"Quien quiere mentir, engaña,
y el que quiere engañar, miente"
Mateo Alemán"
No la tiene nada fácil el gobierno de los Estados Unidos, y menos con el encargado de mantener la hegemonía, que, habían sostenido por años, para saquear pueblos enteros y de esa manera alimentar todo ese aparataje de ilusiones, iluminando grandes urbes, que, al verlas transporta a cualquier humano a un sueño de fantasías del cual se le hace muy difícil salirse. Por eso una indiscutible potencia, vive en una permanente contradicción creada lamentablemente bajo una mentira aderezada el llamado "sueño americano". Cómo se explica, que, mientras en sus propias fronteras crece la violencia, lo que podemos calificar una guerra no declarada, la ansiedad de un número importante de personas por emigrar a ese país no cesa, a pesar de los miles de obstáculos implementados por el propio gobierno estadounidense.
Estados Unidos, vive una tragedia por donde usted lo vea. Pueden seguir de cumbre en cumbre, pero terminan cocinándose en su propia salsa y todos sabemos, que no tiene buen olor ni sabor. El gran recurso de cuanto gobierno se instala en la Casa Blanca, aparte de la fuerza militar y la arbitrariedad para detener a todo aquel, que se atreva a denunciar, es la mentira y para eso han desarrollado un gran aparataje mediático, pero nada en este mundo se sostiene a base de falsedades. Ya que, al final aparecen las grietas por donde se filtra la verdad, dejando al descubierto a los mentirosos.
Los imperios han ido desapareciendo al no poder esconder tantas mentiras, y el resquebrajamiento que se empieza a notar en los gobiernos estadounidenses, bajo la tutela de las grandes corporaciones es por naturaleza indetenible, lo que hace sumamente peligroso a esa fiera herida. Mentir es el primer punto en la agenda del actual mandatario, y por supuesto todos sus socios tienen la obligación de tragárselas, aunque se les queden atravesadas. A raíz del conflicto Rusia–Ucrania, los países de la UE subordinados a los mandatos e intereses de Washington, son los que están padeciendo el arsenal de mentiras, cuando tratan de hacerles creer a sus habitantes, que la grave situación es culpa de Vladimir Putin, cuando la razón verdadera, es el rebote de las medidas aplicadas al gobierno ruso, supuestamente, como castigo al defender su territorio, después de la experiencia de la GRAN GUERRA PATRIA.
La mentira siempre ha existido, y es difícil conseguir a un ser que no haya mentido sobre la tierra, Pero agarrar la invención, como recurso para engañar y someter pueblos enteros, ejemplo: el caso de George W. Bush, quien es recordado por invadir a Irak, con argumentos tan falsos y pobres, como su misma capacidad para pensar, es suficiente para aclararle el entendimiento al más pitiyanqui, y por eso el andamiaje del imperio gringo se esté moviendo tanto en el plano militar, como en el económico, antes el surgimiento de la verdad, como el sol al amanecer. Además, vienen apareciendo otras alternativas de comercio, sin llevar como meta el apabullamiento; al contrario, buscan la colaboración y el intercambio igualitario. El saqueo tiene varias aristas, y entre ellas se encuentra llevarse las riquezas para luego vender derivados de esas materias primas a precios de atraco.
En este momento, cuando el imperialismo no puede ocultar sus fracasos y todas sus farsas a pesar de ser muy bien maquillado, por expertos en la materia. Ahora se agarran de unos aliados que, se encuentran en todas partes y en las manos del mayor porcentaje de la población mundial: Internet, y la telefonía móvil, el celular. Desde las décadas de los 70 y 80, cuando aparecen estos avances tecnológicos de la comunicación, el imperialismo los ha utilizado para mentir y engañar utilizando lo que, llaman: noticias rápidas, pero cargadas del veneno, como la víbora más ponzoñosa. A ese enemigo tan sofisticado se enfrentan los pueblos, y buena parte toma el estupefaciente sin poder darse cuenta o rechazarlo. Así, de hábil y poderoso es el imperialismo, aún, cuando le estén quitando la careta en medio de la lucha que libran los pueblos.
