La matemática es sencilla: Chávez es un gigante histórico, por ser el primer presidente venezolano y uno de los primeros del mundo en intentar un ensayo socialista en la época post soviética. Cuando todo el mundo estaba resignado a la barbarie capitalista, cuando pensaba la humanidad que ya no había nada que hacer, cuando todos creían que la historia había llegado a su fin, en esa noche oscura, Chávez trajo la madrugada fértil del 4 de febrero, y allí empezó el milagro.
Venezuela tomó el camino del futuro. Chávez, con una gran valentía teórica (que bastante falta hace hoy), declaró que el Socialismo no estaba muerto, devolvió la esperanza a la humanidad. Eso lo hizo un gigante histórico.
El capitalismo no lo perdonó, lo asesinaron, lo asesinan todos los días. Mancillan su obra, pisotean su pensamiento, deforman su memoria. Ahora el país fue secuestrado por los capitalistas, el madurismo usurpador se lo entregó en bandeja de petróleo y oro de las entrañas de la Patria, de sangre y sudor de los desposeídos. Y como era de esperar, el Comandante no cuadra con el capitalismo, aun después de muerto le temen, aún está entre nosotros luchando, hablando, acusando, aupando. La batalla hoy continúa siendo Chávez enfrentado a los capitalistas, el chavismo auténtico contra el madurismo traidor.
El futuro de Chávez en manos de los capitalistas, de sus operadores maduristas, y de los que pueden venir mañana, tiene el destino del olvido, la canalla no lo perdonó en vida y no lo perdona ahora. Será sacado del Cuartel de la Montaña, será borrado de las paredes, su nombre será olvidado y sólo recordado como una época mala. Su nombre será transformado en ofensa, ya recorre el continente en manos de los capitalistas que lo usan para asustar a los débiles y a los engañados.
Todo está claro, no hay lugar a engaños, el madurismo fiel a su condición de renegado, de ejecutor de la instalación del capitalismo, de verdugo del Socialismo, persigue a los chavistas auténticos. La confrontación no cesa, el chavismo se enfrenta a una dictadura feroz que tiene como objetivo principal, ya que instauró el capitalismo, ahora ir por el chavismo, borrarlo de la faz de la tierra, esa tarea o la cumple el madurismo o intentará cumplirla otra fracción del capitalismo. Los incautos que aún crean que esto se parece siquiera remotamente con el chavismo de Chávez, cada día pagan el precio de su candidez.
No hay excusas, nada justifica ante la historia a este gobierno, es un deber enfrentarlo, y es un deber de la alta dirigencia chavista, de los socialistas dirigir la resistencia contra el madurismo. Ya no hay lugar para más diagnósticos, la masa siente la injuria en su propia carne, no es necesario explicarle lo mal que está, lo que se debe hacer es indicar a los culpables, y señalar el camino para sustituirlos, de raíz, no con cambios de peluca, de cachimba, para que quede todo igual. Callar hoy frente al madurismo, quedarse al margen de esta batalla, es traicionar al Comandante, a la historia, al futuro de este pueblo y de la humanidad.
¡Chávez, futuro!