- ¿Otra vez estabas en Juangriego, Juancho? Preguntó el perro Pipo, cuando vio llegar al periodista Juancho Marcano, con su esposa, a punto de mediodía.
El reportero observó a su perro y conociendo como se ha puesto de preguntón, no le extrañó nada, que en vez de saludar primero, interrogara. Sin embargo, Juancho no le llamó la atención, si no por el contrario, le acarició la cabeza, como diciéndole, estás terrible, Pipo, y después le contestó:
- Si, Pipo, estaba otra vez en Juangriego, pero esta vez estaba en un consultorio de una Odontóloga, que es una persona que trata, cura y sana la dentadura, y te digo que ahorita con las técnicas que hay, sacarse una muela o hacerse otras cosas en los dientes, es una cosa que no da miedo como antes, y menos si el doctor te trata bien y con confianza, como lo es el caso de nuestra amiga y paisana (porque es de aquí de Tacarigua y tiene su consultorio en Juangriego) Bonny Jiménez, a quien recomiendo.
Porque te cuento Pipo que un dolor de muela, es una de las cosas más terribles que puede haber, por eso un viejo decía cuando se sentía mal, me duele el alma como un dolor de muela, eso nos daba una idea de cuánto sufrimiento llevaba ese señor por dentro.
Pero volviendo a las técnicas para sacar una muela ahorita, te digo que es más sencillo y nada doloroso, y te señalo esto porque en nuestra juventud, había en el ambulatorio de la Tacarigua de Margarita, un dentista que era un verdugo, y por tanto la gente tenía miedo de ir a extraerse dicha muela, tanto es así que una vez fue nuestro amigo Julián, un ferviente revolucionario y en contra de los gobiernos de turno de la época, a sacarse una muela y cuando entró al cuartico a donde estaba el citado dentista y éste notó que estaba temblando, le dijo: siéntese en esa silla. Luego buscó la pinza, le indicó que abriera la boca y cuando ubicó la pieza cariada, lo agarró por el cabello que Julián lo tenía largo en ese tiempo, y le dijo: ¿Y tú eres él que vas a tumbar el gobierno y tienes esa tembladera con solo ver esta pinza? Y ahí estuvo luchando con la muela hasta que la sacó.
Pipo escuchó y vio como Juancho soltó la risa, después de la explicación, y luego dijo: “Eso, Pipo, era terrible, ahora es sencillo y más con la Odontóloga de quien te hablé antes”.