Se solicitan políticos con ideología y credibilidad propias

Las encuestas son fulminantes: ni el gobierno, ni la oposición tienen credibilidad en este país; cerca del 90 por cierto no confía en ellos, la masa está al garete, sin conducción. La situación nacional es de alto peligro, un país sin liderazgo es presa fácil del caos, y si el país tiene ingentes riquezas es mango bajito para los buitres internacionales.

El país sufre la consecuencia de la política rentista, pragmática. Por un lado, el gobierno con su ideología marginal, sin visión estratégica, llegó al gobierno arrasando con todo; en su afán por permanecer y lucrar, abandonó toda consideración de futuro, "el mañana no importa, lo importante es el hoy", de esta manera destruyó la credibilidad en la ley, en el sistema judicial, y en los líderes políticos, del chavismo y de la oposición sometidos a verdaderos linchamientos éticos. La oposición gringa, con su cobardía, su política con algodones, no querer meterse para lo hondo, no correr riesgos, su papel de comparsa del madurismo en la tarea de yugular al Socialismo, sus mezquindades internas, las acusaciones entre ellos, la llevaron a la pérdida de la credibilidad de su apoyo natural. Sumado a este cuadro, el chavismo de Chávez aún no termina de superar el impacto del asesinato del Comandante, no se recupera y no consigue construirse como opción.

El país está huérfano de políticos y de política creíble. Los operadores políticos de las clases privilegiadas han fracasado. Y cada vez que esto sucede, el vacío tiene que ser llenado por los propios dominantes, aparecen en escenas, se lanzan al ruedo los verdaderos dueños del circo. Los propios capitalistas ocupan las posiciones de gobierno, no hay intermediarios, entonces, los vemos como miembros de una junta de gobierno que tendrá como tarea restituir la dominación, un sistema "democrático" que reconstruya el engaño.

La historia se repite, la dominación capitalista salió triunfante del susto que fue Chávez, de la posibilidad socialista. El precio que pagó el capitalismo por derrotar al chavismo fue la intoxicación del virus madurista, que si bien destruyó al país, se lo entrega indefenso, sin referencia política, sin líderes, escéptico, débil, fácil presa para sus planes de expoliación.

La tarea de los revolucionarios, de los que quieren a su Patria, en estos difíciles tiempos, es inmensa: en el país se derrumbó todo, los políticos, las instituciones, lo social, la economía, todo. Sólo conservan un poco de credulidad la iglesia, los militares, algunos grandes empresarios, es decir las reliquias de la dominación capitalista. La revolución, la idea socialista están arrinconadas, derrotados. Se necesita una gran operación de reingeniería social: resetear al Estado, la economía, la organización social, la política, pero sobre todo rescatar la idealidad, la pasión Patria. Sin pasión todo esfuerzo por reconstruir al país será vano, y esa pasión necesaria, sólo puede surgir, sostenerse, con la Revolución. Venezuela necesita del concurso de sus mejores hijos, de aquellos que tengan como principal interés personal el interés de la Patria. Venezuela necesita de políticos revolucionarios, con ideología y credibilidad revolucionaria.

¡CHÁVEZ, PATRIA!..



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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