“El zorro cambia el pelo pero no los hábitos”
Suetonio

El imperialismo, el verdadero gobierno de los Estados Unidos, cada día se enmaraña y se enreda más, a tal punto que, el actual presidente Joe Biden, en cada intervención o decisión se parece al interino venezolano Guaidó, y no se puede llamar autoproclamado, porque participó en unas elecciones, pero tan amañadas, como el prolongado resultado, que, por momento daba la ligera impresión de esperar el dictamen de la pandemia, por la edad de los contendientes. Apenas asumió la presidencia, con más dudas que, un sorteo de lotería y con tantos cachazos, equiparándose al payasito venezolano, no le quedo otra, si no hacer, como los toreros, tantear y pasar al siguiente terció, al darse cuenta que, la tarea de engañar no es fácil, y menos con un prontuario tan conocido y pesado.

Para el imperialismo pisotear la verdad, se le está haciendo cuesta arriba, a pesar que, esa, ha sido su estrategia por muchos años para mantenerse bravucón, y malintencionado, después de ejecutar y apoyar tantas matanzas, y en Venezuela, han tratado de incursionar directamente, aún, cuando lo han hecho a través del poderoso aparato mediático, porque no es fácil detenernos por esa vía, y podemos asegurar que, es casi imposible, como detener el acto de una parturienta al cumplir los nueve meses de gestación; pero, mientras exista el amor por la patria, heredada de Bolívar, Chávez y continuada por Nicolás Maduro, no pisaran el suelo venezolano, con una invasión.

El gobierno de los Estados Unidos, está haciendo lo imposible por mantener su hegemonía en nuestra América, lo que, para ellos es su patio trasero, porque es de vida o muerte, y por eso se mantienen enseñando los dientes, como los perros rabiosos para ver quien arruga, y lejos de amedrentar, lo que hacen, es despertar el deseo de libertad por los pueblos oprimidos; lo que, los ha llevado a cambiar de estrategia, pero, es tan mediocre, que, cualquiera persona más o menos pensante, sin haber sido envenenada por los medios, reacciona con cierta suspicacia, acompañada de una sonrisa burlona, antes las maniobras propias para un público enfermizo.

Ahora, el tema inagotable para cambiar de tercio –según ellos– es el caso Alex Saab, después de la extradición, porque sabían que, preso en Cabo Verde, no les servía para la propaganda mediática, y tenían todo preparado para sonar las campañas, como en los pequeños pueblos, donde hasta el perro se despierta, y de esa manera arreciar la nueva artimaña, empezando por ofrecer dólares por la cabeza de reconocidas figuras del gobierno de Nicolás Maduro, después de señalar al mismo presidente, para definitivamente trabajar en la matriz de opinión: el gobierno y los que lo apoyan son los corruptos; pero al bando opositor y los que brincan la talanquera: Ramírez, la Ortega Díaz, y paremos de nombrar, porque la lista es larga, ni siquiera equivocados los nombran, y eso, que, tienen a varios viviendo a sus anchas en su propio territorio, y los que no están, es, porque no son tan bolsas para caer en el mismo charco.

El imperialismo, aparte de asesino, y chantajista amparado en el poderío militar, capaz de crear un conflicto bélico de proporciones impredecibles, ahora, están haciendo el ridículo papel de cómico, para cumplir con todas las funciones en el circo. Lamentablemente en nuestro país, cualquier vocero en contra del gobierno y el presidente Nicolás Maduro, consigue un auditorio cautivo; todo por obra y gracia del trabajo mediático del mismo enemigo, creador del caos y la anarquía, para después presentarse ¡Aquí, estamos los salvadores! El mismo libreto puesto en escena, en Libia, Irak y en la propia Siria por años, donde el aguerrido pueblo y su presidente Bashar al-Ásad, les han enseñado, que, con la dignidad, la consciencia y la valentía no se juega. ¿Cuánto ofrecerán por Guaidó?

Narciso Torrealba narciso_t_29@hotmail.com