Elevar la capacidad de gobierno del gobierno

Sería un atrevimiento, una aventura y un gran riesgo navegar en altamar, si hay vientos huracanados en el horizonte o se presagia mal tiempo; sobre todo, con un capitán y una tripulación, que no saben leer la carta de navegación y que apenas saben lo que tienen que hacer, pues no han acumulado suficiente experiencia ni experticia. Mucho más complicado, si cada uno habla idiomas distintos y tienen que apelar a señas para comunicarse. Así sucede cuando, en un equipo gubernamental, la formación de sus miembros en disciplinas técnicas verticales o especializadas con escasa experiencia administrativa y/o política, limitan la posibilidad de la interdisciplina y, aún más, de la transdisciplina, pues ésta exige una formación integral, sistemática y horizontal que permita el manejo de un metalenguaje común, que pueda ser decodificado y entendido por todos los miembros del equipo de gobierno.

Esto es lo que nos sucede, en América Latina y el Caribe, cuando nos encontramos con Presidentes y Ministros recién electos y obligados a ejercer el difícil arte de gobernar. Sobre todo, cuando estos no se han formado, e incluso no saben, que existen ciencias, técnicas y tecnologías, capaces de ayudarles a cumplir, con mayor eficiencia y celeridad, sus compromisos electorales para poder así garantizar, la sobrevivencia de los ideales democráticos de bienestar y felicidad social, a favor de una convivencia pacífica, armónica y equilibrada. Esta incapacidad, crea conflictos políticos, económicos y sociales, que pudieran haberse evitado; nos limita, además, a alcanzar mayor velocidad y profundidad en la dirección de los cambios y transformaciones necesarias. Es una camisa de fuerza, que nos pone en posición desventajosa frente a quienes dominan los secretos del poder político, económico y sacral. Restringe nuestro ámbito de acción e impide hacer uso adecuado de los mecanismos institucionales y sociales para lanzarle la piedra, con contundencia y éxito, al Goliat de nuestros enemigos internos, como la burocracia, la corrupción y la traición, así como de los oponentes externos, como el imperialismo anglo-judeo-norteamericano. No nos permite, además, tener la suficiente fuerza para mantener en el tiempo un crecimiento sostenido de victorias tempranas, hacia la conquista de la satisfacción plena de las vitales necesidades de nuestros pueblos. Fallamos una y otra vez, por ignorantes. Pues no sabemos que no sabemos.

Los actuales gobernantes y quienes aspiren a serlo, están obligados, entonces, a investigar, estudiar, reflexionar, aplicar, hacer seguimiento, reinventar, adaptar, innovar, recrear, ampliar y profundizar, sobre cuadros de referencias, teorías, conceptos, métodos y metodologías de alta potencia explicativa y de trasformación de la realidad.

Eso es lo que hemos estado tratando de decir y hacer, desde la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG), proyecto que heredamos de un visionario intelectual chileno, como lo fue el, Dr. Carlos Matus Romo. Para ello nos hemos basado en su enfoque estratégico situacional y de planificación pública, mejor conocido como Método PES, mismo que nos obliga a investigar, pensar y actuar sobre los problemas prioritarios de la población y del gobierno, como condición para poder construirle viabilidad a sus potenciales soluciones, a través de proyectos de eficacia direccional y procesal.

Ahora, sus planteamientos se han visto reforzados, con los aportes de otros pensadores y creadores latinoamericanos, como el Brasileño, Dr. Waldemar De Gregori, con su propuesta del proporcionalismo trialéctico y la gubernética social, que nos pone a pensar sobre el juego triádico de la vida en sociedad, en 14 subsistemas, en el que lo político, es apenas uno de ellos. Él nos ha dado nuevas luces sobre el gobierno comunitario, la convivencia humana, las características y estrategias para enfrentar a los grupos oficiales sean de derecha, centro o izquierda. Y nos ha llamado la atención acerca de la necesidad de controlar la tendencia maximocrática de los distintos grupos o clases sociales en pugna, en el juego social.

También nos acompaña el venezolano, Dr. Luis Gómez de la Vega, quien con su sabiduría, nos coloca en la frontera del conocimiento a través del Integralismo Trialéctico y la Prospectoría Integral, al resumir, en 12 sectores y en el juego básico del ser, el poder y el poseer, una metodología que nos permite realizar un continuo, permanente y completo seguimiento y control, a través de la Sala de Inteligencia Operativa y el Laboratorio de Gestión, a múltiples variables relevantes, que nos facilitan, promover y estimular la psico y socio motivación comunal, así como el logro de resultados tangibles a partir de nuestro potencial e inteligencia creativa y práctica.

Son tres latinoamericanos, de muchos otros que existen, que pueden contribuir a elevar la capacidad de los gobiernos latinoamericanos y caribeños, si los equipos de gobierno y los líderes políticos, con humildad y voluntad, se deciden a superar las limitaciones propias de su anterior y restringida práctica económica, política, social e incluso, militar.

articulohugomoyer@cantv.net


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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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