Atravesamos una zona oscura, la Patria se pierde en manos absurdas, los desgobernantes de hoy, fieles sólo a sí mismos y al mandato imperial, han liquidado la esperanza y anulado el sentido de la vida. Pisotearon el recuerdo del Comandante Chávez, lo volvieron su contrario, mancillaron su obra, los voceros de los desleales se atreven a decir que la columna vertebral de su gestión fue un fracaso, que la propiedad social fue un error, y con desvergüenza hablan de la necesidad del capitalismo. Chávez yace en el Cuartel de la Montaña, inerme, sin defensa. Les era necesario borrar su obra y su pensamiento para poder instalar de nuevo al capitalismo, a la burguesía que él tanto atacó, para que regresara al país la lógica del capital.
No es poca cosa dejar a un pueblo sin su líder, sus metas, sus caminos, y sin su recuerdo; despojar a la masa de su sentido de la vida, de pertenencia a la sociedad, es una acción criminal. Ayer fuimos referencia mundial en un intento de fundar un mundo nuevo y un hombre nuevo. La vida tenía sentido, éramos parte de una obra de humanidad, cada uno se creció, tuvo sentido su esfuerzo. Fuimos más allá de lo material, nos colocamos en la vanguardia de la vida. Enfrentamos el morbo en sus raíces, fuimos anticapitalistas, antiimperialistas de verdad, verdad.
En poco tiempo nos convirtieron en un país sin líderes. Asesinado Chávez, comenzó la persecución de los leales a su pensamiento y obra. Borraron, calumniaron a quienes criticaron el giro hacia la infamia, la traición no soporta que la dejen en evidencia, le teme al día en que la llamen al tribunal de la historia. De esta manera, sin líderes, y sin sentido, cada uno fue confinado a su mezquino entorno, a su vidita particular. La sociedad perdió el alma, la solidaridad, la fraternidad, sólo la sobrevivencia individual, lo material, la inmediatez es el motor de la vida fragmentada. Nos convirtieron en un pueblo sin aliento, incapaz de grandes hazañas, potable al capitalismo, pueblo que deambula por el mundo buscando en otros lares, lo que aquí le despojaron, el espíritu, la esperanza, el sentido, la humanidad
Ahora es vital, en eso se juega su existencia, devolverle a este pueblo su Patria, a sus líderes, su sentido de la vida, su Esperanza, un pueblo así es invencible, la historia está llena de ejemplos. Allí está Bolívar Libertador y su pueblo capaz de ir a los confines del Continente a llevar la esperanza en un mundo mejor; allí está Fidel, que hizo una Revolución en la cara del imperio. Allí está el pueblo soviético capaz de resistir el cerco de Leningrado, el pueblo cubano capaz de superar triunfante un Periodo Especial terrible, Ho Chi Minh y el pueblo de Vietnam, capaz de vencer al imperio más poderoso de la historia. Allí está el pueblo de Chávez, capaz de vencer al capitalismo en mil batallas y saboteos.
Un país sin esperanzas, sin sentido se diluye, desaparece, sólo permanece la cáscara, no hay nada, es la suma de millones de egoísmos sin cohesión, impedido de acciones sociales, un sobrevivir entre enemigos, en realidad no es un país. Es así, la lucha de hoy contra el madurismo y su compinche, la derecha gringa, es por la existencia de la Patria.
¡VOLVER A CHÁVEZ ES VOLVER A LA PATRIA!