Cuando una sociedad intenta una Revolución, los dominantes enfilan contra ella, no sólo todas sus armas, sino su odio, que es implacable. Cristo fue crucificado con saña, pagaba la osadía de su rebeldía frente al imperio romano y frente a los ricos, a los que sentenció: "primero pasa un camello por el ojo de una aguja, que un rico va al reino de los cielos"; aún hoy deforman su legado. La Revolución Soviética fue atacada desde adentro y desde afuera, aún retumba en la Plaza Roja la traición de Yeltsin y la blandura de gorbachov. A Bolívar no le perdonaron la osadía de liberar un continente de las garras del imperio español, la reacción fue brutal, murió con camisa prestada, destruyeron a la Gran Colombia, y sus hijos aún pelean desoyendo sus llamados a la unidad cuando bajaba al sepulcro.
Con Chávez el odio fue monstruoso, no le perdonan su intento socialista, en una época, en un mundo cuando la esperanza de una superación del capitalismo parecía cancelada para siempre. El odio lo vivimos en los golpes, en el saboteo petrolero, aun recordamos el odio de Carmona, en el golpe de abril, y la tirria de ramos allup sacando del congreso las imágenes de Chávez. Imaginemos que harán cuando estos gorbachov tropicales dejen a miraflores. No le perdonan que pretendiera una Revolución en un continente y un planeta unánime capitalista, que despertara la esperanza. Contra el proceso chavista dirigieron sus más perversas armas, lo atacaron de afuera y lo atacaron de adentro.
Todo comenzó con el asesinato del Comandante, luego se apoyaron en las fuerzas reaccionarias internas, sabían que toda Revolución perdida, primero lo fue en sus entrañas que incuban a la reacción. El proceso revolucionario chavista sufre una operación de alta factura. El capitalismo mundial, que cuando se trata de luchar contra intentos revolucionarios es uno, va unido, lanzó sus más perversas armas contra ella. Se trata de una operación que combina las fuerzas del madurismo, que dormían como larvas dentro del proceso, y que luego del asesinato del Comandante eclosionaron para devorar los avances hacia el Socialismo; unidas a las fuerzas del guaidosismo, todos con un mismo fin: contra el Socialismo que nacía. Los rusos y los gringos, los chinos, los turcos, iraníes, desde diferentes ángulos dirigían la ofensiva, apuntaban a un mismo objetivo,
Es así, se trata de un asalto de la burguesía internacional y nacional contra el intento socialista. Y es lamentable que la clase obrera, su vanguardia indiscutible, los obreros petroleros, los obreros universitarios, los empleados asistenciales no se han percatado del momento histórico, se dejan arrebatar la posibilidad de la mayor reivindicación de los desposeídos y de la humanidad: el Socialismo; se pierden en luchas subalternas. En este momento toda lucha, por pequeña que sea, debe llevar incluida la batalla histórica, la lucha por el Socialismo. Las consignas deben construirse con la reivindicación parcial acompañada de la reivindicación histórica: ¡volver a Chávez, al camino socialista, contra el capitalismo ¡Salir del madurismo-guaidosismo, salir de maduro!, que son lo mismo, pero con diferente cachimba. De esta manera educamos a la masa obrera y a la sociedad, señalamos el camino estratégico. Toda lucha parcial que no lleve este norte contribuye con el afianzamiento del capitalismo. Se trata de una guerra definitiva, un enfrentamiento de la burguesía contra la masa irredenta, no son momentos para concesiones, la burguesía no dará cuartel, en su venganza arrasará con todas las reivindicaciones obreras, con las leyes que protegen al trabajo. El capitalismo explota, crea miseria siempre. Si se deja estabilizar a la restauración capitalista, se verán horrores.
¡RESPETO A LAS CONQUISTAS ECONÓMICAS!
¡VOLVER A CHÁVEZ, SALIR DEL MADURISMO!
¡POR EL SOCIALISMO, CONTRA EL CAPITALISMO!