Lo que revela el magnicidio frustrado en Venezuela

  • El Magnicidio frustrado contra el Presidente Constitucional, Nicolás Maduro, revela una comunidad de intereses, por un lado, personas carentes de patrones morales que quieren llegar al poder político a toda costa y por el otro, intereses imperiales, que pretenden, violando toda norma del Derecho Internacional, consolidar su hegemonía mundial con el poder de las armas y el establecimiento de gobiernos títeres.

Ejemplarizante tienen que ser las sanciones y condenas contra los que violando no solamente la Constitución y todo el ordenamiento legal, se han propuesto como meta para lograr sus propósitos atentar contra la vida de un Presidente, electo democráticamente, sino, que se han rebajado moralmente, al punto de pensar que cualquier medio, por más rastrero y sucio que sea, es válido para justificar su ambición por el Poder.

Esta puede ser una de las lecturas que se puede hacer luego de revelado con pelos y señales el Plan del Magnicidio frustrado, descabellada idea, que no sólo puso en vilo la vida del Presidente Nicolás Maduro, sino, también, a parte de su tren ejecutivo y mandos de las Fuerzas Armadas, que se encontraban en la tarima principal celebrando el 81 Aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana en plena Avenida Bolívar de Caracas.

Pero tan macabro era este plan, que de haberse concreto hubiese sumido a Venezuela es una espiral de violencia, donde todavía estuviéramos contando los muertos y que puso también en riesgo la vida de miles de ciudadanos asistentes al Acto Conmemorativo, al utilizar explosivos como el C-4 de amplia ola expansiva, lo que revela la baja catadura moral y humana de quienes lo organizaron e intentaron perpetrarlo.

Razón tenían los filósofos clásicos, cuando afirmaban que sólo las barreras éticas podrían contener la ambición del hombre. Hasta dónde puede llegar la ambición de los seres humanos, si puede calificarse de esta manera a tipos de tal calaña, que no les importa la vida de sus semejantes en absoluto, que no les importa llevarse por la borda cualquier norma jurídica y social, si eso satisface sus intereses, si eso, les permite lograr sus ambiciones de poder y lo que es más bajo, si eso, les permite ganarse un reales. Es tal la naturaleza anti social de estos individuos, que no les importa para nada las secuelas que a su propia familia pueda generarles estas conductas repulsivas.

Pero existe otra lectura que puede dársele a estas acciones, enmarcadas en el contexto político internacional. Se pone en evidencia, países que todavía no han cambiado la piel imperialista y colonialista, que continúan en su afán de hegemonizar al mundo, para lo cual tampoco tienen patrones éticos ni morales. Se valen también de cualquier medio, de cualquier recurso, de cualquier acción ilícita para consolidar también sus ansias de dominación.

Al respecto veamos, por ejemplo, como los gobiernos de los Estados Unidos de América, sin distingos de sus partidos políticos (Republicanos-Demócratas), permiten que su territorio sea utilizado por delincuentes que atentan contra un país, que al igual que ellos, pertenecen a la Organización de las Naciones Unidas, que al igual que ellos, firman convenios y tratados donde se estable en un Orden Internacional de convivencia, que incluso se valen de ellos, porque comercian, mantiene relaciones diplomáticas-consulares y aparentan respetar esas reglas del juego.

Todo ese contexto, queda en entredicho, con el caso del Magnicidio frustrado contra el Presidente Constitucional de Venezuela, porque se evidencia el nivel de hipocresía que existe en esas relaciones y en ese contexto internacional. En el caso de los Estados Unidos, los hechos tienen una magnitud de escándalo mundial, porque no sólo es que permiten el uso de su territorio para conspirar contra presidentes de otras naciones, permitir programas televisivos donde abiertamente se llama al asesinato de presidentes de otras naciones, y sistemas democráticos, sino, que financian esas actividades como lo reconocen, incluso, públicamente, connotados funcionarios de alto nivel, al declarar a la prensa internacional o ufanarse de esas conductas en entrevistas televisivas cuando son invitados. Son recientes las declaraciones de John Bolton, Ex Asesor de Seguridad del Presidente Trump, cuando admite públicamente como los Estados Unidos organizan y financian golpes de estado contra pises democráticos. Pero no es sólo eso, sino, que hay otros, como Mike Pompeo, Ex Director de la CIA, quien reconoce, que con la anuencia de los presidentes de ese país, roban, mienten y engañan, pero olvidándose intencionalmente, de decir, que también matan.

Actuaciones como estas y declaraciones como las mencionadas, serían un verdadero escándalo internacional, pero parece que al mundo globalizado no se le han globalizado, por decirlo de alguna manera, los valores éticos y morales, haciendo de la política un verdadero chiquero, de las relaciones internacionales un manejo turbio de intereses, trastocando todo Orden, para imponer el que les conviene a unos cuantos, en desmedro de la mayoría, que estupefacta e impotente ve correr los acontecimientos. Ya parece que a nivel Internacional, nada asombra y que algunos países de vocación imperial y colonialista retrotraerán al mundo, a un pasado que pensábamos superado.

En ese contexto, cualquier advertencia como la realizada por el Secretario General de la ONU, António Guterres, al decir que: "El mundo está a un error de cálculo de la aniquilación nuclear", es perfectamente válida. Estamos frente una especie de anomia internacional, en manos del más fuerte, del que tiene más poder armamentístico, ¡sálvense quien pueda! . "En el mundo rige la Ley de la Selva: hay quienes viven de la caza y hay quienes, como las hienas y aves carroñeras, viven de la caza de los demás" Robert Greene.

 



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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