Mi palabra

¿Cuándo viene mi presidente Guaidó, y la Primera Dama? ¿Ah y el pana, El Koki?

"La inocencia de la criatura,

que está meada y dice que suda»"

Dicho.

De la acera de enfrente, se oyó la voz de un vecino preguntando por la visita de Guaidó, y la primera dama, y rápido recibió la respuesta ¡No sé, yo te aviso! por parte de una mujer, muy orgullosa de su presidente; opositora enfermiza, quien además se mantiene apegada a la religión católica, y primero deja de comer que, ir a la misa y antes la falta de curas y monjas dispuestas a dar la oración, no es raro que, la veamos cumpliendo con esa función. No había terminado de darse el gustazo de oír el nombre de su presidente fingido, cuando le hicieron una segunda pregunta ¿Y el pana, el koki? el cual le sonó, como si había oído un disparo en la puerta de su residencia que, la hizo meterse, casi corriendo con el rostro contrariado cortando totalmente la comunicación

Desde el mismo momento de poner a prueba un nuevo experimento el imperialismo en Venezuela, con la figura de Guaidó, se desataron en el país, incontrolables arrebatos de hipocresía, nunca vistos, y por la otra parte, alteraciones en el subconsciente de la pareja (Guaidó-Rosales) dignos de estudio por parte de los encargados de la salud mental; así, como en repetidas oportunidades dieron su opinión en los Estados unidos, sobre el comportamiento de Donald Trump, quien al final, hizo lo imposible por desconocer las elecciones de su inmediato contrincante, representante de los mismos intereses, hasta desatar un verdadero zafarrancho en el capitolio.

Dos connotados opositores venezolanos: María Corina Machado, y Antonio Ledezma, de manera hipócrita, llaman a Guaidó, presidente, cuando les conviene y por supuesto su pareja preparada para el mismo libreto se cree la primera dama; ni uno ni el otro han participado ni tan siquiera en una elección de regalos de fin de año, pero los que han echado raíces en la política –Machado-Ledezma– los están utilizando, mientras se mantienen agazapados esperando el momento para dar el zarpazo; algo que, se les puesto tan difícil, como ver a esta parejita de incontrolables engreídos por obra y gracia del imperialismo, en Miraflores.

(Guaidó-Rosales) están mandados hacer, para montar los shows del imperialismo, hasta que la cárcel se los impida, solamente superados por Jennifer López. Ellos más que nadie, lo saben, porque la llama de la mentira se está extinguiendo a su lado, produciéndoles incontrolables escalofríos. Y ahora, cuando muchos de sus seguidores abrieron los ojos, no les queda otra, si no refugiarse en sus querencias naturales, porque el espacio de sus andanzas para engañar, cada momento se les reduce, y nuevamente recurren a las funciones de víctimas al empezar olfatear la pisada de la justicia, cada vez más cerca.

De Guaidó se puede esperar cualquier cosa, después de su incursión en suelo colombiano para darse la mano, con una banda de criminales apodada "Los rastrojos" y no precisamente para conocerse y tirarse la fotografía, como queriendo meterle miedo a no sé a quién. Lo cierto, es, que, desde el primer momento de recibir el apadrinamiento del imperialismo, a buscado el refugio en los bajos fondos para sus macabros propósitos, y por el otro lado la "primera dama" hace el papel de "canta zona", y hasta la hija la metió en sus dramáticas apariciones, y debe vivir muy nerviosa, antes cualquier movimiento de una patrulla de organismos de seguridad del estado venezolano, o al ver un uniforme.

Lo coincidente de todo esto, es, que antes cualquier operativo implementado por el gobierno para adecentar y llevar la tranquilidad a las barriadas caraqueñas, siempre aparece el presidente interino, y su "primera dama" queriendo encender las alarmas, en defensa de lo indefendible: de Freddy Guevara, parece parte de una comedía, porque igual que él, tiene un expediente abierto y muy pesado; pero además se ha dado a tarea de forma parte del grupo de opositores por demás recalcitrante que, casi terminan defendiendo al tal koki, y eso es tan grave, como acompañar a su banda a cometer las fechorías. Tan peligrosos son Gauidó, Freddy Guevara, y la banda del koki, porque al final la oposición y el imperialismo los vienen utilizando para desestabilizar al país; aparte de lo que, han hecho con el dólar, hasta convertir una pareja, hasta poco totalmente desconocida en influyentes adinerados, robándose el dinero para las supuestas ayudas, y todavía quieren presentarse, como unos santos.



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Narciso Torrealba


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