"[…] el espacio de reproducción y de intercambio. Reproducción en el sentido de organización de la materia-energía, mediante una formulación creativa, que da como resultado un ente no natural, así sea éste un nuevo producto material o una formalización institucional, o artística, o festiva y reproducción también en el común sentido de reproducción de la energía humana y la especie humana".
Héctor Iglesias
La definición del espacio urbano de Iglesias [1] nos indica que la estructura urbana es la morfología urbana, la composición física o el tejido material que permite definir la organización de los elementos socio-económicos, la disposición de las actividades urbanas y la manera de relacionarse estas en el tiempo y el espacio cultural. De allí, que pretendamos realizar una síntesis teórica de las condiciones de existencia del espacio que "desde afuera" caracterizan la estructura urbana, la cual les da carácter y compromiso a sus habitantes.
La estructura urbana surgida en la actual fase de la civilización, caracterizada por el individualismo del mundo capitalista, ha generado miles de hectáreas de ranchos en cualquier comunidad de América Latina y del Caribe hasta los ranchos y subhabitaciones venezolanos. Estas comunidades han sido privadas del espacio para la conservación y reproducción de la Materia-Energía, sobre los que no se ha hecho nada porque para hacerlo deberíamos penetrar en la totalidad del sistema productor de esas formas urbanas.
Consideramos que existe una sobrevalorización de la forma urbana en cuanto a lo propio de esa arquitectura, su funcionalidad y sus valores estéticos, los cuales responden al valor de cambio y al negocio inmobiliario. Por lo que nos planteamos una teoría urbana que enjuiciaría el asentamiento fundamental de ese espacio construido y los atributos determinantes de todo ese diseño de las edificaciones de la burguesía. La nueva estructura urbana de la Ciudad Comunal mostraría un cambio significativo en la dimensión y figura de sus elementos y relaciones en la aparición de la dimensión y configuración del todo urbano.
Creemos que el problema de la estructura del espacio urbano no es tanto el Cómo, sino el Dónde, ¿Quién hace qué, Cuándo, con Quién? Pues, la dotación infraestructural y de equipos de consumo colectivos es obra social urbana y debe ser solucionada mediante la lucha política de las clases desposeídas por la exigencia del excedente que se les expropia, para una producción socializada de equipos aplicadas a sus necesidades de consumo.
Se trata, pues, de un verdadero sentido del "nosotros", de un nuevo estilo de vida del colectivo comunal con un esfuerzo continuo y duradero, el cual incluye un nivel superior de consciencia societal arraigado en lo concreto-practicable, sustentado en el espíritu colectivo de lucha.
EL ESPACIO DE INTERCAMBIO DE LA MATERIA
El proceso productivo está formado por la producción propiamente dicha, la distribución, la circulación y el consumo. La importancia que tiene cada uno de esos procesos, en cada momento histórico y para cada caso particular, ayuda a comprender la organización de los elementos y las relaciones del espacio urbano.
La apropiación del espacio, medio productivo generador de la Materia, es particularmente importante para el modo de producción capitalista, cuando el producto y/o la Energía que lo realiza es requerido por las clases dominantes en un espacio definido, proporcionando a las clases dominadas las condiciones para la reproducción de la Energía que quieren utilizar.
De allí, la importancia de la definición del espacio urbano de Iglesias, pues, el espacio urbano será el punto donde se efectúa la organización otra de la Materia-Energía, mediante una formalización creativa, que da como resultado un ente original, no natural, sea este un nuevo producto material o una formalización institucional, artística, festiva.
Y, en esta producción cabe también la reproducción de la vida humana, porque este producto ha dejado de ser natural al ser trabajado por la historia de la cultura. Aparecen los seres humanos sin espacio, quienes obtuvieron sólo la Materia estrictamente necesaria para la reproducción de su Energía y fueron privados del espacio para la conservación y reproducción de su Energía.
El análisis debe centrarse, entonces, en la viabilidad de producir una transformación urbana que empiece por superar la definición de la ciudad como un espacio reproductor y un espacio de intercambio del capital comercial y financiero, consumo y distribución, expresando la especulación que realiza el capital inmobiliario, avalado por el poder político, a través de sus organismos planificadores, reglamentos, decretos, normas y disposiciones, para legitimar y sancionar esa práctica de apropiación del espacio urbano por el capital dominante.
La ciudad se configura para el mayor beneficio del capital y el espacio urbano se convierte en una mercancía que se acopla al mecanismo productivo capitalista. De modo que cada ser humano posea el espacio de reproducción de la Materia, determinado por la propiedad privada de la fuerza productiva industrial de la construcción y del espacio urbano cuya principal cualidad es la de poseer valor de cambio. (Ver gráfico Nº 1).
EL PROBLEMA DE LOS SIN-ESPACIO
Algunos autores de orientación Marxista han señalado que el problema de la construcción de espacio en la ciudad capitalista, nace de esa estructura económica-política, que legaliza la apropiación de los excedentes, por la clase poseedora de los medios y condiciones de producción, y entre esas condiciones está el espacio.
La producción de espacio construido en las formalizaciones sociales capitalistas se realiza para sus clases y el conjunto del espacio es diseñado por la práctica económica que desarrolla el capital monopolista transnacional para su sobreacumulación.
La ruptura del equilibrio sistémico natural por el intercambio desigual que produce la acumulación de Materia en grupos sociales minoritarios distorsionó la relación de los seres humanos-naturaleza y el poder resultante de la acumulación de los grupos poseedores, determinó la apropiación y la expropiación del espacio.
