Auditórium

Nuestros tartufos, politiqueros, y payasos

"Un sabio dijo una vez: puedes tener lo que quieras si sacrificas todo lo demás. Lo que en verdad quería decir, es que no hay nada que no tenga un precio, así que antes de luchar más vale que pienses lo que quieres perder. A menudo si se nos elige a nosotros, y no al contrario, el sacrificio puede ser mayor de lo que podemos soportar". "Menester será que me sacrifique, si vos lo queréis". Fin de la cita.

Diálogo del Tartufo.

Moliere: entre muchas de sus obras, en lo personal, me quedo con la llamada Tartufo, ¿por qué, muchos se preguntaran? Pues, esta obra es sólo comparada, con el discurso actual de cierta clase política venezolana, y si no me creen, pues cada quien que lo elija a su propio gusto; Para desgracia, en las elecciones del 21 noviembre del 2021, se colearon por "accidente" nuevamente para gobernar un grupo de impostores, ya han caído varios presos por la operación "mano de hierro", cada 4 años vemos un montaje en un tinglado de diferentes colores, y posturas, los actores son los mismos, el guión, la burla, el pantalleo desmedido, y su teatro de opereta de baja estofa, se está repitiendo nuevamente, ahora con la globalización de las redes sociales, ahora se ve con mas frecuencia, desde tiempos inmemoriales…

Los disfraces, mascarillas, y no precisamente las que se usan para protegerse del covid-19, son irreverentes para el ciudadano, que en este caso es el pueblo, y es quien está pagando una entrada muy cara, para soportar estos burdos espectáculos. La simulación es parte de este tétrico teatro, los impostores-gobernantes-corruptos, nos han decepcionado, y nuestra historia está plagada de asesinos, psicópatas, disfrazados de héroes impersonales.

El Tartufo engaña muy bien, de hecho Moliere lo presentaba como unos "Falsos devotos", lastimosos, hipocondriacos, mitómanos, simuladores; es decir como sucede en la Venezuela del siglo XXI, burgueses disfrazados de líderes revolucionarios, ladrones con chapas de funcionarios, diputados, caciques con vestimenta de payasos que emulan a los políticos demócratas, que saben que la política es un arte de servicio publico, cientos de charlatanes con trajes, y vestimenta de marca, donde cohabitan rábulas del derecho que escriben culo con K, y se ostentan títulos universitarios de dudosas procedencias, ministros con birretes de sabihondos, hambreadores con lengua demagógica amellada por la mentira, y cientos de comunistas, y socialistas en camionetas Toyota Dubái 2022, pero son progresistas, revolucionarios, y radicales, sólo de la lengua para fuera, ya que sus estómagos, y bolsillos, son del capitalismo mas rancio.

Hoy esta clase politiquera vive su propio carnaval, los políticos vestidos con ropas de marca, están viviendo un eterno, y obsesivo poder que les permite, aunque sea en forma trágica, para la población que sufre, por el alto costo de la vida, ellos siguen en su éxito efímero, es este retrato o prontuario del fracaso en sus incansables, e inagotables, inmoralidades del falso éxito, y del dinero sucio.

Muchos de nuestros tartufos políticos, se han quedado colgados en su pasado, son ya irrecuperables, y esta ha sido la forma de gobernar, y destruir al país, cosa que a estas alturas, ya no está la nación para recetas domésticas, de trabajos, y emprendimientos de bagatela, la nueva explotación moderna del trabajador venezolano, que lo qué trae es mas miseria, y pobreza , para nuestra población, puras comedias bufas, y menos para los auto llamados herederos de la patria, o hijos de Bolívar, como se hace en la Casta Divina de estos politicastros, donde, y cuando sus compinches, viles tartufines, comparten el botín de la herencia de fortunas amasadas en obscuras circunstancias que les da el efímero poder, y que perversamente cohabitan en la mente de la mayoría de los gobernantes, líderes chapuceros, o simples funcionarios, y testaferros.

El ser o parecer unas hienas nada les importa a estos representantes, aunque no se sepan el guión, ellos son malos actores que ante los ciudadanos: mudos, mancos, ciegos, sordos, y rencos les venden espejitos a cambio de la libertad de una mejor calidad de vida. De pronto estos tartufos se convierten en serpientes de dos cabezas, más allá de que muerden, representan la impiedad, atrapan, se van a la yugular, y no sueltan jamás ni a los ciudadanos, ni sus cargos, el diccionario político del rebusque nacional está repleto de estos, y estas, aunque esté presente la tragicomedia, representada siempre por el éxito fantasmagórico que tienen en el fracaso de sus gestiones o funciones, incluyendo la fragilidad de sus obras, todas destinadas al fracaso, y el olvido.

Los tartufos, politiqueros, son capaces de venderle el alma al diablo, con tal de conseguir un fin, pueden ser los falsos profetas, el mesías pagano o como se define uno por ahí: "ateo, y falso devoto", todo un desencanto en el ámbito del análisis social, y político que por lo regular son los terrenos que pisan, para ser analizados, y diagnosticados, aunque en algunos de estos personajes sus prontuarios, y obscuras sombras los acorrala, y se desencadena la destrucción de ellos mismos.

 

 

 

 



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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