"Hubo algo de precipitación en la identificación de la espada".
Evitemos, de una vez, los comentarios sarcásticos llenos de insulsas suspicacias, explicando claramente que lo que motivó este escrito es la amargura producida por el reciente veredicto de la data de la espada y su clasificación como "machete de artillero".
A continuación anexo un mensaje de mi amigo Antonio Berrizbeitia de la Fundación Historia y Patrimonio Sucrense "Dr. RamónBadaracoRivero", en mi opinión muy interesante y novedoso, para nosotros como para los académicos del IPC.
Estoy, como se dice, resollando por la herida. Que no es un gesto innoble o cobarde, ni se le puede pedir al herido que guarde silencio y compostura cuando el golpe asestado es artero e inesperado.
En consecuencia la herida duele, y me quejo pues considero injusto ese veredicto infame de los técnicos del IPC.
"Hola Orlando.
Te escribo por aquí para no alborotar más. Estoy completamente de acuerdo con lo que dices en (https://m.aporrea.org/actualidad/a316657.html).
Relacionado con la data de la espada. No soy experto en armas de ningún tipo
-excepción quizás de los aviones a los que soy aficionado desde mi niñez-, pero creo haber visto, cuadros, reproducciones, fotos y películas de época que me hacen pensar que esa espada es de la época del descubrimiento y conquista. Un breve paseo por internet lo confirma.
Algo que me sorprende es la clasificación del arma como un "machete de artillero". Primera vez que oigo eso.
Me da la impresión que hubo algo de precipitación en la identificación de la espada o un mal entendido fervor patriótico que solo puede conducir a confusión. Sin ser tampoco una eminencia."
Le pregunto, a mi amigo Antonio Berrizbeitia,
¿Qué demonios ocurre con los antropologos e historiadores del IPC, cuando se les pone en el papel de opinar sobre el hallazgo de una espada encontrada por un campesino del pueblo de El Hoyo de San José de Güiria del Estado Sucre?
Sobre todo si ese campesino no es amigo personal, ni miembro de la cofradía o estrella refulgente a la que se le rinde pleitesia.
POSDATA
Es de mi preocupación los duros juicios profanos que frente a este hecho no convencional, emite el IPC. El ciudadano común, como el campesino Jaime Garcia que encontró la espada , no debe haber diferido mucho de los adjetivos usados por los técnicos del IPC, parados en el solar, frente a la espada, de los que se pronunciaron 500 años antes, frente a la insólitos nativos de la provincia de Cumaná.
LOS DERECHOS CULTURALES SON TAMBIÉN DDHH.