No es sin consecuencias que una sociedad es sometida a un proceso de estafa y burla como ha sucedido con Venezuela. Este desgobierno, primero, se saltó a la torera el mandamiento del Comandante Chávez, luego simuló ser chavista cuando es todo lo contrario; al final, sobre la torta puesta en lo económico y social, inventa mentiras con el mayor cinismo. Se aprovechan de la quietud de la población, ignoran las etapas de la frustración social.
La primera fue la Negación de la Realidad de la Muerte de Chávez, trasladaron el amor por el Comandante a este gobierno, sintieron que el madurismo era la continuidad de Chávez, que ser fiel al madurismo era ser fiel a Chávez, así evitaron el dolor de la pérdida. El gobierno se aprovechó de esa credulidad para desmontar al chavismo y avanzar hacia la restauración del capitalismo, la masa permaneció fiel a lo que percibían como lealtad con el Comandante. Otra etapa es la del Engaño, la Población fue manipulada con acusaciones a terceros de los males que el gobierno causaba, de esta manera la culpa era de los gringos, del gobierno de Colombia.
La masa soportó estoica el engaño, el duelo no le permitía reaccionar. Vino la otra fase, La Huida. Era preferible fugarse a otro país que atacar a lo que ellos consideraban Chávez, aceptar que el Comandante ya no estaba, millones emigraron allende fronteras, millones se refugiaron en sus territorios personales. El madurismo aprovechó esta situación para permanecer un tiempo más, para hacer más trastadas.
Se produce la siguiente fase: La Resistencia Estoica, la masa resiste la adversidad con serenidad, esta fase es seguida por el Desespero Individual, la gente busca sobrevivir a costa del prójimo, se produce así la descarnada guerra de todos contra todos, todos pueden ser presa o ser depredador.
Al final, viene la fase del Estallido Social, la ira que se venía acumulando por años, la frustración acumulada, sumadas a la impunidad del gobierno que miente a diestra y siniestra, la complicidad de la oposición, termina por desencantar a la masa, que ahora cae en cuenta de la estafa de que fue víctima. Entiende que permitió que "abusaran de su credulidad", como ha sucedido tantas veces que el pueblo es engañado, como sucedió con Bolívar, como sucedió el 23 de Enero.
El estallido social es inevitable. A los dirigentes chavistas, después de una autocrítica por el vacío de conducción en que dejaron a la población, les toca erguirse sobre la derrota y los errores y salir a la palestra para dirigir el estallido, que no se quede en un asunto de orden público, que no desemboque, luego de una masacre, en una dictadura fascista. Transformar esa energía social en el camino del regreso a Chávez.
Lo ideal es evitar llegar a la fase del Estallido, que será terrible, ya los militares recuerdan el saldo lamentable que para ellos y la población significó el Caracazo. Hoy un estallido social no se sabe hasta dónde llegarán sus consecuencias, cuándo podrá ser detenida la conmoción, cómo se revertirán sus daños. Un estallido será, sin dudas, terrible. Hay que evitarlo.
¡VOLVER A CHÁVEZ!