El madurismo sí existe y hay que revocarlo

El madurismo es una actitud de disimulo para sustituir la política revolucionaria. Es una distorsión del interés colectivo hacia el interés personal y mezquino basado en la mentira y el pragmatismo: mentiras, leyes y distorsión.

Las mentiras: comienzan con la falsificación del plan de la patria, la promesa de investigar la muerte de Chávez y designar una comisión especial, siguen con la reversión de los avances socialistas y una falsa promesa de prosperidad; la dilapidación de nuestras reservas en divisas en empresas de maletín, en seudo empresarios ladrones y burócratas del gobierno, privatizaciones de empresas socialistas y del Estado y la restitución de las tierras ociosas confiscadas a latifundistas.

Las leyes entreguistas: El falso plan de la patria convertido en Ley, La ley "constituyente" de inversiones extranjeras para el desarrollo, la ley "antibloqueo", la Ley de las Zonas Económicas Especiales", contemplada en un decreto ley de maduro del 2014.

La distorsión del poder popular en organizaciones al servicio de los intereses del grupo gobernante, como aparato electoral, de propaganda o de choque a las protestas, haciéndoles creer que así obedecen a Chávez.

El madurismo existe y es un estilo lumpen tramposo de hacer política que se esconde detrás de la figura de Chávez y de las extrañas sanciones que lo ha convertido en una clase privilegiada. El madurismo ha servido de excusa a la derecha mercenaria y servil a EEUU para confundirlo con Chávez y llamarlo "chavismo" y así descalificar al socialismo, a los avances sociales que tuvo la revolución adelantada por Hugo Chávez.

El madurismo existe. Fue la mejor forma de mentir para frenar la revolución socialista después de la muerte de Hugo Chávez, desprestigiarla y sustituirla por el oportunismo y el pragmatismo de un grupo de renegados. Debemos revocar a Maduro, al madurismo y sus planes privatizadores de todo el país.

Recuperar la industria petrolera:

El que piense que Venezuela hoy está superando el rentismo petrolero es un tonto. El rentismo es una actitud que domina la conciencia del país. De nuestros seudo empresarios, importadores incapaces de producir nada, de crear tecnología, de financiar sus gastos y ganancias; todo se lo roban al Estado. Es la cultura del derroche, es el burocratismo dentro de la administración pública, es la flojera, es la comodidad, es buscar hacerse rico con el mínimo esfuerzo. Rentismo es alquilar o vender el país y sus riquezas a privados, el cobro de comisiones y la matraca. El rentismo no se acaba con "mecanismos" sino con un cambio de consciencia, con otra moral, haciendo una revolución verdadera.

Venezuela debe recuperar la industria petrolera para financiar la revolución socialista, la cual es moral, es un cambio de conciencia que va mucho más allá de la miseria electoral, de la falsa democracia capitalista. Revolución socialista es ir en contra de la lógica del capital, del espíritu capitalista. Pero, para recuperar nuestra industria petrolera hay que volver a Chávez y su plan de plena soberanía petrolera, estatizar de nuevo la industria y socializarla, colocarla al servicio de toda la sociedad, a fin de financiar los cambios sociales y nacionales. Por esa razón debemos revocar al madurismo.

EL REVOCATORIO es una poderosa herramienta incluida en la Constitución, justamente para liberar al país de tiranías y grupos de poder que se entronizan en el gobierno en contra de la voluntad del pueblo, como dice Rafael Ramírez. ¡Hay que usar esa herramienta chavista en contra del entorque madurista y de las ideas coloniales de la derecha rastrera pro gringa! ¡Es la única oportunidad de hacer cambios radicales de forma pacífica!

VOLVAMOS A CHÁVEZ



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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