La traición a Chávez y el fascismo inevitable

En un sistema fundado en la injusticia y la desigualdad, el único régimen que garantiza la estabilidad social es el de la represión y el terror, ¡la paz del miedo!

No importa que la injusticia y la desigualdad se la llame "la ruta hacia el socialismo", como lo hacen Maduro y Jesús Farías, o se la llame "democracia", como hacen los emisarios del capitalismo Norteamericano, el resultado inevitable siempre será un sistema de represión y de terror, el fascismo.

Veamos dónde comienza la restauración del pasado, la traición a Chávez. En 2013 Chávez delega su jefatura en Nicolás Maduro. No había motivos para sospechar ninguna traición de su equipo más cercano; Diosdado Cabello, Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, Ricardo Menéndez, Rafael Ramírez, Jorge Giordani, Yadira Córdoba, todos vicepresidentes de algún sector, y Carmen Meléndez quien era ministra del despacho (Jorge Rodríguez, el alcalde de Caracas y su hermana, no aparecen por ningún lado, no salen en la foto), Hubo mucha camaradería, piedad por el enfermo, mucha zalamería. En esos días de su anuncio la atención la copó Maduro y Diosdado, un resto hizo lo imposible para aparecer cerca del presidente enfermo y agónico y otros se mantuvieron más serios y expectantes, trabajando. Luego de la noticia pública del apoyo de Chávez a Maduro, todo cambió. Las miradas de los oportunistas y aduladores se dirigieron hacia Nicolás Maduro y Cilia Flores…, y Diosdado Cabello.

Unos meses antes, en octubre del 2012 Chávez había presentado ante el CNE su programa de gobierno, conocido como El Plan de la Patria (2013-2019), concebido como un plan de acción política que daba continuidad al anterior, el primer plan socialista de desarrollo económico y social 2007-2013, así mismo lo señala Chávez en su presentación: "… (Este plan fue) nuestra carta de navegación en este ciclo que está culminando, enfatiza rotundamente su papel estratégico. Papel estratégico que el próximo ciclo debe acentuarse todavía más… Este es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital, que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo hacia el socialismo". En ese momento ¡qué iba pensar Chávez que lo iban a traicionar dentro de sus más cercanos colaboradores, que estarían los que luego torcieron el sentido (cobardemente, de forma solapada) de su plan de gobierno original! Su viaje a Cuba y su retorno, casi moribundo, dejó a más de la mitad del país impactado, en estado de shock, incluido su gabinete… Pero no a todo su gabinete, porque dentro de él y fuera de él ya se había tramado el cambio.

El plan de la patria tuvo que ser modificado mucho antes de su muerte, los cambios no fueron improvisados. Mutilar la presentación y redactar de nuevo todo lo relativo a la economía y al ambiente les tuvo que tomar tiempo. Quien se moleste en hacer las comparaciones, verá que pareciera que el Plan de Chávez les sirvió de "marco socialista", usando las generalidades, puesto encima de sus articulados preconcebidos de corte liberal, y no a la inversa; el plan sustituto fue redactado como una ley, no como un programa de gobierno, o plan de acción política. Justo por esto nosotros decimos que la decisión tomada por Chávez de apoyar a Maduro fue inducida, los más cercanos casi que lo secuestraron, llenándolo de halagos y de cuentos de todo tipo. Si a esta nefasta decisión contribuyó Fidel Castro, actuando de buena fe, como dicen algunos, ese grupito cercano terminó de convencerlo con el cuento de "la paz" y de las amenazas de guerra civil, ¡vaya usted a saber cuántas tonterías más, que Chávez no tuvo tiempo ni espacio ni salud para conocerlas de su propia mano!

El discurso de la paz ha sido la constante de Maduro desde que está en el poder coqueteando con el capitalismo y con los capitalistas; como dice Toby Valderrama, no hay paraíso sin serpiente, y usando la excusa de la serpiente cerraron las puertas del camino hacia nuestro paraíso en la tierra, que sigue siendo el socialismo. Amenazando con una violencia casi inexistente, apostaron por la paz boba entregando el país a la empresa privada, al modelo capitalista, ensalzando la propiedad privada, a los empresarios privados, de repente llenos de virtudes, dejando colar en la repartidera de dólares baratos a más de un burócrata y testaferros de burócratas.

En tiempos de Chávez, después del golpe del 2002 hasta su muerte, se amplió el espacio para vivir sin que la vieja sociedad llena de prejuicios te maltratara, te juzgara tan fácilmente, el aire se hizo más ligero. La intolerancia se exacerbó, es cierto, pero se redujo considerablemente, a grupos minúsculos que Chávez toleró y controló sin mucho esfuerzo, la revolución hacía su trabajo de hormiguitas, la gente no tenía miedo. Pero, al llegar Maduro al poder todo fue un desastre. Amedrentado el chavismo y la revolución, "la barracuda" capitalista atacó con furia, al ver a Maduro adulando a sus enemigos, dejándose manotear por un Lorenzo Mendoza "alzao", el fascismo se les fue encima, ¡se nos fue encima!

El discurso de la Paz boba ha frenado todo, hasta hoy. Muchos dejaron de hablar de Chávez, de socialismo, temerosos de la violencia, la vergüenza por el socialismo empezó hacer su efecto dentro de la psiquis de la población. Los llamados a la paz de Maduro fueron llamados a claudicar del socialismo. Y todavía lo siguen siendo.

En Chávez hablar de paz era hablar de justicia social. Cuando dijo "paz con justicia social" no era una frase retórica, fue una consigna política verdadera. Con Maduro la política socialista, las consignas socialistas se hicieron retóricas, frases vacías, letanías para rematar los discursos hechos por traidores al socialismo. Con Maduro la retórica y la publicidad pagada sustituyeron a la política, que se torció hacia otros caminos, atajos menos tortuosos, pragmáticos para el madurismo.

Ahora es inevitable que el gobierno tome el papel de malo, el rol que le exige el imperio que asuma, si acaso quiere librarse de sanciones más puntuales, ya a título personal. A maduro le toca acabar con el socialismo y con los socialistas, a él en persona junto a sus colaboradores.

Pero, igual, sin Maduro y en un posible gobierno tutoreado por Estados Unidos, por la derecha postrada, las cosas no van a ser muy distintas, los serviles no van a cambiar ninguna de las leyes liberales de Maduro; al contrario, intentarán cambiar la Constitución de Chávez y sustituir todas las leyes molestas: del trabajo, de hidrocarburos, por ejemplo. Y a los dos, cualquiera de los dos lados que lleven a cabo estos "paquetes" neoliberales, les tocará contener, domeñar a la sociedad, reprimir, silenciar, fundar el estado de terror, en cualquiera de sus modalidades, como tiranía clásica o como democracia burguesa.

¡PAZ CON JUSTICIA SOCIAL! ¡RESCATEMOS EL PLAN DE LA PATRIA!

http://www.mppp.gob.ve/wp-content/uploads/2018/05/Programa-Patria-2013-2019.pdf



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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