Ciertamente, el diseño en la Arquitectura trata sobre la solución de temas espaciales singulares. Singularidad del cliente o promotor que lleva a la singularidad de la inversión económica, del sitio, de las relaciones con las infraestructuras, de las soluciones constructivas, que se concreta en un espacio exclusivo, de tal arquitecto, para tal cliente. Cada diseño es un invento, un producto único, una obra artística-artesanal para gloria del arquitecto y del propietario.
La práctica arquitectónica dentro del sistema capitalista reclama esa singularidad, porque el espacio es realizado para aquel que dispone del capital privado para la construcción, en un suelo de propiedad privada, por una empresa privada. Creemos, por lo tanto, que el problema de los sin-espacio es político y que solo un cambio político lo pueda solucionar y que la construcción de espacios es técnica y ésta no soluciona el problema por sí misma.
Consideramos que la técnica para resolver el problema de los sin-espacio en una nueva sociedad, es un espacio otro que exige una nueva técnica, que no es la que comúnmente se enseña y se aprende en las Escuelas de Arquitectura y Diseño, sino aquella que vaya acorde con una nueva teoría del espacio para las multitudes como herramienta político-filosófica para el devenir ético.
LAS CIUDADES DE CARACAS Y DE LA PROVINCIA
Más allá de las contradicciones del estado burgués, no hay dudas que la lucha de clases por el espacio marca cualquier proceso social; por eso apuntamos hacia el único territorio que tiene, en su propia esencia, la forma material de cómo se expresa la sociedad dominante: la Ciudad.
La ciudad, es el espacio de expresión del conflicto de las clases sociales, expropiadas del excedente, ante el poder económico y político por el reclamo para su reproducción; y dentro de ella, los medios de consumo colectivo que el poder político solo podría proporcionar socializando el espacio para la reproducción de las relaciones de producción, porque allí se concreta la apropiación, circulación y ampliación del excedente productivo social.
LA CIUDAD DE CARACAS
Podemos señalar tres equivocaciones que marcaron el crecimiento de una ciudad como Caracas: la liquidación de su pasado histórico, las manos libres a la especulación de la tierra y las migraciones masivas desde el campo abandonado.
Son enormes los deterioros humanos, sociales y urbanos que este crecimiento deforme y perverso produjo. Esa segregación excluyó a los pobres de toda área urbanizada, lanzándolos a ocupar aquellos lugares en los empinados cerros donde la voracidad inmobiliaria aún no se había posicionado.
Esos lugares se ocuparon con precarias viviendas, edificadas en terrenos banqueados con el alma y muchas veces regados con sangre. Y como si fuera poco desprovisto de los servicios más elementales y de espacios públicos equipados, están, además, azotados por la delincuencia que se genera a lo largo del siglo XXI a raíz de las migraciones masivas y las carencias de todo tipo.
LAS CIUDADES DE PROVINCIA
El nivel político cumple su papel jurídico de apoyo a las clases dominantes mediante planes que se ajustan a las tendencias de transformación urbana que impone el desarrollo capitalista, adecuando densidades al valor de la tierra y realizando exoneraciones legales cuando el monto de las inversiones a su juicio lo justifica; condicionando además la práctica económica de las clases desposeídas a los intereses de la burguesía comercial, como queda demostrado con el permanente éxodo comercial urbano de los buhoneros.
Pero interviene también económicamente, agudizando la segmentación de las clases de nivel económico bajo hacia la periferia, mediante la obra oficial de vivienda. El subsistema de formalización espacial urbana de las ciudades de provincia sufren los cambios contra los que se pronuncian los mismos técnicos que los produjeron, lo cual confirma la postración de la técnica ante el poder económico político.
En un centro secundario de provincia, se verá la pérdida de importancia de la función gestionaria del capital transnacional, que, como hemos dicho, se ubica en la proximidad del poder político central, con sede en la capital del país. El nivel económico se expresa más acentuadamente en las funciones de intercambio, capital comercial y financiero, consumo y distribución, y en la especulación que la burguesía local realiza sobre el capital inmobiliario.
LA CIUDAD COMUNAL: ¿SERÍA UNA NUEVA FORMA URBANA?
Creemos que la nueva forma urbana de la ciudad comunal mostraría un cambio significativo en la dimensión y figura de sus elementos urbanos, en las relaciones entre éstos, en la aparición de nuevos elementos y en la dimensión-configuración del todo urbano de una ciudad como Caracas y de los centros secundarios de provincia.
Pretendemos que la discusión sobre éstas formas urbanas tome para el análisis de las estructuras espaciales, no solo los elementos y relación de elementos de las estructuras mismas, sino lo que "desde afuera" de la sociedad de clases, rompa la derecho hegemónica de las formas urbanas dominantes y, al mismo tiempo, "desde adentro" con una práctica política a favor del conjunto de la naturaleza y el ser humano.
GRÁFICO Nº 1. EL ESPACIO DE INTERCAMBIO DE LA MATERIA
REFERENCIAS
[1] IGLESIAS CHAVES, Héctor (1986:32). Ciudad, Arquitectura y Política. Maracaibo, (Venezuela): Universidad del Zulia.
[2] MARÍN-LISTA, S. (2013). La ciudad comunal. Cumaná, (Venezuela): Marín Lista-Editoriales RADOCA C.A.
NOTA
El libro: "La ciudad comunal: la lucha de clases por el espacio", lo puede adquirir en la Librería: El mundo del libro, en Caracas y Cumaná.
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