El empresario alex saab ha causado en miraflores un inusitado revuelo, una defensa sorprendente que no se explica sólo por el miedo a que el diplomático de última hora revele secretos económicos de la cúpula madurista. Cuando los gobiernos despóticos, abusivos, están en las profundidades de su descomposición, dan cabida a personajes místicos, hijos de la superstición. Es común en la historia encontrar a estos personajes rodeando a las dictaduras.
Uno de estos personajes, quizá el de mayor renombre es Rasputín: aparece en la corte de los Romanov y la seduce con sus dotes de hechicero. Su influencia en la corte rusa es legendaria, se habla de un total dominio de la monarquía que se le entrega sin condiciones. La figura de este personaje, pelo largo, mirada penetrante, dotes de mago, hipnotizador y curandero, es material para la literatura y el cine. La corte lo defendía con fervor.
Lo del madurismo con el empresario alex saab sólo se puede explicar si lo entendemos como un rasputín tropical, va más allá de los miedos a las revelaciones que pueda hacer, es algo más... Nunca, ni cuando el asesinato del Comandante Chávez, el madurismo ha asumido algo con esa furia, al punto de nombrar a saab parte de las discusiones vitales que realizaba en México con los enviados gringos, y al punto de romper esas conversaciones dolido por la extradición del "diplomático". La campaña en defensa del empresario arrastró al lamentable foro de san pablo, los rusos protestaron desde Moscú; se han pronunciado con vehemencia los más altos voceros del madurismo; marchas y pintas como a nadie.
Pocas veces se ha visto en los últimos años esa pasión por algo. Han dotado a saab de un alto prestigio, es un héroe, un ángel, de esta manera certifican lo que saab pueda revelarles a los gringos: ¡lo dijo el ángel, es santa palabra! Ellos mismos se pusieron la soga al cuello.
El irrespeto total de las leyes, el poder absoluto de la cúpula, producen un ambiente propicio para el aparecimiento de estos personajes, que son señal del deterioro de la cúpula, de desintegración del sistema de gobierno. El madurismo se comporta como una dinastía en decadencia. El fantasma de este rasputin recorriendo miraflores es señal clara del deterioro terminal del madurismo. Es así, el país, la Patria sufre una fermentación que amenaza su existencia.
Todos los días aparecen señales claras del derrumbe del madurismo. Vienen momentos de alta conmoción social. Sólo sobrevivirán a la turbulencia los políticos preparados, los que tengan algo que decir, que proponer; el resto será demolido por las circunstancias. Nuestro mundo, tal como lo conocemos, cambiará drásticamente, nada será igual, habrá cambalaches de personajes y de circunstancias, se verán deserciones, fracturas, el malestar por el desenfreno de la cúpula se manifestará.
El futuro puede ser dramático, oscuro, o puede ser luminoso. Todo dependerá de la capacidad de este pueblo de reconocer a verdaderos líderes, que lo guíen por el camino de la sanación material y espiritual. Y todo dependerá de que estos líderes dejen de pensar y actuar como si viviéramos tiempos normales, que los puede arreglar unas elecciones, la captura de unas alcaldías y gobernaciones; líderes que entiendan que vivimos época extraordinaria, que reclama soluciones extraordinarias.