La política internacional es un reflejo directo de la actuación nacional de un gobierno, estudiando lo internacional entenderemos lo nacional. La política internacional del madurismo es un desastre que hunde sus raíces en la destrucción nacional.
En la política internacional del madurismo se expresan sus carencias ideológicas, su visión mezquina del mundo y su ignorancia de la geopolítica. No se puede dirigir un país como si fuera un campamento, dijo Martí; nosotros podemos parafrasearlo y decir: no se puede dirigir un país como si fuese un vecindario, como se dirige un sindicatillo de cuarta categoría.
La ideología que rige la política internacional del madurismo no se eleva más allá de lo personal, de esta manera los líderes mundiales son “malos”, “engañados”, o son “buenos”, de allí no pasa el análisis. Para el madurismo no existen intereses internacionales, líneas políticas internacionales. Un buen ejemplo es la relación con los gringos: se le pedía a obama que derogara el decreto aquel declarando a Venezuela una amenaza, se recogieron firmas para entregárselas no se sabe a quién, y nada pasó, las firmas no tuvieron destino, no se sabe la suerte de ellas. Luego vino el “camarada trump”, y el madurismo se derritió, pensó que ese sí comprendería al gobierno, que sería un aliado, que era un hombre bueno, hasta un dinerillo se dio para su elección, y todos sabemos lo que pasó, las medidas, el bloqueo, excretó en la mano extendida por el madurismo. Ahora llega biden, el gobierno de nuevo hace fiesta, extiende la mano, pide puentes, mandan mensajeros, y biden reafirma el decreto de obama, seguimos siendo una amenaza, y responden los gringos dando un respaldo claro a su franquicia nacional, a guaidó.
El madurismo queda una vez más en el aire, se le agotó el mensaje. Desarmó al país y no obtuvo nada. Son graves las consecuencias de los errores del madurismo: plantea que el imperialismo gringo son los culpables de nuestros males, y simultáneamente le extienden la mano, claman por un acuerdo, le dicen que no son malos, sólo incomprendidos. La masa se confunde, no cree al gobierno, así pierde apresto moral para el combate. La gente capta las incongruencias de la política internacional y de la nacional, por ejemplo, esas zonas especiales capitalistas y el discurso socialista, o ese culpar a los gringos de la debacle de pdvsa, y al mismo tiempo invitar a las compañías gringas a participar en el negocio petrolero, ese defender al Esequibo y simultáneamente halagar a las compañías gringas que se lo agarran.
De esta manera el país está desarmado, la masa perdió la pasión, el apresto moral, ahora el país no soporta, no hay resistencia a la minina agresión de los imperios, unos atacan y otros recogen los vidrios. Lo político se reduce a los chistes, los chismes, la malquerencia de los participantes, uno que otro video del pasado que ya se olvida, socialmente nos convertimos en un pueblo paria, que deambula por el mundo sin gloria ni pena, sonámbulos, despojados de las razones para vivir, del sentido de la vida.
El necesario recomponer al país, emocionarlo, y eso no se consigue regresando a la cuarta, a la democracia burguesa fracasada; se impone inventar el futuro, construirlo, retomar el rumbo perdido, volver a la época cuando nos reconocimos un pueblo digno heredero de las glorias de la independencia, ejemplo para el mundo en la esperanza de un nuevo mundo que supere el capitalismo suicida, un mundo donde todos vivamos como hermanos, El Socialismo.
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