En la historia abundan golpes de Estado; unos son evidentes, como el golpe a Gallegos; otros son más sutiles, se deslizan cautos por la ignominia de la traición, como el golpe de gómez a su compadre el cabito castro; algunos son cruentos, como el asesinato de Delgado Chalbaud. El móvil de los golpes es más difícil de dilucidar, siempre está negado a su tiempo, sólo lo descubre la discusión histórica, una labor de arqueología política que lo desentraña de las ruinas de la manipulación de los vencedores. Hoy es ya evidente que el madurismo fue un sutil golpe contra el Comandante Chávez y que su motivación fue el petróleo.
Es propicio recordar que el 1 de Mayo del 2007 se nacionalizó la Faja Petrolífera del Orinoco. Se convocó un acto donde Chávez, respaldado por más de 40.000 trabajadores petroleros de la PDVSA ROJA ROJITA, dejó sentada su estrategia Socialista, dijo:
"No puede haber un proyecto socialista si nuestro país no tiene el control y el dominio de sus riquezas, recursos naturales y su economía. Del inmenso potencial que debe ser desarrollado ampliamente a partir de hoy para el bien del país, para continuar impulsando el desarrollo económico, social e integral, para continuar abriendo el camino y construyendo el Socialismo del Siglo XXI".
(…) "Es decir, hemos recuperado estas empresas y estos activos para la Nación. No para convertir a Venezuela en un modelo capitalista de Estado. Es para poner todos estos activos y fuerza en función de la construcción del socialismo Nacional Venezolano, del Bolivariano, Revolucionario, del Socialismo del Siglo XXI. No lo olvidemos ni un solo segundo. Ni un solo segundo.
Fue una declaración política que conmocionó al país. Marcaba un rumbo inédito en nuestra historia, siglos de sueños revolucionarios conseguían concreción, el camino estaba trazado en la teoría y en la práctica. Años de luchas regadas con sudor y sangre conseguían su estimación. Ese día, en ese acto, en esa tribuna no sólo estaban los oradores, también se encontraban, Pio Tamayo, Fabricio, Argimiro, Douglas, Américo, Livia, Lovera, Ponte Rodríguez, Jorge Rodríguez, las UTC de la Brigada Livia Gouverneur de la FALN… representando a tantos más que en ese acto veían consagradas sus luchas y sus sacrificios.
Ese acto apoteósico indujo, también, la definitiva decisión de los imperios de salir del Gobierno de Chávez. Era intolerable para los imperios ese movimiento que unía lo económico, el petróleo, con la conciencia del deber social de las masas, de los obreros petroleros. Esa fuerza debía ser destruida, y el objetivo se fijó con precisión: destruir la fuente generadora de la conciencia revolucionaria, a su apoyo material, eliminar la cabeza de la Revolución y a la industria petrolera.
El resto es historia, el plan de los imperios se cumple con precisión matemática. Salieron de Chávez y el resto lo hace el madurismo con descaro: desmantelaron a PDVSA, a su directiva, sobre ella cayeron con saña, con odio, sabían lo que hacían. No era una lucha contra la corrupción, esa fue la excusa para engañar a bobos, no era que de golpe descubrieron que Ramírez era malo; al contrario, salir de Ramírez era necesario para adelantar los planes imperiales.
Hoy podemos afirmar, con tristeza, que el golpe petrolero del madurismo ha triunfado. No obstante, levantamos con fuerza la esperanza de que el chavismo auténtico se recuperará y tomaremos de nuevo el glorioso camino de Chávez…
¡VOLVER A CHÁVEZ!