Llaman la atención las discrepancias de diosdado con maduro: maduro firma un entendimiento con la corte penal, y diosdado brinca súbito y declara: la fase preliminar no se ha cumplido, se pedirá revisión de la decisión. Las derechas, madurismo y guaidó, se reúnen en México para acordar el nuevo pacto de gobernabilidad, y diosdado aparece el miércoles en la noche amenazando a guaidó con represalias, lo calificó como inepto y ladrón. El madurismo hace un esfuerzo por conseguir la observación europea a las elecciones de noviembre, y diosdado brinca pidiéndole a la militancia del partido del gobierno que desconfíen de los observadores europeos. Por más esfuerzos que hacen maduro y diosdado por ocultar sus discrepancias, "siempre se les ve el bojote". Allí adentro algo pasa, y merece atención.
Hay que ser muy cuidadoso cuando se analizan los intríngulis del pranato, son capaces de cualquier disfraz. Es así que la discrepancia entre estos dos personajes puede ser sólo apariencia, están montando el viejo show de policía malo y policía bueno, diosdado dice lo que maduro no puede por su condición. Esta opción es probable. El cinismo del madurismo es inédito, no se sabe hasta dónde puede llegar. No obstante, la simulación es muy peligrosa, le puede pasar como la mujer aquella que por conveniencia simulaba ser coja, y un día amaneció coja de verdad. Así la simulación de las divergencias se pueden convertir en discrepancias verdaderas.
Otra posibilidad es que la divergencia sea real. Diosdado, que profesa un chavismo tosco, pero chavismo al fin, está empezando a caer en cuenta de la real condición del madurismo. Está empezando a entender que la debacle de PDVSA no se debe simplemente a la mala gestión de Ramírez, aquella producción de tres millones de barriles diarios desmienten la especie. Está empezando a entender, que el madurismo tenía que quebrar a PDVSA para justificar su entrega a los privados, esa es una exigencia del capitalismo, dejar al Estado sin poder económico, tal como hoy lo vemos, convertirlo en un simple policía. Diosdado empieza a captar que la privatización de las empresas propiedad social no tiene nada que ver con el Socialismo. Está empezando a entender que con las armas melladas del capitalismo no pueden dar cumplimiento al mandato de Chávez de ir contra la lógica del capital. Le duelen los militares secuestrados y muertos en las horrendas cárceles. En resumen, y un poco tarde, descubrió que esto no es chavismo. Y con esa epifanía está asustado, no sabe qué hacer, su chavismo tosco no le da argumentos, luces, para encontrar la solución al dilema, comprender que ha estado bogando en la curiara equivocada.
Pasó lo que era predecible, un gobierno pragmático, sin ideología, sin estrategia, atrapado en la miasma de la ideología marginal, no podía tener vuelo largo, profundidad de miras, su duración es corta. Y el madurismo se agotó temprano, ahora languidece. La procesión va por dentro del madurismo, la crisis brutal que padecemos les agrietó la cohesión, allí adentro nadie garantiza lealtad, al primer vientecito comenzarán las deserciones. En estas condiciones puede pasar cualquier cosa, el país atraviesa un vacío de poder, de política, que alguien llenará. Ese es el gran dilema: ¿Quién sustituirá al madurismo?
¡VOLVER A CHÁVEZ!...