la mente, y en su agenda: combatir la corrupción. Sabía de donde provenía; tiene sus raíces muy profundas en nuestra historia patria, y con solo recordar al General José Antonio Páez, quien echó por la borda, lo que había ganado en los campos de batallas, al enlodazarse con los bienes del estado, y algo más grave aún, tomar los viáticos de los soldados para beneficio propio, hasta importarle poco de perder el reconocimiento de un valiente guerrero, por el de un hombre con fortuna amparado en la corrupción; porque bien lo dice un adagio muy popular, pero delata a cualquiera ¡Ni la plata ni la tos se pueden esconder! Estos malos ejemplos, anteriormente eran enfrentados en los hogares, con medidas enérgicas tan severas, que incluso podemos decir sin temor a equivocarnos, superaban a las tomadas para prevenir la pandemia del momento. Lamentablemente para algunos militantes solapados del PSUV, y un número considerable de militares, parece, que lo único interesante de la historia es copiar el mal modelo del General Páez.

El enmarañado momento, que vive el país, en parte por la descomposición social heredada de los años de hegemonía de los otrora grandes partidos (AD y COPEY) lejos de erradicarse, se ha venido profundizando. por una razón muy fácil de entender, sin en verdad tenemos la capacidad suficiente para reconocer la claridad; así, esta sirva para desenmascarar con hechos probados a quienes nos rodean, aun, cuando hagan miles de intentos por evadir los índices acusadores, como los responsables directos de cuanta ´vagabundería se ingenian para adueñarse de lo que no les pertenece. La militancia del PSUV se nutre en parte de los casi extinguidos partidos AD y COPEY, y un porcentaje de ella, carga esos vicios enquistados en lo más profundo del cerebro, pensando solamente en hacer dinero, por encima de cualquier sentimiento hacia la patria. lo que se conoce en el argot popular, como oportunistas.
Ni soñaba, con llegar el comandante Chávez al poder, cuando un comediante ya fallecido, quien, por cierto, se despidió de este mundo terrenal, resteado con el proceso bolivariano, José Manuel Díaz Márquez (Joselo) quien de manera muy jocosa presentaba en su programa semanal distintos sketches, con temas sociales, pero destacaba uno, donde el argumento principal estaba relacionado con la corrupción. Era un cuadro con doble cara, y precisamente aparecía los rostros de dos personajes, que llegaran a ejercer la presidencia de Venezuela en doble oportunidad: Carlos Andrés Pérez, y Rafael Caldera, y los volteaba, cuando llegaban personas, que, con solamente verles la frente, se sabía hacia donde cojeaban, y que buscaban, porque la adulancia la utilizan para disfrazarse, y llegar, hasta donde se encuentra el botín, lo demás, es repartir para callar a los compinches que se anexan en el saqueo, y en esto, el autoproclamado Guaidó, es el más sobresaliente guía para todas las fechorías de la corrupción, para saquear al país.

Los medios de comunicación y las redes sociales al servicio de la oligarquía (tipo Lorenzo Mendoza) son utilizados para hablar de la corrupción, con un propósito muy bien definido: golpear la credibilidad del gobierno, y para esto se afincan en los que agarraron vuelo, cuando la justicia tocó sus puertas; pero contrariamente de señalarlos, como unos verdaderos corruptos, extraen de ellos todos los ataques contra el Presidente Nicolás Maduro, queriendo presentarlos, como los verdaderos luchadores contra este mal, cuando son unos auténticos encubridores. Nadie puede entender, que una enfermera se haya escapado, con una cuantiosa suma de dólares, después ofrecer sus servicios al convaleciente comandante Chávez. Todos los que han huido millonarios, se encuentran en países, donde los gobiernos forman parte de la alharaca, contra Maduro.

La pregunta, que no se hacen, ni siquiera soñando ¿Cuándo se había visto en Venezuela, un gobierno luchando contra la corrupción? En el mandato del Presidente Chávez, fue destituido el gobernador de Yaracuy, Carlos Jiménez, para luego emitir una orden de arresto por actos de corrupción, pero además, son varios los alcaldes destituidos y puestos presos por la misma causa; de esto no se oye hablar absolutamente nada, y cuando son señalados, es con la etiquetas de Maduristas, como si la podredumbre apareció en el momento de agarrar las riendas del país, este valiente venezolano, quien ha enfrentado miles de ataques orquestados precisamente desde Washington. La más triste de esta lamentable especie de carcoma, es, que, cuando el gobierno detiene a determinada persona por hechos relacionados con el problema, aparecen miles de voces gritando y defendiéndolo. La derecha por naturaleza siempre sale en defensa de sus huestes, y ahora la izquierda antimadurista, solamente ve los corruptos, precisamente en el gobierno del Presidente Maduro, cuando le conviene y entonces, cómo nace y se ha extendido esta tragedia en Venezuela. De seguir viendo el problema de esta manera, va terminar libre de toda culpa el más destacado pillo, que ha parido la tierra venezolana de la noche a la mañana, pero con el consentimiento y la protección del imperialismo para tumbar al Presidente Maduro. ¿Qué raro, existe la corrupción, sin corruptos?

Lo que nadie puede negar, así, tenga descontrolada la memoria, es que ahora, el mal, no lo manejan con cheques, ni con bolívares en efectivo; es vía electrónica, método muy parecido al utilizado para parar la industria petrolera en el paro petrolero, cuando convirtieron el cerebro de PDVSA en un rompecabezas, para luego caer en otra banda de traidores, el cual convirtieron las arcas y los archivos de esta producción en su agencia bancaria, al servicio de los intereses del imperialismo, y ahora se presentan con su cara muy lavada, como sus defensores y acusadores a la vez. Algo sabe Rafael Ramírez, porque cada día lo veo más enredado, que Guaido, cuando levanta la cara viendo al cielo, como pidiendo plegarias.

narciso_t_29@hotmail.com


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Narciso Torrealba


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