Mientras me acercaba a la casita de Meche por el callejón que en otros tiempos, fue el callejón de Pachico, observé, como pequeños copos de algodones saliendo por una ventanita de la casita de Meche y todo el callejón se impregnó de ese aroma que el ají margariteño le agrega a los guisos de pescado. Pensé en mi suerte. ¡Chucho guisado! ¡Cazón!
Con los olores, me imagine el plato de chucho o cazón guisado con ají margariteño que me comería con mi comadre Meche. Imaginarme el plato y se asomó a mi memoria, aquellas arepas raspadas que Chabel, la abuela de Beto Valderrama le prepara a Chilo. Recuerdo esas arepas. Podían comerse sin nada por lo sabrosa y tostaditas que le quedaban. ¡Puro maíz! .
Ya en la puerta de su humilde casita, llamé: A comadre Meche.
Aquí comai; metida en el fogón. Sin alusiones personales, decidí rehabilitar o recuperar el fogón. Estoy como el gobierno, que ha pasdo el tiempo recupera que recupera empresas para luego volverlas a recuperar. Yo decidí Mamanta, seguir a nuestra diputada Lola y recuperar mi fogón. Aún arde mi fogón. Donde hay cenizas, fuego quedan mi comai.
Comadre, ¿es chucho o es cazón lo que guisa?
¿Chucho comai? ¿Cazón? Ay comai, eso ya no está disponible para los pobres Margarita. Tengo tiempo que no se nada de Chucho. El chucho se nos puso muy faramallero y ya no pasa por estas calles.
Fíjate comai, que a veces en la bolsa clap vienen las sardinas "frescas". No esta mal comer sardina, pero uno se pregunta ¿ese peñero sólo pesaca sardina? ¿Ese bote no pesca chucho, pargo, carite o mero? ¿No tiene el pueblo la posibilidad de comerse un parguito? Los pollitos tipo palomino, que antes nos metían en la bolsa, no sabemos si el gavilán de Don Pío o el gavilán de Canela se lo echaron al pico. Desaparecieron mi comai.
Eso que cocino mi comai, es un cubito de pollo, que cuesta un realero. Le echo un poquito de ají del corral y con eso engañamos a la arepita.
Yo mi comai, no soy socióloga. No pude terminar con usted el bachillerato por esa cosa de la que me habló la otra vez de la diferencia escolar, pero sin ser socióloga y entender esa cosa de la lucha de clases en sí y para sí, entiendo el sentido de este amor y entonces me acuerdo mi comai, cuando nos sentábamos en la calzada de la casa de Pedro Marcano y oímos aquellos boleros de la rockola del bar Mi Juventud.
¿Te acuerdas mi comai? Aquel bolero de la Lupe, cuyo título era hambre y en alguna parte de la canción decía: "Hambre de sentir el fuego ardiente. De un amor que sea inclemente" Luego en otra parte mi comai, se venía la Lupe con esa fuerza de bolerista y dejaba esto: "Sí hambre de un amor que me calcine/Que besos asesine mi deseo y mi ansiedad/Hambre de un amor desesperado/Que me lleve hasta el pecado/Aunque tenga que llorar". Ay mi comai.
Claro, me acuerdo comadre. También me acuerdo, cuando usted tenía sus rollos con Lingo el Chana y entonces le pedía a Chiche el de Tomasa, que le metiera un bolívar a la rockola de Estevita y le pedía que todo el bolívar se lo metiera a la tecla C6, que era ese bolero de Julio Jaramillo, que decía:
Ódiame por piedad yo te lo pido/Ódiame sin medida ni clemencia/Odio quiero mas que indiferencia porque el rencor/ Hiere menos que el olvido" https://www.google.co.ve/search?q=Letra+del+bolero+idiame&source=hp&ei=rvl_YMvQJZ-QwbkPkfeW6A4#fpstate=ive&vld=cid:316d69ea,vid:fYg2QbfBkjQ,st:0
Ajo comai, eso dolía en el alma. Ve las cosas comai, ese bolero aún toca el alma.
¿Lingo tiene otro conuco mi comadre?
No mi comai, Lingo se porta bien. Hablo en sentido sociológico. No soy socióloga, pero metele cabeza. El olvido hiere mucho mi comai. El olvido mi comai, mata.