Es riesgoso escribir sobre lo que pasa en Apure. Además de no tener noticias claras, confiables, el tema incita la ira de los enredados protagonistas, nunca se sabe con cual patada saldrán. Escribamos, las generaciones futuras merecen saber que algunos discreparon de los autores del desastre.
No es posible conocer lo que pasa en Apure, sólo nos está dado deducir a partir de otros elementos visibles. El primer elemento evidente es la tendencia del madurismo a culpar a los colombianos de los males que padecemos, intentan disimularlos, pero se les ve el bojote. El segundo elemento es el juego de guerra con Colombia, las declaraciones de altos jefes militares y civiles, los movimientos de tropas, las amenazas a Bogotá con los aviones Sukoi. El tercer elemento visible, y quizá más importante, es la ruina del país causada por la incompetencia manifiesta de este gobierno al que todo le sale mal, agotado se le acabaron las excusas, ya no encuentra a quién culpar de su rotundo fracaso. El cuarto elemento es la vocación de mentir del gobierno al que ya no se le cree ni el Padre Nuestro. El quinto elemento es el gobierno de la oligarquía colombiana, apéndice de la política de las oligarquías del continente. Con este cuadro en mente, intentemos deducir qué pasa y qué pasará en Apure.
La primera posibilidad es que allí ocurre un montaje para justificar el desastre creado por el gobierno madurista, una distracción para civiles y militares de un gobierno arrinconado, algo así como aquel triste episodio de las Islas Malvinas. Puede ser también que grupos guerrilleros que han perdido el rumbo cometan el gravísimo error de atacar a fuerzas venezolanas, y dan excusa para el teatro de la distracción. Puede ser que los gringos, en complicidad con los oligarcas de duque, quieran mantener un foco de presión para empujar al madurismo a más acuerdos, más concesiones al capitalismo, recordemos que la movilización militar le cuesta al gobierno dinero que no tiene.
Sea cualquiera de las posibilidades, o una combinación de todas, lo cierto es que el gobierno perdió el control de Apure: un gran número de pobladores se fue a Colombia, y los que quedan sufren entre dos o tres fuegos. Esta circunstancia de pérdida del control del gobierno sobre sectores, territorios, se presenta por el país. La Cota 905 es un sector de la capital que el gobierno no controla, en Petare otro barrio capitalino sucede igual, en el Zulia la vacuna indica la existencia de facto de un gobiernito paralelo. Es un fenómeno de lesión de la soberanía que amenaza con extenderse.
Es así, el país se disuelve; el gobierno, al no tener capacidad para gobernar; crea un vacío que fragmenta al país, produce la falta de soberanía en lo interno y en lo externo; el Esequibo es la otra cara de la Cota 905. Esta falta de soberanía no se puede recuperar peleando contra los focos, lanzando operativos en Apure, en la Cota 905, en Petare, se debe ir a la causa. Se puede decir que los problemas de soberanía que hoy se presentan tienen su origen en Miraflores, la Soberanía se pierde en Miraflores. Entonces no nos vengan con distracciones, la defensa de la Soberanía comienza en Miraflores. En días pasados un General venezolano publicó un libro explicando la lucha de los imperialismos, chino, gringo, por el control del mundo. Pues debemos concluir que hoy Venezuela está indefensa frente a estos apetitos, no hay quién defienda de verdad, la Soberanía.
¡CHÁVEZ ES SOBERANÍA VERDADERA!