El madurismo en funciones de gobierno se comporta como en un sindicatillo capturado, no podía ser de otra manera, traslada al Estado lo que le dio resultado durante años en la truhanería sindical. El método se puede reducir a esta fórmula pragmática: "apoderarse del gobierno, luego, desde allí saquear al máximo, enfrentar las protestas con distracción y represión". Esa es la receta que les dio resultado en los indefensos sindicatos, y ahora, aplicada al Estado, resultó este desastre.
El madurismo distrae llevando a la gente a luchar por reivindicaciones que no pongan en peligro su gobierno, contra enemigos fantasmas que funcionan como válvulas de escape de la rabia social, como esa pelea por el "diplomático" saab, o recuperar un avión, que sabe Dios qué es en realidad; distraen en peleas de mentirita contra los gringos y conversan con ellos en secreto, culpan de todo a Colombia, a las iguanas, luchan contra grupos terroristas que nunca aparecen. El economicismo es su aliado, los trabajadores pasan su vida luchando por defender conquistas económicas, que en una puja el gobierno les quita y les devuelve, como el que juega con un cachorro haciéndolo brincar tras un trozo de carne.
En esta fase la resistencia chavista es bombardeada con acusaciones alegres, se les dice miembros de la cia, agentes extranjeros, y la acusación estrella: ¡corruptos! A la disidencia capitalista la protegen, son sus compinches, allí está guaidó echando vaina. Fieles a su talante mercenario, no les entra en la cabeza alguna acción, un texto, una opinión, que no tenga remuneración material, son mercancía y creen que todo se puede comprar y todo se puede vender, reducen el humano a un objeto; el pensamiento, los valores, los sentimientos, la moral, la conciencia para ellos no existe.
A esta fase que podíamos llamar blanda, la sigue la represión. En el sindicalismo ramplón usaron la cabilla, ahora usan la cárcel, la tortura, el exilio. Pretenden neutralizar así a la resistencia chavista, encarcelan a los líderes, los llevan a las tumbas, al exilio, los aíslan de la masa. Después, con el desespero, vendrá una fase más cruenta, la eliminación física de la disidencia, actuará la marea de mario, la barbarie.
Mientras el madurismo despilfarra al país, mientras en su estulticia arrasa con todo, se va construyendo una salida fascista, tal es el desastre, que el capitalismo precisa de una dictadura fascista abierta para instalar su sistema explotador. Ese es el rumbo que lleva la Patria, hacia el abismo.
Los ataques desesperados de los mario(neta) silva, las acusaciones ligeras de corrupción, las represiones no deben distraernos del objetivo: Salvar al país del fascismo, salir de maduro, volver a Chávez. Ese debe ser el centro de las luchas, el tema de las discusiones, toda acción debe contribuir a concretar esa consigna central. La discusión debe ser para demostrar que este gobierno madurista traicionó a Chávez. El madurismo no tiene respuesta a la pregunta de Chávez, le aterra: ¡¿dónde está el Socialismo?! Lo que ha hecho es favorecer al capitalismo de una manera desvergonzada, entregó la propiedad social, el petróleo, las riquezas, la tierra, la soberanía, dinamitó la conciencia de pertenencia a la sociedad, obligó a una estampida, a un éxodo bíblico. En una supuesta lucha antiimperialista se entregó a los imperios mundiales.
Esa es la lucha de hoy, el reto para los líderes chavistas auténticos, los revolucionarios, los socialistas, deben dirigir la lucha contra el fascismo, por el Socialismo. Entender y hacer entender que el fascismo sólo se combate con firmeza y con Socialismo, que las medias tintas, las debilidades, las distracciones lo favorecen, desmovilizan a la masa.
¡CHÁVEZ, SOCIALISMO!