A todo desgobierno le llega su sábado; la acción revolucionaria es inevitable

No exageramos si afirmamos que un altísimo porcentaje de la población huele en el ambiente la proximidad de un cambio de gobierno, un profundo estremecimiento en la política, un desenlace de esta situación de calamidad. Pero, ¿cómo será ese cambio? No podemos saber cómo, cuándo será ese cambio, es un ejercicio reservado a oráculos, adivinos, que creemos que ya no existen. Lo que sí podemos adelantar son las características generales de los cambios a la luz de la historia.

Los cambios que registra la historia tienen dos componentes principales: un proceso de acumulación, de formación de las condiciones objetivas, de malestar percibido, un "cielo encapotado que anuncia tempestad", seguido por una acción que cataliza el cambio, lo acelera. Las condiciones objetivas, de malestar, son terreno fértil para las condiciones subjetivas, políticas. Al principio, cuando las condiciones objetivas están presentes, pero no hay condiciones subjetivas, es decir, la comprensión de la causa de los males no se percibe, no se comprende, se puede calificar esta situación de pre revolucionaria. Cuando aparecen las condiciones subjetivas se puede decir que se entra en la situación revolucionaria. La primera etapa puede amilanar a muchos que no ven la política por ningún lado, sólo un malestar que encuentra soluciones individuales. Es allí, entre las condiciones objetivas y las condiciones subjetivas cuando aparece la acción revolucionaria como conexión, bisagra, catalizador entre las dos situaciones. Se produce así el, denominado por los clásicos, salto de calidad.

En Venezuela están dadas las condiciones objetivas, quién lo puede negar, los índices de pobreza, de calidad de vida son espantosos, el éxodo de venezolanos que no cesa, le grita al mundo la profundidad de la crisis, falta la acción que catalice el cambio. Puede ser un Abril de 1810, quizá el alzamiento de Hugo Trejo el 1 de Enero del 58, el 4 de Febrero, el Asalto al Moncada. Pero yendo más a lo hondo, ¿cuáles serían las características de esta acción?

Toda acción revolucionaria debe tener tres componentes: primero, ser inteligente, tener sentido del momento histórico; segundo, tener corazón, ser amorosa, resumir el humanismo característico del pensamiento revolucionario; y tercero, tener el coraje de correr el riesgo que implica la acción. En resumen, debe ser una Acción, debe motorizar, movilizar el corazón de la masa, producir otras acciones, y debe resumir el pensamiento humanista de la revolución.

El momento que vivimos es de una situación pre revolucionaria, que reclama la acción revolucionaria que catalice las condiciones subjetivas. Es un momento estelar para enfrentar con decisión, con claridad, la traición socialdemócrata que detuvo el avance de la sociedad hacia niveles de organización superiores, es momento para derrotar la desviación madurista que truncó el avance de la historia. Está más que demostrado el fracaso del intento de llevar al país de nuevo a los predios del capitalismo, el sólo intento lo sumió en una miseria pocas veces sentida por algún país del mundo. Es urgente para Venezuela, se trata de la vigencia de la Patria, de recuperar el futuro. Pero, además, es un ejemplo de la posibilidad de zafarse del capitalismo, de demostrar al mundo que todavía en este país existen reservas de dignidad, de recobrar el prestigio que alguna vez tuvimos, es urgente una acción que moralice a la nación desconcertada, triste, huérfana. Es urgente la acción catalizadora.

¡CHÁVEZ PENSAMIENTO Y ACCIÓN REVOLUCIONARIA!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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