Venezuela atraviesa una situación propicia para retomar el camino revolucionario, para volver a Chávez, para ir al Socialismo. Hay contradicciones graves dentro de las clases dominantes, y de éstas con su expresión política. Estas tensiones se evidencian en la presencia de delcy en la asamblea de fedecámaras, recibida con estruendosos aplausos y pocas horas después atacada duramente la cúpula gobernante, en el discurso del nuevo presidente de fedecámaras. Estas contradicciones tienen en el fondo intereses económicos, recordemos el pensamiento de Lenin, que los capitalistas "son capaces de vender a su enemigo la soga con la que serán ahorcados".
Estas contradicciones en el conjunto dominante, lo debilitan. Hoy el desgobierno no consigue ni siquiera alimentar a sus cuerpos represivos, suspendió la matraca en las alcabalas y los condenó al hambre. Las condiciones de miseria de la población asombran al mundo, el país bate records olímpicos en todos los renglones que miden la pobreza, desde la inflación billonaria, hasta la desnutrición infantil que compromete el futuro de la nación, hasta la torta con la vacunación. No hay sueldo, no hay razón para el trabajo, todo está en el subsuelo, se sobrevive en un inframundo. La crisis es profunda, sistémica, total, no hay economía y no hay política. Como le dijo Estanislao a la Bártoli allá en Mérida, por los años sesenta: "estamos sentados en un barril de pólvora".
Una chispa puede incendiar a esta pradera seca, puede hacer estallar el barril de pólvora, estamos en pleno desenlace de la crisis. Una acción no prevista puede precipitar el país en el caos, que ya se evidencia en la patente falta de gobernabilidad, en la necesidad del gobierno de abolir los derechos humanos y reprimir a sangre y fuego en los barrios, y de encarcelar a los dirigentes obreros. En contraste, una acción revolucionaria puede devolverle a la masa la esperanza, darle razones para la vida, la lucha, y comenzar así la reconstrucción nacional.
Es hora de cumplirle a la Patria, no es posible que un grupito la conduzca hacia su extinción y sus mejores hijos permanezcan impertérritos, ajenos a la tragedia nacional, sumergidos en el silencio, refugiados en sus jaulas personales, ocupados de trivialidades, sordos al gemido de la Patria. Allí está la masa chavista, engañada muchas veces, nostálgica con frecuencia, esperanzada siempre, aguardando la chispa para salir a rescatar su futuro, el derecho a vivir, a tener un país.
¿Dónde está Chávez? ¿Ya se olvidó? Consiguieron confinarlo al Cuartel de la Montaña, lo transformaron en una imagen fría, inofensiva para los que hoy destruyen al país. O, por el contrario, vive Chávez en el corazón de los humildes, en sus ideas revolucionarias, en su ejemplo. Estamos seguros que Chávez no está olvidado, vive, regresará, será la chispa que iluminará la salida de esta crisis, volverá para dirigir, con su ejemplo, su memoria el retorno al camino.
Estamos seguros, así lo dice la historia, que Chávez volverá convertido en la chispa que señalará el inicio de la recuperación de la Patria, regresará en el corazón y la acción de sus mejores hijos, hoy perseguidos, relegados. Volverá hecho esperanza.
¡CHÁVEZ LA CHISPA!