Se ha dicho que una Revolución sólo puede ser derrotada desde adentro, por sus propios hijos; es así, la historia lo certifica. Esos instantes de derrota son de tierra arrasada con todo lo que recuerde a la Revolución, hombres y obra son exterminados, perseguidos en el mundo.
Ya desde los tiempos de Trotsky se conoció de esta persecución planetaria, pocos rincones le quedaron al perseguido por una revolución en decadencia y un capitalismo advertido. Fue México, los artistas quienes dieron asilo al revolucionario errante. Y hasta allá llegó el brazo largo de la infamia. Trotsky fue asesinado. Y el mundo siguió su rumbo errado, se internacionalizó la barbarie. A Rosa Luxemburgo la entregaron sus antiguos compañeros, más oportunistas que revolucionarios. A Julio Antonio Mella lo asesinaron en México, la barbarie tiene fino olfato para detectar a sus enemigos estratégicos.
Esta situación de persecución se manifiesta con más fuerza en nuestros días de globalización. Al internacionalismo proletario sólo existente en la teoría y los sueños, se opone un vigoroso internacionalismo burgués, capitalista, eficaz y cruel. Pocos lugares quedan como refugio para los revolucionarios, el mundo es unánime capitalista; la dignidad, el humanismo están arrinconados.
Nos llega la noticia de la posibilidad de extradición del Ministro Ramírez, quizá el hombre más odiado por el madurismo traidor. Blanco de las injurias de los contrarrevolucionarios, desde el presidente maduro hasta la fracción marioneta de los renegados del guaidosismo que ahora divagan en la asamblea. No hay dudas de que es una retaliación política, quién va a creer que es un celo purista del madurismo de persecución a la corrupción, quién va a creer en todas las culpas que le endilgan a Ramírez, desde la destrucción de pdvsa hasta una alianza con leopoldo lópez, todo sin mostrar una prueba. Si alguien quiere encontrar en la historia venezolana, y quizá mundial, un buen ejemplo de chivo expiatorio busque a este Ministro.
Con la noticia hicieron fiesta, recrudecieron los ataques a Ramírez de los que buscan así amigarse con el madurismo, es una especie de salvoconducto, de certificado de buena conducta madurista. Se regodearon los maduristas que fueron del círculo cercano al Comandante y rápido olvidaron el Socialismo, son los que oyen en sus noches de ansiedad la voz de Chávez que les pregunta por el Socialismo, esos atacan con saña a Ramírez buscando descargar el tremendo sentimiento de culpa que les carcome el alma.
Nosotros lo defendemos, defendemos su derecho humano a la defensa, a ser oído. Lo defendemos contracorriente, consciente de lo que eso significa en medio de un gobierno que se desliza apresuradamente al fascismo. Lo hacemos por el amigo, por el compañero de tantos años de lucha, porque sabemos de primera mano su calidad humana, su honestidad. Y lo defendemos porque el ataque a Ramírez es, sin duda, un ataque a Chávez, a su obra, a su pensamiento. El madurismo es parte activa del antichavismo, cada día eso se hace más evidente, ya voceros altos del madurismo con descaro reniegan de las medidas socialistas del Comandante, con poco disimulo le imputan las fallas de hoy, con el madurismo el capitalismo está más robusto que nunca.
Llegue hasta Ramírez nuestra solidaridad, que es la solidaridad de muchos: sepa Ministro que aún queda dignidad en este país, y el imperio de la canalla es transitorio.