Objetivos supremos: Independencia y Patria socialista

Dice Chávez que, a la tesis reaccionaria del imperio y de la burguesía apátrida "nosotros y nosotras le oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la independencia y el socialismo, como un proyecto abierto, una dialéctica en construcción"… "la forjamos en la lucha diaria y permanente". Luego nos dice que su plan es un programa de transición al socialismo y de radicalización de la democracia participativa y protagónica… El ciclo que culmina (primer plan socialista 2007-2013) enfatiza su papel estratégico el cual en el próximo ciclo (2013-2019) debe acentuarse todavía más, direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital, que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo, nos dice Chávez en la presentación del Plan 2013-2019, conocido como Plan de la Patria, antes de ser mutilado y adulterado.

Chávez nunca hubiera dicho que la construcción de la independencia y el socialismo "la forjamos en una lucha diaria y permanente", si hubiera sido fácil, si se hubiese amedrentado con las guarimbas o con las sanciones, o con los manoteos de Lorenzo Mendoza. Cada quién sabe lo que pone en riesgo al enfrentar un enemigo despiadado como lo es el capitalismo. Por eso el comandante nos alerta que la lucha es diaria y permanente, sin aminorar el paso, el ritmo de avance, siguiendo la estrategia de suprimir de nuestra sociedad la "lógica del capital", es decir, al enemigo que nos corrompe el alma y corroe la vida, donde quiera que nazca y se reproduzca, la mala yerba del capital, del egoísmo, de la indiferencia y del lucro que a todo lo convierte en mercancía (cuando presencia una catástrofe como el ocasionado por el volcán de Las Palmas, entiende la tragedia del rey Midas: no saber qué hacer con su oro y no saber qué hacer con su vida, porque la vida es breve y lo material tan breve como la vida)

Pero hay quienes, frente al enemigo se amedrentan y comienzan a hablar de paz, sin pensarlo dos veces: mejo conservar la vida, así sea como esclavos, que perderla luchando, con dignidad. Hay quienes, en estos asuntos del alma y de corazón, son más bien pragmáticos y prefieren humillarse que ver sangre derramada.

Lo triste de tal postura es que deciden por nosotros, por todos los nos hemos enfrentado alguna vez a la disyuntiva vivir con dignidad o morir, lo triste es que miden al resto de los hombres y mujeres, a los habitantes de este país y del mundo, desde su propio nivel o regla moral, desde su cobardía. Solo imaginen el costo material que dejó atrás nuestra independencia y la guerra Federal, que fueron verdaderas guerras civiles, y compárenlo con los berrinches de Lorenzo Mendoza y con las guarimbas. Lo menos que hubiera exigido Chávez de sus herederos fue tener valor, bolas, coraje para enfrentar al enemigo y salvar obstáculos, mucho mayores que la conspiración de las guarimbas o los berrinches de los empresarios "conspiradores".

Amedrentarse frente a eso fue restarle casi toda la fuerza al impulso revolucionario, el cual se ha debido sostener y potenciar con el asesinato del Comandante Chávez dando una respuesta política adecuada, generando un debate y una investigación. Amedrentarse fue una excusa para justificar el cansancio, el miedo cobarde frente al reto de hacer una revolución verdadera y socialista, comenzar y sostener la transformación de la sociedad "paso a paso y sin aminorar el ritmo" en contra de la lógica del capitalismo. ¡Se cagaron, pues!, y del amedrentamiento sacaron como un mago de un sombrero, la paloma de la paz, el discurso de la PAZ, la paz de los esclavos, la paz del orden burgués, justo donde nos quieren los imperios ahora.

Ahora no tenemos ni siquiera el espíritu de independencia rescatado por Chávez de Bolívar y Zamora, o de Fabricio Ojeda, bajo otra excusa manida, por lo ridículo que resulta en boca de gente tan incompetente: superar el rentismo petrolero con más rentismo. Resulta que ahora no solo dependemos del rentismo petrolero sino del minero, del gran mercado donde este gobierno ha puesto y piensa poner a la venta TODO, nuestra fuerza de trabajo, el Arco Minero, La Faja y nuestras reservas certificadas – algunas hipotecadas como respaldo para el PETRO –, además hoteles, playas, pueblos, en una industria turística capitalista al estilo Cuba o de Cancún rodeado de miseria, o Santo Domingo, también rodeada de miseria al igual que en México; aquello que con cinismo llaman Delcy y Maduro "imperio", está instalado desde hace ya tiempo en nuestro país, en las petroleras (Chevron es la empresa que más produce petróleo en Venezuela y no se va hasta que EEUU lo decida), en los negocios mineros (con Maduro, Gold Reserve ha vuelto a ser la dueña de Las Cristinas, la mina de oro a cielo abierto más grande del país, luego de haber sido expulsada por Chávez), con maduro la soberanía petrolera hace tiempo que terminó, la soberanía alimentaria, todo tipo de soberanía, hace tiempo que dejamos de ser independientes porque perdimos la capacidad de producir ni siquiera clavos; dependemos del lucro, de la ambición, del personalismo, hoy todo depende de un esfuerzo egoísta y personal, hablar de solidaridad esta pasado de moda, suena a pobreza, y esto está respaldado por el madurismo y sus motivadores en los llamados emprendimientos. Desde que maduro dirige este país somos más dependientes que nunca, del capitalismo y de los polos capitalistas.

¡Cero distracción! En el Plan de la Patria está Chávez: Independencia y Patria socialista

http://www.mppp.gob.ve/wp-content/uploads/2018/05/Programa-Patria-2013-2019.pdf

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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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