Vivimos una guerra peor...Y la estamos perdiendo

La guerra que padecemos es de las peores, se trata de la "guerra cuasi perfecta", una en la que el enemigo no es percibido por el atacado. Es sutil, silenciosa, hace tanto daño como una guerra convencional, con pérdidas mínimas para el invasor.

Nosotros, en Venezuela, sufrimos una invasión de este tipo. El objetivo es liquidar el ejemplo, la posibilidad de una manera de vivir alterna al capitalismo. Lo primero que hizo el invasor fue neutralizar a las fuerzas armadas nacionales, de nada sirven las armas convencionales contra un enemigo invisible, no hay frentes de batallas, sólo resultados de la destrucción. Este tipo de guerra, sólo se puede detectar por el daño que hace al país invadido, allí se demuestra la presencia enemiga. Después, fue directo contra la economía, destruyó el músculo económico, a PDVSA. Enfiló sus baterías contra la educación del país, aplastó a las Universidades, a la educación media, a la primaria, condenó a sus trabajadores a la miseria. Produjo un éxodo brutal de los nacionales, acabó con la producción, con la salud, las instituciones, la ley nacional, eliminó la Constitución, impuso su ley secreta, sus zonas económicas de concentración. Todo esto sin disparar un tiro, sin una baja por parte de ellos y miles de bajas del país ocupado por acciones extrajudiciales.

El daño espiritual no es menos que el daño material, la moral del país se deteriora, el sentido de pertenencia se evapora, se vive como en un campo de concentración, en su interior se cumple la ética del sálvese quien pueda, el egoísmo es la conducta de sobrevivencia. No hay dudas, el país está en guerra contra un enemigo visible sólo por el daño causado.

La resistencia a la ocupación tiene dos obstáculos principales: uno, el enemigo es de difícil detección; la otra, el egoísmo que produce la situación miserable, sin dirección, sin razones sagradas para vivir y luchar, entorpece las acciones conjuntas; la sociedad fragmentada no consigue defenderse. Sin despreciar la ayuda externa que recibe el invasor, apoyado por los imperialismos, por los capitalismos mundiales.

Es una guerra de nuevo tipo, es la confrontación del capitalismo mundial enfrentado a los brotes Socialistas, contra ellos usan las formas de guerra convencional, pero más las guerras no convencionales, sin pólvora y sin drones. Aquí comenzó la lucha contra el Socialismo, con el magnicidio de Chávez, quién duda que Chávez fue la primera baja de esta guerra no convencional. Y quién duda que contra el Socialismo se ha formado un gran frente de batalla que incluye a los maduristas y también a los guaidosistas, a la derecha rusa y a la derecha gringa. Quién duda que los dirigentes verdaderamente Socialistas son víctimas de un ataque mediático canallesco equivalente a una caída en combate. Así, la resistencia al invasor queda sin jefatura.

De esta situación se derivan dos acciones principales para los revolucionarios. La primera, develar frente a la población al enemigo invasor, que no es otro que el madurismo, es así, fuimos invadidos por nacionales. La población, los dirigentes, todos deben entender al madurismo como un ejército invasor y a Venezuela como un país agredido, un país en guerra de ocupación. La otra tarea es el rescate de la organización política, de la dirección y el partido que dirija la resistencia al invasor y la recuperación de la Patria.

¡CHÁVEZ, PATRIA SOCIALISTA!

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Toby Valderrama Antonio Aponte

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